Transiciones: Predecibles

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Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Valle investigador del Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 28 de agosto de 2014

No es necesario ser adivino para conocer de antemano cuáles serán los principales contenidos de las campañas electorales del proceso electoral 2014-2015, que arranca formalmente el próximo 7 de octubre.

No me queda duda que el eje discursivo del Partido Acción Nacional será el aumento al IVA en la frontera y sus impactos en la vida económica. Al parecer una medida irreversible si nos atenemos a la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación del pasado día 21 al declarar improcedente la acción de inconstitucionalidad promovida por un grupo de senadores y diputado. El aumento de 5 puntos porcentuales al IVA, al pasar del 11 al 16 por ciento, fue parte medular de la reforma fiscal impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto y apoyada por el PRD, PVEM, y el PANAL. Desde luego que la reforma fiscal estaba contemplada en el Pacto por México firmado por los tres principales partidos aquél 2 de diciembre de 2012. Sin embargo, “el diablo estaba en la letra pequeña”. De eso se quejó Acción Nacional, partido que en 2009 sí aprobó la iniciativa del presidente Felipe Calderón de aumentar el IVA en 1 punto porcentual al pasar del 10 al 11 por ciento; claro eran otros tiempos.

Así el PAN le trasladará los costos de las repercusiones negativas del incremento al IVA en la frontera al PRI y a sus candidatos. Puedo asegurar que la campaña prácticamente será monotemática: el desastre de la economía fronteriza por el IVA; aunque tal vez el tema de la consulta del salario mínimo digno también ocupe un lugar destacado.

Del otro lado de la orilla, el panorama para el PRI es un tanto cuesta arriba. Su énfasis será en una doble dirección, que más bien son las dos caras de la misma moneda: las reformas estructurales y su promesa de bienestar para los mexicanos y la crítica al gobierno del Estado por su desidia y modorra para utilizar los recursos federales disponibles para infraestructura.

La forma de contener la avalancha anti IVA será sin duda explicar la crisis fronteriza de manera integral. Es decir, en el caso de Baja California el desastre económico actual, dirán, tiene orígenes que se remontan más allá del 1 de enero de 2013 cuando entró en vigor la reforma fiscal. Se debe a los malos manejos de los gobiernos panistas tanto a nivel estatal como federal. Los fondos destinados para inversión gubernamental no se han utilizado. Mucho de razón hay en el argumento de que la situación de práctica recesión que vive la economía fronteriza no puede comprenderse por una sola medida, por muy graves que sean sus consecuencias. El desempleo, la parálisis industrial, la falta de infraestructura, entre otras calamidades, tienen raíces estructurales y requieren de un cambio en el modelo de crecimiento fronterizo.

De nuevo la disputa electoral será entre dos partidos. Sin embargo las probabilidades de triunfo o derrota dependerán en gran medida de la forma en que afronten la designación de candidatos. Ya veremos que resulta de la polarización política que se perfila.