Este trabajo de análisis de intervención muestra la experiencia del Programa Binacional de Educación Migrante en Baja California que responde a la responsabilidad de atender a la población que se ubica en el estado como migrantes internacionales, población que probablemente no ha sido suficientemente respaldada por la Secretaría de Educación del estado. Este proyecto utiliza la revisión teórica y conceptual mediante una metodología cualitativa para establecer un análisis del programa que busca la inclusión de los menores en retorno o a su llegada por primera vez a las escuelas mexicanas. Entre los hallazgos se muestra que no existe a nivel nacional una guía de implementación del programa y su enfoque se limita a la relación México-Estados Unidos. El desarrollo histórico de casi dos décadas permite mostrar cuántos son los alumnos en tránsito migratorio, que perfiles de nacionalidades están presentes, cómo capacitar a los docentes que los atienden de acuerdo con los datos recolectados, así como ubicar cuáles son las escuelas en donde existe mayor cantidad de estudiantes y las gestiones de colaboración intergubernamental, con la sociedad civil, Agencias de Naciones Unidas y la academia. Tomando en cuenta que la actual administración gubernamental estatal se encuentra promoviendo seis proyectos estratégicos de la Secretaría de Educación, siendo la atención a migrantes internacionales uno de ellos, por lo tanto, resulta oportuno considerar esta aportación como un insumo para contar con un diagnóstico de la movilidad de menores migrantes en toda la entidad. Además, se recomienda la inclusión educativa como medio para que estos menores se integren a las escuelas mexicanas.
This study describes the work of the Binational Migrant Education Program in Baja California, the program that has the responsibility of serving international migrants within the state, a population that has not been sufficiently supported by the state Ministry of Public Education. Theoretically and conceptually, this project uses a qualitative methodology to analyze the program that supports the inclusion of minors upon their return or initial arrival to Mexican schools. Among the findings are that there is no national implementation guide for the program and the program's focus is limited to the U.S.-Mexico relationship. The program’s nearly two decades of implementation show how many students in migratory transit are (and have been) present in nationality profiles, how to train the teachers who serve them according to the data collected, and locate which schools have the largest number of international migrant students. The study also documents the program’s efforts at intergovernmental collaboration and with civil society, United Nations agencies, and academia. Currently, considering that the state government administration is promoting six strategic projects of the Ministry of Education, it is appropriate to consider this study as relevant to the diagnosis of the mobility of migrant minors throughout the state. Educational inclusion is recommended as the means for these minors to integrate into Mexican schools.