Tras el Sueño Americano: Un Camino Accidentado hacia la Frontera

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Opinión de Martha del Carmen González Reyes Estudiante de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 10 de agosto de 2023

*Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien escribe. No representa un posicionamiento de El Colegio de la Frontera Norte.

De nueva cuenta, las carreteras nayaritas se han convertido en noticia nacional; la madrugada del 3 de agosto un autobús de pasajeros de la empresa Elite, el cual salió desde la Ciudad de México con destino a Tijuana, sufrió un lamentable accidente en uno de los muchos barrancos que atraviesa el territorio nayarita. 

De los hechos que recabaron las autoridades se sabe que dicho autobús partió de la Ciudad de México e hizo una escala en Guadalajara para trasbordar a los pasajeros de otra unidad, la cual presentaba un pequeño desperfecto, viajando en total 42 pasajeros, un chofer y su suplente. Entre los pasajeros se encontraban personas de origen Hindú, africano y centroamericano, los cuales tenían como meta cruzar por Tijuana la frontera con Estados Unidos.

Del total de pasajeros a bordo, al día 4 de agosto, 19 de ellos perdieron la vida (3 menores de edad, 16 adultos), 20 heridos y 3 desaparecidos. De esta trágica cifra, dolorosa en sí, se ha de agregar la tragedia de quienes viajaron miles de kilómetros desde su hogar en busca del sueño americano. 

Las autoridades nayaritas, trágicamente acostumbradas a siniestros de esta naturaleza, encontraron, sin embargo, algo no antes visto; gritos de ayuda en otros idiomas ajenos al español. Entre el personal de emergencia, bomberos, semefo e inclusive la guardia nacional que se despojaron de sus armas y chalecos antibalas para cambiarlos por chalecos antirreflejantes dada la magnitud de heridos, fallecidos y desaparecidos, también había que encontrar un nuevo personal de emergencia: traductores. 

Al amanecer del mismo 3 de agosto, Mandy K. de origen hindú y Adama B. de origen africano, daban testimonio en el hospital al que fueron trasladados junto a los demás heridos; su destino era Tijuana, se dirigían a acudir a su cita de entrevista para solicitar el asilo humanitario en Estados Unidos. 

El camino hacia los sueños siempre es largo y accidentado, y si ese camino se llama México, la realidad golpeará duramente. Los migrantes a su paso dejarán lágrimas, sudor y, ya las más veces, sangre. Este fue un trágico accidente, debido según los avances periciales a las pronunciadas curvas que sortean barrancos característicos del paradisiaco estado de Nayarit, el cansancio de un chofer agotado por el largo viaje, una noche lluviosa y una velocidad que supera el límite permitido. 

Pero el camino está lleno de peligros, llámese carreteras peligrosas, narcotráfico, extorsión, o mil peligros más que acechan el espinoso camino hacia la fantasiosa bonanza americana. 

El sueño americano, eso es… Un sueño. Un sueño es un estado de conciencia alterado, la diferencia entre el sueño y la realidad es esta conciencia de eventos inesperados (accidentes, secuestros, extorsiones, etc.) que cambian el curso de una vida, o acabar con ella. Como dijo Mandy R., una de las personas heridas de este accidente cuando las personas que la rescataron preguntaron hacia dónde se dirigía: “yo solo iba a cumplir mi sueño”.

Martha del Carmen González Reyes

Estudiante de la Maestría en Desarrollo Regional. El Colegio de la Frontera Norte