Tijuana, Baja California, a 02 de junio de 2016.- En los últimos días, de manera evidente, una cantidad de hombres, mujeres y niños migrantes de Haití y países africanos han hecho presencia en la frontera norte de México – Estados Unidos, particularmente en la garita de San Ysidro, California, con el supuesto de llegar a las oficinas migratorias de aquel país y solicitar asilo político al gobierno americano que les permitiría una residencia legal alejada de los conflictos de los cuales huyen por diversa índole.
En cuanto al tema, el Dr. Guillermo Alonso Meneses, profesor e investigador del Departamento de Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), comentó que históricamente han aparecido de tanto en tanto un grupo de migrantes para romper los patrones tradicionales en los cuales están enmarcados mexicanos o centroamericanos. El último registro masivo que generó una crisis migratoria en esta frontera, hace 16 años aproximadamente, fue la de ciudadanos chinos e iraquíes los cuales desembarcaban en las costas bajacalifornianas para posteriormente cruzar a Estados Unidos. Los ciudadanos que buscaban el exilio eran detenidos por las autoridades mexicanas
El Dr. Alonso Meneses agrega que la situación no es cotidiana pero la crisis migratoria mundial viene a romper con los patrones tradicionales. La crisis que está viviendo Brasil, en cuanto al tema de la caída del petróleo y la crisis política, ha hecho que los haitianos volteen de nueva a cuenta a Estados Unidos, al país que siempre quisieron migrar. La migración de los haitianos era en “goteo” y regularmente el tráfico se daba por Matamoros, Tamaulipas. Con la crisis migratoria de haitianos y africanos se está mezclando el tema de los desplazados internos de México que huyen de la violencia del país; la de género; de preferencias sexuales; creencias ideológicas; políticas; entre otras como las de narcotráfico y que buscan el asilo en Estados Unidos, un tema que no es excepcional en los últimos diez años.
El profesor e investigador del DEC en El Colef enfatizó que, con la crisis migratoria mundial, particularmente de haitianos y africanos, por un lado generará un efecto de llamada que indicará a todos aquellos africanos que se están moviendo por América del Sur, Centroamérica y México para convertir a Tijuana como la región de moda y foco de atracción de los migrantes los cuales llevan años utilizando a México como el puente de cruce a Estados Unidos, bajo un perfil discreto en grupos grandes. Por otro lado, el Estado mexicano deberá atender a todos aquellos ciudadanos devueltos a territorio mexicano
La atención por ende le corresponderá al Instituto Nacional de Migración (INAMI) y su actuar será de oficio sin dejar de considerar que el compromiso del Estado mexicano es mantener latente la posibilidad de que los exiliados de otros países decidan tomar a México como su país de residencia permanente o temporal por no regresar a los conflictos bélicos o de otra índole de su país natal, concluyó el profesor e investigador de El Colef.
