Transiciones: Haciendo camino

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Opinión de Víctor Espinoza Valle Investigador de El Colegio de la Frontera Norte de El Colegio de la Frontera Norte

viernes 23 de septiembre de 2016

A principios de la década de los noventa asistí a un evento convocado por sindicatos del sector público para hablar del “empoderamiento” de las mujeres en la función pública (en realidad creo que todavía no se empleaba el término). El discurso oficial era que las mujeres ocupaban cada vez más cargos y por ello se podía hablar de igualdad de oportunidades en el mercado laboral. En ese tiempo estudiaba el tema de la reforma del Estado y el empleo público y decidí hacer un simple ejercicio numérico para contrastar las hipótesis optimistas. Tomé una secretaría donde efectivamente fueran más las mujeres que los hombres; e hice el conteo por niveles laborales. Resultó que la mayoría de ellas se ubicaban en la base de la pirámide (secretarias, asistentes) y conforme se ascendía en el escalafón iban siendo mayoría los hombres. Todos los directivos de primer nivel resultaron del sexo masculino. Ese trabajo posteriormente fue publicado por la revista FEM.

Ha sido un largo y sinuoso camino para las mujeres ir ganando posiciones, no sólo en el terreno laboral, sino en los distintos frentes de la actividad humana. Y eso que los números nos indican la contradicción entre las que son y el papel que juegan en nuestra sociedad. Por ejemplo, según INEGI en nuestro país hay 61 millones de mujeres y 58 millones de hombres (51.26% y 48.73%, respectivamente). El Listado Nominal así lo refleja: 39 millones, 450 mil, 781 son hombres (47.94%) y 42 millones, 840 mil 206 mujeres (52.06%) (4.12% más mujeres).
En términos de representación política nacional actualmente de los 128 integrantes de la Cámara de Senadores, 46 son mujeres (35.93%) y 82 hombres (64.06%). En la Cámara de Diputados de 500 integrantes, 287 son hombres (57.40%) y 213 mujeres, para llegar a un significativo 42.60%. En el Poder Ejecutivo local, en los 2440 municipios del país, gobiernan 132 alcaldesas (el 5.40%), 10 de ellas en capitales de los estados. En Baja California por primera ocasión en la historia tendremos dos alcaldesas en las ciudades de Tecate y Playas de Rosarito (Nereida Fuentes González y Mirna Rincón Vargas, respectivamente).

Por lo que hace al Congreso local, el número de diputadas se ha venido incrementando. En la Legislatura XVIII (2004-2007), de 25 diputados, sólo 2 fueron mujeres. En el periodo 2007-2010 (XIX Legislatura) se incrementó a 5 mujeres; a 7 en el siguiente periodo (2010-2013, XX Legislatura), para llegar a la actual Legislatura (XXI, 2013-2016) con 8. Desde luego que las reformas electorales de los últimos años han permitido este avance, en mucho por las demandas de las organizaciones de mujeres que han pugnado desde hace años por la paridad de género.

La reforma constitucional de diciembre de 2013 contempló incorporar el principio de paridad de género. Debemos recordar que en las reformas de 2007/2008 y 2012 ya hacía obligatoria la llamada “equidad de género”, estableciendo cuotas de 40-60%, pues como mínimo los partidos politicos podrían postular 40% del mismo género; y en 2012 se estableció que las suplencias deberían ser del mismo sexo para evitar a las “juanitas” (mujeres que ganaban pero eran obligadas a renunciar al cargo llevando como suplentes a hombres). La reforma de 2013 estableció la obligatoriedad de la “paridad de género”. “Los partidos politicos (deberán observar) reglas para garantizar la paridad entre los géneros, en candidaturas a legisladores federales y locales” (art. 41 Constitucional).

En el caso de la legislación de Baja California, la Ley Electoral estableció en su artículo 139 que “Los partidos politicos promoverán y garantizarán la paridad entre los géneros, en la postulación de candidatos a los cargos de elección popular para la integración del Congreso y Ayuntamientos del Estado”. Esa legislación en mucho permitió que en dos de los cinco ayuntamientos tendremos alcaldesas en el periodo 2016-2019.