El objetivo de este trabajo es pretender ubicar la problemática derivada de la búsqueda de un terreno, o la dotación de servicios urbanos, por parte de la posición de bajos ingresos de Tijuana y Mexicali desde la perspectiva de las necesidades del desarrollo capitalista que se manifiesta en una desvalorización de la fuerza de trabajo y la disminución de los niveles de vida del grueso de los sectores medios. Las necesidades de la acumulación capitalista atrae y expulsa; la concentración económica; estimula la concentración poblacional; se incrementa la demanda de suelo, y servicios urbanos, pero las fuerzas centrífugas de la ciudad presionan a la población hacia las zonas periféricas; el uso del espacio se delimita por la desigualdad social y las posibilidades de acceso urbano son diferenciadas. Los migrantes y la población depauperada dan vida a las zonas periféricas, valorizan los terrenos que más tarde se incorporan al mercado inmobiliario. Así, se pretende contrastar la dinámica del crecimiento de los asentamientos humanos irregulares, y las principales demandas que en torno a este punto se han elaborado a partir de dos lógicas diferenciadas aunque no necesariamente excluyentes: la lógica de la valoración e incorporación de los terrenos al mercado capitalista del suelo urbano, y la lógica de las necesidades populares.