Sin duda alguna, es necesario continuar impulsando la participación política electoral, ya que ella marcará el rumbo de nuestro país. No debemos olvidar que la democracia funciona mejor con la participación de todos los miembros de la sociedad, por ello, debemos estar preparados para los siguientes dos años que serán intensos para el sistema democrático.
En este momento está en la mesa la discusión el proceso de cambio en las reglas electorales, ya que la iniciativa de Reforma Electoral –propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador– no logró consenso en el Cámara de Diputados, y ahora, lo que marcará el cambio en el juego democrático será el Plan B que modifica leyes secundarias.
Se vislumbran ya los procesos electorales de junio de 2023 en Coahuila, el Estado de México y Tamaulipas, así como las votaciones de una de las principales elecciones en el país: la elección presidencial de julio de 2024. Además, Coahuila y Estado de México renovarán gubernaturas, y en Tamaulipas se organizará una contienda extraordinaria para la elección de una senaduría.
Los comicios en Coahuila y Estado de México del 4 de junio, son cruciales para el Partido de la Revolucionario Institucional (PRI), pues darán el sello de continuidad o derrota, y será una prueba de la fortaleza del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) rumbo a la elección de 2024, derivado de que el Estado de México cuenta con 12.5 millones de electores y Coahuila 2.4 millones, y en conjunto –estas dos entidades– representan casi el 16 por ciento del padrón electoral de todo el país.
En Baja California debemos tomar medidas y prepararnos para el proceso electoral del año 2024, desde las instituciones electorales y la ciudadanía. Este año electoral estará en juego la integración del Congreso Local, las presidencias municipales, las diputaciones federales y las senadurías.
Pero no debemos perder de vista que en las elecciones locales de 2019 en Baja California, Morena dio un golpe de timón político al romper un gobierno de 30 años ininterrumpidos del Partido Acción Nacional (PAN) en el gobierno del estado. Este triunfo fue visto como la victoria nacional del proyecto político del presidente López Obrador a seis meses de su gestión. Posterior a esta elección, en 2021, de nueva cuenta Morena ganó la victoria electoral para la gubernatura en el estado, presidencias municipales y congresistas locales.
El empuje electoral que ha tenido Morena en Baja California ha sido claro. Sin embargo, continua con una baja participación electoral. Dicha participación electoral ha oscilado entre 29 y 38 por ciento en los dos últimos procesos locales, y en 2018 –a nivel nacional– fue la penúltima entidad con la más baja participación (52.60%), por arriba de Sonora (51.85%).
Estos resultados también se vieron reflejados en el Estudio Muestral Nacional sobre la participación ciudadana en las elecciones federales 2021, en donde se identificó el perfil del ciudadano que votó en la elección de Diputaciones Federales el 6 de junio, y el patrón de comportamiento electoral respecto a elecciones federales previas.
Una de las principales conclusiones de ese estudio proponía concentrar todos los esfuerzos institucionales para impulsar un mayor nivel de asistencia a las urnas, ya que estados como Baja California y Sonora, a pesar de haber elegido el cargo de gubernatura, se ubicaron en el grupo de mayor abstención electoral.
En definitiva, en 2023 tendremos una oportunidad única para impulsar una cultura política más participativa por parte de las instituciones electorales que tendrán que ser más creativas; los partidos políticos deberán dedicar sus esfuerzos a proponer proyectos reales y viables, pero además se requiere que la ciudadanía haga suyo este proceso, como parte del cambio que necesita México. De ella dependerá el futuro de nuestro estado y del país.
Dra. Ana Claudia Coutigno Ramírez
El Colegio de la Frontera Norte