Ha arrancado el 2018; un año intenso y definitorio para los mexicanos. Nos jugamos el futuro en las elecciones. Pensarán que es una exageración pero no lo es: en un sistema presidencial los comicios presidenciales son la madre de todas las batallas. De ello seremos testigos.
Pero antes de entrar a discutir lo que vendrá, volteo la vista al reconocimiento de tres personajes a quienes conozco de hace tiempo. Me pareció muy justo que el semanario Zeta los incluyera en su más reciente suplemento anual como “personajes destacados”. Se trata de tres personas que desde diferentes trincheras han contribuido a combatir el autoritarismo y a brindar solidaridad a los necesitados. No está de más subrayar sus aportes en este año que se fue y que dejó una estela de desgracias para los mexicanos. En medio de nuestras tragedias existe el compromiso, la lucha contra la corrupción y el trabajo del artista como medio de documentación de la memoria social. Por el momento me detengo en quienes enfocaron su desempeño profesional en actividades sociales y políticas. Dejo de lado a otros, como el historiador José Gabriel Rivera Delgado, cuyo trabajo ha sido fundamental para el rescate de la identidad tijuanense y quien merece el mayor de los reconocimientos.
La particularidad es que estamos ante personajes locales que escasamente trascienden el plano nacional y por eso sus actividades no son tan conocidas. Pero en las regiones del país también hay historias que contar, que escribir, que recordar.
Durante 2017 un nuevo fenómeno migratorio tuvo lugar en Tijuana. El arribo masivo de haitianos procedentes de nuestra frontera sur en busca de llegar a Estados Unidos donde un programa humanitario de 2010, creado a partir del terremoto que azotó Haití, les permitía residir legalmente en el país vecino. El pastor de la Iglesia Evangelista Embajadores de Jesús, Gustavo Banda Aceves y su esposa Zaida Guillén, decidieron albergar a cientos de haitianos varados en Tijuana por la cancelación del programa que decidió el presidente Donald Trump. Pocos primero y después una verdadera avalancha llegaron al rancho del pastor en el Cañón de Los Alacranes. Gustavo además es compañero desde hace años en El Colegio de la Frontera Norte. Me platicaba que la alimentación y la vestimenta que proporciona a los que viven en su albergue dependía de fundaciones nacionales e internacionales, así como personas de buena voluntad. Quiso ir más lejos y se propuso fundar la primera colonia de haitianos llamada “Little Haiti”. Iniciaron la autoconstrucción de viviendas pero el municipio canceló el proyecto alegando que la zona no era apta para la construcción. Pero el trabajo de Gustavo y su mujer continúa y merece todo nuestro reconocimiento.
En el actual Congreso del Estado (XXII Legislatura) de mayoría panista, ha sobresalido el trabajo heróico del diputado Luis Moreno Hernánez. El joven legislador ha enfrentado a las mayorías arrolladoras ante diversas iniciativas que para gran parte de los ciudadanos representaban un atentado a las finanzas estatales. Un crítico permanente de los actos de corrupción de los funcionarios públicos. Luis Moreno fue elegido como diputado por el Partido Encuentro Social de Baja California. Con una sólida formación académica, anteriormente fue dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática. Una de las cualidades de Moreno sin duda es que es un gran tribuno que defiende sus ideas abiertamente. Pocos legisladores tienen esa capacidad para cuestionar lo que les parece son políticas equivocadas. Una distinción merecida.
Sergio Haro Cordero, periodista comprometido con las mejores causas desde sus años como universitario. Precisamente fue a mediados de los 70 cuando tuve la fortuna de conocerlo. Fotógrafo, reportero, cronista infatigable, de un espíritu bondadoso. El gran Sergio es parte de la historia gráfica de Baja California. Su trabajo en el film “Reportero” del documentalista norteamericano Bernardo Ruiz, es la prueba de las dificultades para ejercer el periodismo profesional en México. Autor de 2 libros fundamentales: “No se olviden de nosotros” y “La vida en rosa…las muertas de Mexicali”, son el vivo ejemplo de su pasión periodística. El entrañable Sergio murió el 30 de mayo sobre su mesa de trabajo, en la plenitud de su vida. Un orgullo conocerlo y haber compartido momentos señeros de nuestra historia política.
Tres figuras fundamentales para comprender las capacidades de resistencia y del trabajo creativo desde la opción de quienes no son los dueños del poder y del dinero; pero si de la inteligencia, la solidaridad y el profesionalismo.
Dr. Víctor Alejandro Espinoza
El Colegio de la Frontera Norte