Transiciones: Voto Chilango

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Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

miércoles 20 de febrero de 2019

Una de las estrategias más creativas que conozco para incentivar el sentido de pertenencia e identidad y motivar a ejercer el derecho al voto a las comunidades mexicanas en el extranjero, es la llevada a cabo por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM). Incluso el sitio de Internet que da seguimiento al voto de los capitalinos en el exterior se llama ‘Voto Chilango” (www.votochilango.mx). Me consta el profesionalismo de todos los involucrados (consejeros(as) electorales y personal de apoyo del IECM), para mejorar los niveles de participación electoral desde el exterior.

Como sabemos el voto de los mexicanos en el exterior es relativamente reciente. Apenas en 2006 se instrumentó el primer ejercicio fruto de la reforma electoral de 2005. Sin embargo, en muy poco tiempo el ejercicio ha crecido aceleradamente. Aparte de las tres elecciones presidenciales en las cuales han participado los paisanos en el exterior, se suma la de senadores en 2018 (por primera ocasión se introdujo la votación de senadores desde fuera fruto de la reforma electoral de 2014), en dos ocasiones diputados federales en Chiapas, 1 diputado migrante en Jalisco el año pasado y lo más extenso sin duda, 19 elecciones para gobernador en 16 de las entidades de la República. Es decir, en apenas 12 años, ya se han realizado 26 elecciones desde el exterior.

En ese escenario, el caso de la elección de jefe de gobierno de la Ciudad de México es de destacarse por varias razones. La primera ocasión que se votó para el cargo fue en 2012. En ese entonces, se permitió el sufragio postal y por Internet. La Lista Nominal de Electores Residentes en el Extranjero (LNERE) fue de 10,782, de la cual votó el 73.41%, es decir, 7,915. Pero para la segunda ocasión en que eligieron a su “gobernador”, sucedió que más que duplicaron la LNERE (2.5 veces más), sumando 28, 616 (13,909 -48.61%- mujeres y 14,707 -51.39%- hombres). Es decir, se trató de la entidad con mayor número de ciudadanos inscritos de las 7 con elecciones de gobernador desde el exterior. Lo interesante es que no se trata de la entidad más expulsora de migrantes. Le siguieron en términos de ciudadanos inscritos Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Puebla, Chiapas y Yucatán. Desde luego que el impacto de la credencialización en el exterior fue positivo y se reflejó en las cifras anteriores, pero no fue todo.

Para las elecciones de 2018, aunque formalmente se había agregado a las modalidades del voto externo la entrega de la boleta en consulados y embajadas (además del sufragio postal y por Internet), se consideró no utilizar esta última vía por no haber tenido a tiempo los sistemas de seguridad. Eso hacía pensar en un probable descenso de la votación. Sin embargo, el 72.41% de los inscritos en la lista nominal enviaron y entregaron su boleta. Un total de 20 mil 855 votos para jefe de gobierno fueron emitidos, es decir, más de 12 mil 940 votos más que en la elección anterior. Los países desde donde los chilangos votaron en mayor cantidad fueron: Estados Unidos, Canada, España, Alemania, Reino Unido y Francia. Aparte de Estados Unidos, el país de América con más alta votación fue Chile con 168 votos.

La estrategia del IECM consistió en un plan detallado que incluía primeramente ejercicios de estimación de los lugares de residencia de los chilangos en el exterior. Era el marco necesario para poder incluir una estrategia de contacto virtual y presencial del personal del IECM. El entrar en contacto con las organizaciones de paisanos fue fundamental, así como la presencia en medios de habla hispana (radio y television, en ese orden) y desde luego a través de redes sociales. Se trataba primero de motivar a los paisanos para que quienes no contaban con su credencial llevaran a cabo el trámite en los consulados y embajadas. Pero posteriormente, para que la activaran, se registraran en la lista nominal y enviaran o entregaran su sobre con el voto. Como podemos darnos cuenta, la labor no es nada sencilla. Se trata de una serie compleja de procedimientos que deben llevar a cabo los paisanos. El acompañamiento institucional resulta fundamental. El trabajo para el futuro cercano no es menor. En 2021 se incluye la elección del primer diputado migrante, cuyo requisito es que viva en el extranjero. En noviembre deberemos tener los pormenores del proceso. Lo importante es que el voto chilango va y es un referente para el resto de los institutos electorales locales.

Dr. Víctor Alejandro Espinoza 

El Colegio de la Frontera Norte