“Miénteme, por piedad, yo te lo pido
Miénteme sin medida ni clemencia..”
Adaptación libre de un fragmento
del poema “Último ruego” de Federico Barreto
Hoy, día de la marmota, Phil pronosticó seis semanas más de invierno. Hace un año con esperanza estulta pedía ver una señal más allá de la proyección climática del famoso bicho…y no era la única, muchos nos preguntábamos ¿sería que veríamos acortada la recién iniciada administración de Donald Trump si se acababa antes el invierno? Varios apostaron a que dicho gobierno no llegaría al año a pesar de que la marmota predijo que el invierno se alargaría por seis semanas más.
El 30 de Enero del presente cuando el presidente dirigió su primer discurso sobre el estado de la Unión, cualquier duda que nos haya quedado se esfumó. El evento fue sintonizado por 45.6 millones de personas, de las cuales 75% lo aprobaron; es más 62 % calificó el mensaje de excelente y de un esfuerzo genuino para unificar al país. El nivel de aprobación del presidente de E.U. número 45 que se encontraba alrededor de 39 %, al final del ejercicio culminó con 42 %. Y la proclama de un “nuevo momento estadunidense”.
La alocución, sin embargo, fue calificada por periodistas -del New York Times y del Washington Post entre otros-, por especialistas y por un 25 % (de amargados parece ser) como un discurso lleno de retórica y de hechos y números dudosos. Muchos de los cuales han sido desmentidos en repetidas ocasiones y que el presidente de la unión americana insiste en seguir usando. Lo más notable es que no se dijo algo notable, que muchos logros productos de inercias pasadas se proclamaron como propios y que no salieron a la luz asuntos espinosos.
Pero ¿hay lugar al optimismo? La pregunta cabe cuando hemos presenciado durante un año muestras de actitud bravata, de impulsos autoritarios, de racismo, de intervención abierta, de amenaza nuclear, de retroceso en el respeto a los derechos de las mujeres y las minorías, de la regresión a la agenda ambiental y climática. Todas muestras de la fragilidad de logros, deberíamos decir ¿de la vulnerabilidad del sistema democrático? Debe añadirse, empero, que todo lo antes enunciado no es responsabilidad única de Trump, él es apoyado por un partido, por grupos empresariales, por una parte de la sociedad que se mantienen constantes y convencidos de que este es el rumbo correcto para los. E.U….y en consecuencia para gran parte del mundo.
¿Estaremos viendo un momento de gloria de la pretensión? ¿cuánto durará? Cuando he platicado con colegas estadounidenses (liberales debería agregar) me dicen llenos de pragmatismo que si soportaron la administración de Nixon y el reclutamiento a la guerra de Vietnam, bien podrán enfrentar la administración de Trump. Y cuando los escucho en mi mente se reproduce la canción de “I will survive” que cantaron seis estrellas de Hollywood antes de la toma de posesión de Trump hace un año.
Falta mucho por venir, y aunque muchos nos sintamos listos para invernar por lo que resta de la actual administración estadounidense, lo más probable es que sigamos siendo testigos de horrores y quizás de algunas sorpresas gratas. Lo seguro es que no le impondremos nuestras esperanzas a la marmota Phil, en otro ámbitos que no sean el final del invierno en E.U.
Dra. Gabriela Muñoz Meléndez
El Colegio de la Frontera Norte