Libro: ELECCIONES CONCURRENTES EN MÉXICO. COMPETENCIA, PARTICIPACIÓN Y VOTO DIFERENCIADO

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ELECCIONES CONCURRENTES EN MÉXICO COMPETENCIA, PARTICIPACIÓN Y VOTO DIFERENCIADO

PRESENTACIÓN
Las elecciones de 2006 se distinguieron por la alta competencia, y evidenciaron que en el México de hoy ningún partido político y sus candidatos pueden triunfar holgadamente. Lo que sucedió a nivel federal venía reportándose desde tiempo atrás en el ámbito local; así ha sido en los últimos tiempos: fenómenos que primero Tuvieron lugar en la periferia, posteriormente han ocupado la escena federal. Ese parece ser el patrón a lo largo de nuestra historia política; enumeramos algunos ejemplos: la participación política de las mujeres (ocurrió por primera vez en las elecciones locales de Baja California en 1953), los primeros diputados de oposición, la alternancia en el poder ejecutivo municipal y estatal, la experiencia del primer gobierno dividido. En efecto, en la disputa de ayuntamientos o congresos hemos tenido elecciones definidas por la mínima diferencia.
En 2006 tuvimos noticias de la fragilidad de nuestra peculiar transición. Si el nuestro fue un cambio político conducido por las reformas electorales que garantizaron procesos electorales confiables Y transparentes, los comicios de 2006 evidenciaron que la tarea no estaba completada, ni en el ámbito electoral ni en el de las  Instituciones públicas. La lista de pendientes es grande: integración de los órganos electorales, precampañas, financiamiento de los partidos políticos, segunda vuelta, revocación de mandato, voto desde el exterior, reelección legislativa, papel de los poderes públicos, etc. En el ámbito local los pasivos electorales son los mismos, y uno de ellos, que tiene que ver con el objeto central de este libro, es el de la concurrencia electoral; se refiere a si son mayores las ventajas de hacer coincidir los calendarios federales con los estatales y municipales.

El 2 de julio de 2006 hubo elecciones en diez entidades del país, y no sólo estuvieron en disputa la presidencia de la República Y la renovación del Congreso de la Unión, sino que ese día se eligieron gobernadores en el Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco y  morelos.  Pero también se disputaron 11 alcaldías y 35 diputaciones en Campeche; 10 alcaldías y 25 diputaciones en Colima; 16 delegados Y 66 asambleístas en el Distrito Federal; 46 alcaldías y 36 diputaciones en Guanajuato; 124  Alcaldías y 40 diputaciones en Jalisco; 33 alcaldes y 30 diputados en Morelos; 51 alcaldías y 42 diputaciones en Nuevo León; 18 alcaldes y 25 diputados en  Querétaro; 58 alcaldías y 27 diputaciones en San Luis Potosí; y 72 alcaldes y 33 diputados en Sonora.
En 2006 el Congreso de Michoacán aprobó empatar las elecciones locales con las federales, con lo cual la concurrencia electoral será una realidad en once entidades de nuestro país; es decir, que en una tercera parte de la República se han igualado los calendarios. Se parte de dos grandes ventajas que ofrece esta modalidad  electoral: se incrementa la participación ciudadana, abatiéndose con ella el abstencionismo, y se reduce la onerosa carga económica derivada de la frecuencia de las
fechas electorales . En efecto, como en buena medida se ilustra en este libro, la experiencia demuestra que la concurrencia hace crecer la participación ciudadana y reduce los costos, sobre todo en el ámbito de la organización electoral. El argumento en contra señala que las elecciones federales, en especial las presidenciales, tienen un efecto de arrastre sobre las locales, determinando de alguna manera los resultados. Como lo muestran los trabajos incluidos, esta hipótesis no parece encontrar sustento, pues es más generalizado el fenómeno del voto diferenciado. Por el contrario, hay evidencias en este libro para sostener que, aún cuando los candidatos presidenciales ejercen una influencia importante en las preferencias de los electores, finalmente el voto diferenciado actúa como catalizador,  distribuyéndose los resultados, en el ámbito estatal, en partidos políticos que no son necesariamente los de los candidatos presidenciales vencedores.
En este libro se presentan diez trabajos que dan cuenta de lo acontecido el 2 de julio de 2006. En los dos primeros se ubican las coordenadas generales de las características y efectos de la concurrencia electoral, así como del significado de los comicios presidenciales del verano de 2006. Estos trabajos sirven de marco para el análisis de los resultados de ocho elecciones concurrentes en los estados de Colima, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora. Se trata de una valiosa contribución al entendimiento de los procesos electorales en una doble dimensión federal y local. Los aportes no sólo van en la dirección de la coyuntura del 2006, sino que permiten reflexionar sobre planteamientos generales de más largo alcance: competitividad, participación, reglas electorales, votación diferenciada, entre otros. Sin duda, la concurrencia se irá incrementando en el futuro mediato. En esa dirección coinciden los reclamos de los estudiosos del fenómeno electoral.