Las opiniones expresadas son responsabilidad de quien las emite y no reflejan necesariamente una postura institucional de El Colegio de la Frontera Norte.
La prisión del condado de Fulton, en Georgia, ha hecho historia el pasado jueves 24 agosto. Ha comparecido el expresidente Donald Trump para quedar fichado como imputado por liderar una asociación de tipo mafioso para alterar los resultados de las elecciones del 2020 en ese estado.
Es la primera vez que se toma una fotografía policial a un presidente de Estados Unidos en activo o retirado. Georgia es un estado en donde se había votado a favor del partido republicano en los últimos 30 años, en la elección del 2020 perdieron por cerca de 12.000 votos.
El expresidente Trump utilizó las horas previas a su arresto para criticar a la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, a la que acusó de ser una “izquierdista radical” y fomentar un aumento de la delincuencia en Atlanta. Trump, insiste en que fue el ganador legítimo de los comicios de hace tres años.
Los argumentos de la Fiscal Willis contra los 19 acusados y el expresidente Trump se basan en la ley contra la delincuencia organizada y asociaciones corruptas. Se trata de una norma concebida para luchar contra la mafia y otros grupos criminales y que impone largas penas de prisión.
La estrategia de los asesores del expresidente se basa en retrasar lo más posible los casos, en particular el de Georgia, porque es un proceso distinto a los otros casos federales y por el perfil de la fiscal Willis. Tal estrategia le permitiría obtener un beneficio electoral, que le está reportando el presentarse como víctima, aumentando con ello la recaudación de fondos: se recaudaron 7,1 millones de dólares después de que le tomaran la foto policial en Atlanta el jueves por la noche (Fox News, 24 agosto 2023). El equipo legal de Trump sopesa también pedir el cambio de jurisdicción del caso, para que lo aborde un tribunal federal y no uno estatal, como está previsto ahora, el cual es un distrito de mayoría demócrata. Lo cual refleja un sesgo político y podría influir en la imparcialidad del proceso legal hacia el expresidente Trump.
En sus cuatro casos pendientes, el ex presidente afronta un total de 91 cargos que pueden reportarle más de un siglo de cárcel; el expresidente se considera en su narrativa una víctima inocente de un sistema judicial politizado, al servicio de unos poderes demócratas que tratan de impedir por todos los medios que él vuelva a la Casa Blanca.
El expresidente Trump está visibilizando distintos logros políticos en la actual coyuntura: se mantiene la polarización política-ideológica; es puntero entre los candidatos republicanos, mantiene la rivalidad con el presidente Biden; aumenta los recursos financieros para su campaña y defensa legal y junto con el resto de los candidatos republicanos reflejan una diversidad política, lo cual no sucede con el partido demócrata: un presidente Biden con mayoría de edad y la vicepresidente Kamera Harris, con un escaso protagonismo.
En el partido republicano la media de encuestas le otorga al expresidente Trump una intención de voto del 52,2% entre los votantes de este partido, mientras que su inmediato seguidor, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se queda en un 14,5% (El País, 1 agosto 2023).En el primer debate entre los ocho candidatos republicanos el pasado 24 agosto, debatieron sobre Ucrania, el cambio climático, el aborto y la economía. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, segundo en las encuestas, trató de atacar al presidente Joe Biden, evitar críticas directas a Trump, defender el uso de “fuerza letal” en la frontera contra los carteles de la droga y usar su gestión como tarjeta de presentación (France 24, 24 agosto 2023).
El candidato emprendedor Vivek Ramaswamy, -multimillonario y de origen indio- ha sido la sorpresa del debate republicano y se ubica tercero en intención de voto, por declararse como un trumpista. El expresidente Trump quien no participará en ninguno de los debates entre los candidatos republicanos y a pesar de sus cuatro acusaciones, sigue lidereando las encuestas en el Partido Republicano y la recaudación de fondos, paradojas de la política estadounidense ante las acusaciones en proceso.
La personalidad del expresidente Donald Trump ha sido una de las más disruptivas en la historia política de los Estados Unidos. Su estilo de comunicación directo, su identificación con las preocupaciones de la base republicana, su marca personal, su capacidad de movilización y su narrativa de resistencia son factores clave en su liderazgo.
A pesar de las críticas y controversias legales, Trump ha logrado mantener una base de votantes leales –entre ellos latinos- que lo ven como un líder que ha construido una narrativa de persecución y resistencia contra lo que él llama el “establishment” político y los medios de comunicación. Trump capitalizó su imagen como un “outsider” que desafía el establishment político. Su éxito en los negocios y su falta de experiencia política previa lo presentaron como un candidato que no estaba atado a las élites de Washington. Su impacto en la política estadounidense se mantiene y fortalece a pesar de los cuatro juicios.
Dr. José María Ramos García
El Colegio de la Frontera Norte