Los estrategas de las campañas del miedo al parecer en este proceso electoral no las traen todas consigo. No es lo mismo el país de 2006 a 12 años después. Hoy, las redes sociales permiten contrarrestar rápidamente las burdas campañas que enriquecidos mercadólogos preparan para sus clientes. Y no sólo eso, la experiencia de 18 años de gobiernos de alternancia funciona como un antídoto contra exitosas frases de antaño. La gente está harta y cada vez menos se chupa el dedo.
Cuando en alguno de los “cuartos de guerra” deciden aventurarse por la ruta de la desacreditación del adversario a través de la “guerra sucia” o de las “campañas del miedo”, se admite tácitamente que su candidato no se encuentra en el primer lugar de las preferencias. Es cuando los estrategas se deciden por enviar mensajes en los que se ligue al puntero con una probable política o decisión que de ganar instrumentará y será contraria a los intereses de la población. Si dicha población no tiene fuentes alternativas de información producto de un nivel de formación cívica, podría morder el anzuelo. A eso se le apuesta. En un país que se informaba casi exclusivamente por un par de medios de comunicación, las posibilidades de causar pánico eran muy altas. Así se jugó en el 2006 y la estrategia dio resultado.
En una entrevista concedida al semanario Proceso, Jorge G. Castañeda, el actual asesor de Ricardo Anaya, candidato presidencial de la alianza “Con México al Frente” (PAN/PRD/MC), señala orgulloso: “Yo propuse la estrategia del miedo” en 2006 y que luego los empresarios hicieron suya. Dice Castañeda que lo hizo porque a “Andrés Manuel López Obrador, había que ganarle a la buena, a la mala y de todas las maneras posibles” (https://www.proceso.com.mx/93648/yo-propuse-la-estrategia-del-miedo). En esto de las paternidades de la guerra de lodo, al publicista español Antonio Solá, más que a Castañeda, se le reconoce la autoría de la estrategia en medios para frenar la candidatura de AMLO. “Solá utilizó una serie de promocionales en radio y televisión en los que el temor contra el adversario de izquierda fue la base. Conceptos como peligro, crisis, devaluación, desempleo, deuda, mentira, intolerancia, dictadura, pérdida de tu patrimonio (…) aparecieron en aquellos materiales, que en esa época, con otra legislación electoral, no fueron retirados del aire por la autoridad electoral” (http://www.eluniversal.com.mx/elecciones-2018/asi-era-la-campana-amlo-un-peligro-para-mexico-de-antonio-sola). También el Consejo Coordinador Empresarial y la COPARMEX decidieron que había que detener a AMLO y patrocinaron la guerra sucia, sobre todo a través de un spot donde comparaban a AMLO con Hugo Chávez, el ex presidente de Venezuela.
Sabíamos que era cuestión de tiempo para que de nuevo se reeditaran los spots del miedo y se le dieran vuelo en redes sociales contra el puntero en las preferencias. Al parecer los estrategas de la coalición “Todos por México” encabezada por el PRI, el PVEM y Nueva Alianza, decidieron que no había que esperar más por el nivel en el que se encuentra su candidato José Antonio Meade. A través del slogan “Tengo miedo” han vinculado tres propuestas consideradas por ellos como negativas con AMLO: la reforma educativa, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México y la amnistía a delincuentes (en este último tema también Ricardo Anaya se ha sumado a denostar a AMLO). Con una habilidad sorprendente, los equipos cibernéticos de este último han contrarrestado los efectos y sobre todo el spot de la pareja en la cama donde la señora refiere su temor por la cancelación de la reforma (bajo el argumento de que los profesores ya no estarán preparados ni enseñarán inglés), y lo han convertido en un Meme. La campaña dejó de tener efectividad y por el contrario, la coordinadora de campaña de AMLO, Tatiana Clouthier quien aparece como la coautora de los contra-spots, se ha convertido en la preferida de las redes sociales.
La fracasada estrategia del miedo fue precedida por otro absurdo por el que seguramente el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, pagó una millonada: obsesionarse con llamar a AMLO “López” y que quiere convertir a México en “Venezuela”. Nadie les dijo que uno de los apellidos que más se repiten en la Lista Nominal de Electores es justamente López. Utilizarlo como despectivo y ofensivo contra AMLO es darse un tiro en el pie. Los López pueden hacer ganar a AMLO. Definitivamente son otros tiempos. Hasta el mismo Antonio Solá lo reconoce.
Dr. Víctor Alejandro Espinoza
El Colegio de la Frontera Norte