Transiciones | La revolución del intelecto y las casitas vacías

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Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 24 de septiembre de 2020

El pasado sábado 19 el dirigente más visible del grupo FRENAA (Frente Nacional Anti-AMLO), Gilberto Lozano, convocó a sus seguidores a hacer un plantón en el Zócalo de la Ciudad de México. El objetivo era permanecer ahí hasta que “renunciara López” a la presidencia de México. La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dio la orden de formar una valla e impedir la llegada del contingente al Zócalo. Sostuvo que habría otra manifestación y se podría dar un enfrentamiento. 

Las huestes de Lozano fueron citadas en el Monumento a la Revolución y en su camino al Zócalo fueron detenidas frente al Palacio de Bellas Artes. Ante ello, decidieron instalarse en la confluencia de las avenidas Reforma y Juárez. De pronto surgieron carpas (“tiendas de campaña”), todas nuevas, empacaditas, marca Coleman; con un costo de 2 mil 300 pesos cada una. Se estima que fueron armadas un total de 560. Y Lozano anunció que en cuanto se los permitieran marcharían y se instalarían en la plancha de la Plaza de la Constitución. 

Como sucede durante esta temporada, la noche del domingo arreció la lluvia y el primero en abandonar el campamento fue el propio Lozano, argumentado que no se sentía bien de salud. Inmediatamente después de él se fueron la mayoría de sus seguidores. Solo quedaron las casitas de acampar solas y anegadas de agua. Era impresionante ver un campamento de casitas vacías. El plantón no había resistido las primeras lluvias.

Uno de los integrantes del núcleo central de FRENAA, el periodista Pedro Ferriz de Con, afirmó que con el plantón se inauguraba la “revolución del intelecto”, lo cual nos informa de lo que para este tipo de personajes es una revolución y lo que entienden por intelecto. Basta ver los videos y leer las declaraciones de Gilberto Lozano para comprender la naturaleza del frente. Lozano proviene de una familia de empresarios regiomontanos, fue director del grupo FEMSA hasta el año 2000 cuando se convirtió en Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación en la administración de Vicente Fox. También ha sido miembro de los consejos de administración de Coca Cola, Hospital San José, Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma y miembro del Consejo Ejecutivo de Coparmex nacional. Es egresado del ITESM (Tec de Monterrey).

Su arenga proviene de una ideología anticomunista, racista, misógina y católica. Considera que los partidos políticos son un lastre para la vida pública y algunos medios de comunicación liberales. Es iracundo y violento y considera que Andrés Manuel López Obrador encarna el mal. No cree en la democracia política y por lo mismo considera que el presidente debe renunciar pues “lleva a México al comunismo”. No ha dicho cómo pretende sustituirlo pues las elecciones para él no son la vía para cambiar de autoridades. Desde luego que para él temas como el aborto o matrimonios del mismo sexo, merecen la excomunión. Otros de los ilustres militantes del frente son Pedro Ferriz Hijar, Rafael Loret (padre de Carlos Loret de Mola), Juan Bosco Abascal y Salvador Mendiola. 

La base de su movimiento son personas de recursos económicos medios y altos, pero movilizan a los trabajadores a su servicio. Se dicen profundamente católicos y utilizan símbolos religiosos en sus movilizaciones. Para muchos se trata de un movimiento cristero. Hasta el momento son la más radical de las oposiciones en México y hay videos donde Lozano propone que se atente contra López Obrador (“tengo un grupo de enfermos desahuciados que están dispuestos a todo”, ha afirmado).

Quizá valdría la pena tomarse en serio las amenazas de este desequilibrado mental. Hay muchos que por unos cuantos pesos y creyéndose el discurso de este personaje ultraconservador podrían cometer una locura. La ignorancia no es buena consejera. Si a ello le sumamos el fanatismo y la demencia, el resultado no puede augurar nada bueno. Por lo pronto, lo que provocó el plantón fueron burlas. Las casitas vacías mostraron un movimiento sin gran apoyo ciudadano que no corresponde con su estridencia. Ahora que ha quedado de manifiesto su falta de convocatoria observemos el comportamiento que seguirán sus guías “intelectuales”. Las autoridades deben estar vigilantes. 

Dr. Víctor Alejandro Espinoza Valle

El Colegio de la Frontera Norte

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