De vuelta con los límites fronterizos en el golfo de México

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Opinión de Xavier Oliveras González Investigador de El Colegio de la Frontera Norte, sede Matamoros de El Colegio de la Frontera Norte

lunes 25 de julio de 2016

Es común considerar que el “territorio”, el espacio sobre el cual un estado tiene (teóricamente) soberanía, se refiere únicamente a la superficie terrestre. Sin embargo, como muchos de los lectores sabrán, el espacio exclusivo de un estado se extiende horizontalmente más allá de la línea de costa –cuando es el caso, claro- y en la verticalidad, tanto por encima como por debajo de la superficie. Es decir, el territorio incluye además el subsuelo y los espacios marítimo y aéreo.

Como en el caso de los límites terrestres, los aéreos y marítimos son también fuente de conflicto. La causa de muchas de las disputas en el espacio marítimo son el control y explotación de los recursos, ya sean los bancos de pesca como las reservas de petróleo y gas bajo el lecho submarino, y el control de las rutas marítimas de transporte de mercancías.

Ejemplos hay varios. Uno de los más conocidos y de constante actualidad son las distintas reivindicaciones en el mar de la China Meridional, donde China, Taiwán, Filipinas, Malasia, Brunei, Indonesia y Vietnam se disputan varias islas e islotes y, sobre todo, las reservas de crudo y el control del tráfico marítimo entre Asia oriental y las costas del océano Índico.

Sin ir tan lejos, los límites en el golfo de México entre Cuba, Estados Unidos y México tampoco están todavía plenamente establecidos. En 1977 y 1978 los tres países acordaron los límites de sus respectivas zonas económicas exclusivas (ZEE), la extensión de 200 millas náuticas desde la línea de base. Se repartieron el golfo, salvo dos polígonos (de una superficie aproximada de unos 1.8 millones de km2), los conocidos como “hoyos de dona” (sí, por las donas, los doughnuts). Quedó pendiente su reparto y, en esta dirección, del 5 al 7 de julio se celebró en Ciudad de México la primera ronda de consultas trilaterales para acordar la delimitación fronteriza exacta del polígono oriental, el colindante con los tres países. Las actuales negociaciones, que se prevé terminen dentro de varios meses, parten del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba. A fines de 2014, el gobierno de Estados Unidos había anunciado su voluntad de iniciar conversaciones con México y Cuba para revisar los límites marítimos.

Dr. Xavier Oliveras González
Investigador de El Colegio de la Frontera Norte, sede Matamoros