El viernes pasado (14 de octubre), el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), mediante un comunicado hizo pública su intención de presentar a una mujer indígena como candidata independiente a la presidencia de la República en 2018. El anuncio de participar en el proceso electoral significa un viraje fundamental respecto a las posiciones originales del EZLN. Efectivamente, el EZLN se dio a conocer en enero de 1994 como una guerrilla antisistema, que por lo mismo estaba en contra de la vía electoral como medio de cambio. En ese año, así como en los siguientes procesos electorales presidenciales: 2000, 2006 y 2012, marcó una distancia respecto a todos los partidos políticos y sus candidatos. El gran mérito del EZLN fue lograr que volteáramos los ojos hacia las condiciones en las que sobrevivían los indígenas en nuestro país. Colocó la cuestión indígena en el centro del drama mexicano.
Han pasado ya 22 años desde su irrupción en la escena nacional e internacional aquella noche de año nuevo, cuando los zapatistas le echaron perder al gobierno de Carlos Salinas de Gortari la celebración de la entrada de México a la modernidad. Los ojos del mundo voltearon a los olvidados de siempre, los indígenas que reivindicaban una guerrilla cuyo discurso resultaba difícil de descifrar para el pensamiento occidental. Hoy, dos décadas después anuncian su intención de contender con una candidata independiente a la presidencia de la República. En sentido estricto es complicado descifrar lo que se proponen con una candidatura testimonial como seguramente será, que difícilmente se ajustará a lo establecido en la normatividad para formalizar la candidatura independiente.
El anuncio del EZLN ha tenido diferentes recepciones en el ámbito político. Hay quien aplaude su decisión y quienes la deploran. Unos y otros argumentan desde posiciones ideológicas o políticas, pero hay quien emite su valoración a partir de sus intereses particulares frente a la elección de 2018. Destaco al respecto las reacciones de tres precandidatos presidenciales. Tanto Jorge G. Castañeda como Margarita Zavala se han apresurado a expresar su beneplácito por el anuncio del EZLN. Sabemos que Castañeda es un entusiasta defensor de las candidaturas independientes, sobre todo de la de él mismo. Junto con otros, como Pedro Ferris, la misma Denise Dresser o Jaime Rodríguez “El Bronco”, ante lo que consideran la crisis de la partidocracia, reivindican la idea de que la vía independiente es la vía para derrotar al PRI….y a López Obrador. También Margarita Zavala ya hizo pública su postura a través de redes sociales. Por “cuestión de género’ dice que celebra el anuncio del EZLN. ¿Qué tienen en común estos personajes? Desde mi punto de vista su coincidencia de que los adversarios son el PRI y Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Y con ello le abren la vía presidencial a Margarita Zavala o al PAN.
AMLO ha deplorado el anuncio de la candidatura independiente del EZLN; sabemos que no es nuevo el rompimiento entre ambos. Tanto Andrés Manuel como MORENA han recordado que el ejército zapatista reivindica una lucha anticapitalista y anti electoral. De manera tal que le parece “muy extraño” el viraje y sospecha que tiene dedicatoria contra él. Con ello abre otro frente de batalla en el ámbito de la izquierda. Por si le faltara, ya militantes de la corriente perredista Nueva Izquierda han empezado a cuestionar la postura de AMLO frente al EZLN. Un argumento más de los Chuchos contra AMLO a quien consideran su principal enemigo (y no tanto al PRI y menos al PAN).
El PRI no ha expresado su opinión sobre el tema, difícilmente lo hará de forma crítica; si lo hace será en términos diplomáticos. Pero sabe en el fondo que aunque fuera testimonial la campaña será en contra de quien resulte su candidato presidencial. No serán muchos votos los que concite la candidata del EZLN, los que sean serán restados al PRI y a López Obrador. EL PRD, el PAN y los “independientes” lo saben muy bien. Las paradojas de nuestra circunstancia política.
Victor Alejandro Espinoza Valle
Investigador de El Colegio de la Frontera Norte
