[:es]¿Para qué surge un frente político?, en el caso del Frente Ciudadano por México, constituido por PAN/PRD/MC, para tratar de ganar las elecciones presidenciales del 2018, “sacar al PRI de Los Pinos”, pero preferentemente para impedir que gane Andrés Manuel López Obrador. Es un frente que en realidad aspira a convertirse en una coalición electoral.
Según la Ley General de Partidos Políticos “1. Los partidos políticos podrán constituir frentes, para alcanzar objetivos políticos y sociales compartidos de índole no electoral, mediante acciones y estrategias específicas y comunes. 2. Los partidos políticos, para fines electorales, podrán formar coaliciones para postular los mismos candidatos en las elecciones federales”
(Art. 85, http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGPP_130815.pdf).
Entonces, lo que hoy tenemos es un híbrido: una coalición electoral que se disfraza de frente. Amparados por los tiempos no electorales deciden crear un frente que puede lucir atractivo en el papel: transformar a México. De lo declarado, destaca su intención de impulsar un “cambio de régimen”. He preguntado de manera insistente a los más activos difusores del proyecto sobre qué quieren decir con ello, pero hasta ahora no he recibido respuesta. ¿Se trata de una transformación del régimen político para establecer una democracia de calidad? ¿De transitar hacia un sistema parlamentario o semipresidencialista? Sería muy sano que nos explicaran qué entienden por los conceptos básicos que involucran en la expresión: “cambio de régimen político”. Espero que vaya más allá de la simple expresión acuñada a mitad de los ochenta por Enrique Krauze: “Por una democracia sin adjetivos”, que suena bien con fines de marketing político pero que no iba más allá que reglas electorales claras, como las que tenemos.
Y lo primero que llama la atención es que el frente surge sin un proyecto común, sustantivo, que dé respuesta a muchas de las interrogantes que nos hacemos sobre el futuro de México. Sabemos que dicen que van a ganar las elecciones (entonces no es un frente, sino una coalición) pero con el único afán de, ahora sí, cambiar las condiciones que padecemos. Pero hasta el día de hoy no sabemos cuál será la ruta de transformación, ni cómo será.
Evidentemente que los partidos políticos que hoy suman esfuerzos para derrotar al PRI y a AMLO, han jugado un papel importante en la llamada transición política. El PAN y el PRD, en menor medida el Movimiento Ciudadano, han sido gobierno a nivel federal y en algunas entidades y municipios del país. Conocemos sus principios, estatutos y plataformas electorales. Por eso mismo, no encontramos la cuadratura al círculo. ¿Cómo construir un proyecto de Nación con perfiles tan disímiles?
Una vez construida la coalición electoral, lo que tendríamos sería una plataforma tan general para tratar de salvar lo que parece imposible: distintos tipos de visión de lo que debe ser un programa económico, social y político. Será labor titánica resolver esa cuestión medular y poder explicar a los ciudadanos, que la historia partidista quedó atrás, que al fin de cuentas “todos son lo mismo” y que proyectos tan distintos pueden aliarse para hacerse con el poder.
Otra dificultad mayor sin duda será la de definir al candidato(a). En la recta final parece casi imposible que se cuele Margarita Zavala de Calderón por el pleito interno de los panistas y la hegemonía del grupo de Ricardo Anaya. No me queda duda de que, dada su fuerza, el PAN difícilmente integrará una coalición en la que el candidato no sea de su partido. Sin candidato panista, la coalición no será posible. Al PRD y MC le corresponderán algunas candidaturas a gobernadores, alcaldes y congresistas. El PRD tiene mucho que perder y poco que ganar. El prestigio, la legitimidad y el proyecto de izquierda se irán por la borda. Lo interesante es que pese al esfuerzo, el panorama electoral de 2018 sólo tendrá a un candidato de izquierda, el PRD o MC no tienen ninguna posibilidad de impulsar a un candidato bajo el proyecto aliancista. Son las paradojas de nuestra pobre vida pública: los más entusiasmados se quedarán chiflando en la loma.
Víctor Alejandro Espinoza
El Colegio de la Frontera Norte[:]