Existe una opinión muy extendida que subraya que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es producto del hartazgo ciudadano ante las políticas impulsadas por los dos últimos gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. En el caso particular de algunas entidades, por los excesos y corrupción de mandatarios estatales y alcaldes. Ciertamente la corrupción y la impunidad, así como la violencia que ha enlutecido a nuestro país, explican en mucho esa distancia que ha ido creciendo entre la clase política y la ciudadanía. Y por supuesto, ayudan a explicar la reacción de la población este último domingo.
Hemos sido testigos de unas elecciones disruptivas, históricas que deberán cambiar el rumbo de nuestro país. Apenas estamos empezando a calibrar el significado de lo acontecido estos últimos meses y su culminación el 1 de julio. Grandes son las expectativas acerca del futuro a corto y mediano plazo. No solo en el terreno politico, pero también en el ámbito económico y de nuestra convivencia social. Sobre todo por lo prometido en campana y el talante del triunfador.
El triunfo de AMLO también pasa por sus ideas, por sus propuestas y por lo que representa como líder social y politico. No todo se debe a la reacción ciudadana ante los malos gobiernos y las condiciones estructurales (pobreza, desigualdad, corrupción, violencia y un largo etc.). Sin duda, no podemos restarle méritos al personaje. Su tosudez, terquedad, persistencia y su infatigable recorrido por todos los rincones del país, son activos que pesaron en el ánimo ciudadano a la hora de emitir su voto. El trabajo a ras de piso, de ensuciarse los zapatos, como coloquialmente se dice, fue una actividad que ha desarrollado AMLO al menos durante la última década. Sin ese trabajo no entenderíamos el crecimiento de MORENA, un partido que con tan solo 4 años de fundación ya es el partido politico más grande de nuestro país.
AMLO, a pesar de sus críticos, fue un candidato de izquierda; el primero que ocupará la presidencia de nuestro país. Representa el triunfo de tantas décadas de lucha, de la persistencia de muchos ciudadanos que padecieron el exilio, la marginalidad, la represión, por haberse opuesto al autoritarismo del régimen politico mexicano. Con el triunfo de AMLO se reivindica a los movimientos gremiales, estudiantiles, a luchadores por los derechos humanos y tantos otros que han sufrido persecusión por sus ideas políticas. El triunfo de AMLO condensa el sueño de muchos hombres y mujeres que no han dejado de luchar por un país mejor,
El tampli triunfo de AMLO se debe también a una campaña muy bien diseñada. Personajes como Tatiana Clouthier quien manejó en gran parte la estrategia de redes sociales, fueron fundamentales La “tía Tatiana” supo conectar con los jóvenes que mayoritariamente dieron su apoyo al proyecto antisistema de AMLO. Junto con un grupo de jóvenes y politicos experimentados, lograron neutralizar una guerra sucia que fue la tónica de los adversarios. En esta labor fueron muy visibles Yeidckol Polevnsky, Martí Batres, Mario Delgado, Zoé Robledo, Antonio Attolini y otros, Aunque no debemos restar méritos a las pésimas estrategias de campaña de sus contrincantes basadas en una guerra sucia contra AMLO y produjeron justo lo contrario entre la población que harta decidió votar por quien era atacado sistemáticamente.
AMLO basó su campaña en una estrategia pedagógica cuyo eje fue denunciar la corrupción: se trató de un discurso peristente que terminó de convencer a los ciudadanos de votar por su proyecto. Por cierto, de nuevo fue él quien estableció la agenda de las campañas.Sus adversarios se dedicaron a denostarlo y se olvidaron de plantear alternativas a los problemas más acuciantes. Estamos ante un triunfo histórico que anuncia cambios estructurales en la economía y la vida política mexicana. No hay explicaciones unívocas para comprender el resultado electoral. Los partidos políticos deben aprender la lección. Los ciudadanos debemos exigir que se cumpla el cambio. Estamos ante el inicio de una nueva época de nuestra historia nacional.
Dr. Víctor Alejandro Espinoza
El Colegio de la Frontera Norte