Transiciones: Y sumando

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Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

miércoles 17 de enero de 2018

 

Nos encontramos en pleno proceso electoral y ya hay un cúmulo de temas que deberán revisarse para el siguiente año e incorporarse a una nueva reforma político electoral. Así ha sido la historia de la transición a la democracia política mexicana: una dinámica de elecciones-reformas-elecciones. Poco a poco se han ido dando los cambios para adecuar al viejo sistema político a las transformaciones de la sociedad y del entorno. No ha sido fácil, pues no ha cambiado la naturaleza del régimen político y eso frena el desarrollo de nuestra democracia. No veo en el horizonte cercano la posibilidad de la transformación que se requiere y sí una nueva reforma electoral.

En ese escenario ya se acumulan temas que deberán discutirse el próximo año. Enumero algunos de los más conspicuos y que deberán discutirse a fondo. Sin ningún orden lógico o sustantivo los describo:

En primer lugar y una vez que prácticamente se han logrado hacer coincidentes  los procesos (con excepción de Nayarit y Baja California), se tendrá que revisar si se le concede mayor autonomía a los órganos electorales locales o se toma la decisión de cancelarlos y dejar la organización de todos los procesos electorales al Instituto Nacional Electoral y junto con ello, la eliminación de los tribunales electorales locales. El híbrido que resultó de la reforma de 2014 no convence a nadie y ha llevado a una costosa institucionalidad dual.

Otra de las revisiones imprescindibles es a los llamados periodos de precampañas e intercampañas. No tiene ningún sentido la existencia de ambos. Las precampañas en realidad son campañas, máxime cuando se presenta solamente un candidato por coalición. Estamos hablando de 60 días donde la diferencia entre un candidato en precampaña a otro en campaña no existe. A partir del 12 de febrero iniciará el periodo de “intercampañas”, mismo que se extenderá por 46 días hasta el 29 de marzo. ¿Cómo contener los ímpetus de los candidatos en un periodo tan largo? Parece misión imposible que durante mes y medio los candidatos se refugien en la arena privada a pensar en sus estrategias de campaña. Seguirán en la brega al filo de la ley y sobre todo a través de las redes sociales. El trabajo de “vigilancia” del INE será sumamente complejo para hacer valer la normatividad.

Las campañas iniciarán el 30 de marzo y durarán hasta el 27 de junio, con lo cual durante 90 días, prácticamente 3 meses, tendremos el periodo más álgido del proceso. Interesante resultan los datos de la transmisión de spots en medios electrónicos: un total de 59 millones 731 mil 200, durante las 3 fases del proceso. Por eso urge revisar la llamada “spotización” de las elecciones pues al parecer lo que genera es mayor confusión y hartazgo ciudadano. Mi propuesta ha sido juntar los tiempos oficiales (48 minutos contemplados en la ley) y llevar a cabo debates entre candidatos o programas sobre las propuestas de los partidos y coaliciones, tocando los temas a fondo.

Creo que en lo que respecta a la dinámica de los partidos políticos, deberá considerarse la reglamentación de elecciones primarias para la selección de los candidatos. Como vimos, las precampañas son algo que nadie toma en serio. Los partidos tienen que democratizarse y ser transparentes en los procesos de designación de sus candidatos.

Se deberán revisar asimismo las candidaturas independientes, sobre todo en cuanto a los requisitos para alcanzar una postulación. Parecen una exageración los apoyos requeridos, sobre todo en el caso de gubernaturas y Presidencia de la República. La tentación de hacer trampa con credenciales falsas es muy grande. No pretendo justificarlos, pero sí creo entenderlos. Independientemente de estar o no de acuerdo con este tipo de candidaturas, parecen la opción para un sector ciudadano y es su derecho que debe respetarse en una democracia.

Otros temas de la agenda pendiente son la elección de regidores, delegados municipales y síndicos (en el plano local), combatir la compra y coacción del voto, transferir la responsabilidad de los procedimientos sancionadores a los tribunales electorales y otorgar un lugar a los segundos lugares de la elección de munícipes, gobernadores y presidente de la República. De esos temas me ocuparé en otras entregas.

Dr. Víctor Alejandro Espinoza     

El Colegio de la Frontera Norte