La mortalidad infantil es un indicador confiable que permite evaluar las condiciones generales de desarrollo de un país; sin embargo, representa uno de los más graves problemas que enfrentan los países en desarrollo; por ello surge la imperante necesidad de dirigir la investigación hacia la búsqueda de las causas que la originan (Angulo, 1998; Casanueva, 1988). Una de las causas de muerte temprana está relacionada con el peso al nacer del infante, ya que se encuentra estrechamente vinculado con la mortalidad neonatal y post neonatal (Kramen, 1987), además que es causante de problemas de salud, de rendimiento escolar, entre otros, al que niño se pudiera enfrentar.