[:es]El juicio es contundente: “El PRD agoniza y no parece que haya mucho que hacer. La renuncia de Agustín Basave a la presidencia de este partido no es mera anécdota, sino el anuncio de una empresa que está a punto de entrar en liquidación” (Ricardo Raphael, “Cuando el PRD ya no esté”, http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/columna/ricardo-raphael/nacion/2016/06/20/cuando-el-prd-ya-no-este). Efectivamente el máximo dirigente nacional del partido del Sol Azteca renunció el pasado viernes 17; pero su dimisión será efectiva a partir del próximo 2 de julio. Deja un partido en ruinas producto de sus divisiones y sectarismos tribales. Nunca pudo ser el árbitro que se requería para mediar entre las diferentes tribus.
El PRD vive una grave crisis que se manifiesta en los resultados electorales. Sus “triunfos” principales al parecer son los obtenidos en su alianza con el PAN en Quintana Roo, Durango y Veracruz el pasado 5 de junio. En esas alianzas “antinatura” encontró el PRD la fórmula para hacerse con algunos triunfos. En Baja California también se ha ensayado esa fórmula hasta que el PAN ya no la quiso repetir. En 2013, elección de gobernador, el partido del Sol Azteca, fue en alianza con el PAN, el Partido Estatal de Baja California y Nueva Alianza. La Coalición Unidos por Baja California ganó la gubernatura y dos de cinco alcaldías, así como mayoría en el Congreso. Para el PRD no hubo más que un cargo de segundo nivel. El PAN decidió no avanzar a una coalición de gobierno.
En el actual proceso electoral, tanto el PAN como el PRD no concretaron ir juntos. Cada uno contendió por su cuenta. El PAN triunfó en la mayoría de los distritos electorales. Obtuvo 13 de 17 diputaciones de mayoría relativa y 3 de 5 alcaldías. Triunfó en dos de las tres ciudades principales: Tijuana, Mexicali y Playas de Rosarito. Para el PRD la elección fue un desastre. Obtuvo apenas el 2.16% de los votos en los comicios para munícipes. Un total de 17 mil 345 sufragios.
La más alta votación la registró en la disputa de la alcaldía de Ensenada, donde obtuvo el 3.96% de la votación total (5 mil 255 votos). La menor fue en Mexicali, donde cayó a un 1.44% (3mil 461 sufragios). En síntesis, 17 mil 345 ciudadanos optaron por el PRD, apenas un 2.16%, insuficiente para conservar la acreditación como partido nacional (3% de la votación válida emitida es lo que establece la ley local).
Al parecer el PRD ha sido rebasado por la izquierda por MORENA. Así lo evidencia el caso de Baja California. El partido dirigido por Andrés Manuel López Obrador se situó en el cuarto lugar de las preferencias electorales; por abajo del PAN, PRI y del Partido Encuentro Social (tercero por la gran afluencia de votantes en la elección de alcalde de Tijuana, donde postuló al teniente coronel Julián Leyzaola Pérez). Lo interesante es que MORENA triplicó la votación del PRD, al sumar 80 mil 982 sufragios, para un 8.4%. No es poca cosa si tomamos en cuenta que fue su primera participación en una elección local. Fue en la ciudad de Tijuana donde alcanzó su mayor porcentaje con 11.94% (48 mil 583 votos). Su menor porcentaje fue en la ciudad de Tecate con el 5.09%. En la disputa de las cinco alcaldías MORENA superó con claridad los votos del PRD.
Interesante resulta también comparar los resultados del PRD con los votos nulos. Estos últimos fueron mayores a los sufragios amarillos. En total fueron 26 mil 114 (17 mil 345 del PRD) para un 3.10% (2.16% del PRD). El partido del Sol Azteca recibió 1 por ciento menos que los votos no válidos. Ello nos describe con mayor claridad la debacle electoral perredista. No tengo elementos para validar el juicio lapidario de Ricardo Raphael; lo que si veo es una profunda crisis cuyas salidas son difíciles de precisar, sobre todo porque la alternativa partidista para mucha gente que se identifica con la izquierda es MORENA. Ya veremos si se detiene la caída libre en la que hoy se encuentra el PRD.
Víctor Alejandro Espinoza Valle
Profesor-Investigador del Departamento de Estudios de Administración Pública
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