[:es]No recuerdo una elección local que hubiera concitado tanta atención como la vivida en el Estado de México el pasado domingo 4 de junio. Ni siquiera la de 2004 en Tijuana, Baja California, cuando el candidato fue Jorge Hank Rhon. Medios locales, nacionales e internacionales cubrieron los comicios y durante las últimas semanas las noticias sobre la competencia política en la entidad de origen del presidente Enrique Peña Nieto se multiplicaron. Me daba la impresión que estábamos siendo testigos de una elección presidencial. Al cerrar las casillas, analistas, comentaristas y público interesado seguían los resultados del PREP. También medios electrónicos e interesados por Internet organizaron mesas de análisis que trataban de encontrar las claves de los resultados parciales.
En las cuatro entidades que hubo elecciones el pasado domingo (Estado de México, Veracruz, Coahuila y Nayarit) vive el 23.08% de los potenciales votantes de nuestro país (19 millones, 766 mil 554 ciudadanos de un total de 85 millones, 610 mil 755). Pero es en la primera de las entidades, donde se da la mayor concentración con 11 millones, 312 mil 917, es decir el 13.21% del listado nominal nacional. El partido que gana esta elección, se dice, se coloca en la antesala de la Presidencia de la República. De ahí las expectativas generadas.
Sin duda, los resultados previos de los sondeos encendieron los ánimos de todos los actores. Durante las últimas semanas el candidato de la alianza encabezada por el PRI, Alfredo del Mazo y la candidata de MORENA, Delfina Gómez Álvarez, estuvieron empatados. Nunca una elección para gobernador en el Estado de México había estado tan disputada. Y los resultados del PREP así lo demuestran: 33.72% para del Mazo y 30.81% para Delfina. Una diferencia de apenas 2.91%.
En un escenario tan polarizado resultó preocupante la actuación de los OPLES. Me refiero a los institutos electorales tanto del Estado de México, como el de Coahuila. Ambos muy cuestionados por la oposición y por la cantidad de irregularidades que ésta denunció públicamente. A ello agregamos que el IEEM, decidió dar a conocer los resultados del Conteo Rápido con una muestra de casillas menor a la anunciada originalmente. Ello generó un ruido innecesario; debieron haber esperado media hora para tener capturadas las 1800 actas y no salir a la difusión con 1300 computadas. En el caso de Coahuila, el IEC al parecer cerró el PREP faltando 600 actas por contabilizar, dando el triunfo al candidato priista, Miguel Ángel Riquelme con el 38.31%, mientras que el candidato del PAN, Guillermo Anaya, sumaba el 36.81% de los votos.
A pesar de la reforma electoral de 2012-2014, me llama la atención que elección tras elección los órganos electorales locales han sido cuestionados tanto por los partidos políticos como por los ciudadanos. Hay una desconfianza creciente sobre una figura que de alguna manera aparece como hermano menor del órgano nacional, el INE. Considero que deberá analizarse seriamente la viabilidad del modelo actual que no resuelve el problema de la falta de legitimidad de los procesos electorales locales.
Sin entrar al análisis puntual de los datos, y sin olvidar que los resultados “definitivos” se obtendrán luego de los conteos distritales que inician este miércoles 7, la gran sorpresa ha sido lo conseguido por MORENA. No sólo por los votos en el Estado de México, sino en las 4 elecciones del domingo pasado. Este partido sumó 2 millones 473 mil 116 votos; mientras que el PRI en alianza, sumó 2 millones 881 mil 446, para el PAN fueron 1 millón 864 mil 026 y para el PRD, 1 millón 323 mil 830. Resulta increíble que con estos resultados el PRD festeje lo que ha sido una caída en los sufragios recibidos. Sin duda hay otra información sobre el papel desempeñado en el proceso electoral, así como el comportamiento de los votos panistas, que habrá que seguir analizando en la perspectiva de lo que se avecina: la madre de todas las elecciones, los comicios presidenciales. Claro que en el camino habrá que ver qué resuelven los tribunales locales y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien tendrá la última palabra legal sobre lo que pasó el 4 de junio.
Victor A. Espinoza Valle
El Colegio de la Frontera Norte
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