Transiciones: Ahora Nosotros

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Opinión de Victor alejandro Espinoza Valle Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

miércoles 31 de mayo de 2017

En las últimas semanas hemos tenido noticias del surgimiento de nuevas organizaciones sociales impulsadas por personajes conocidos públicamente por su trabajo a favor de diversas causas o por su presencia en diversos medios de comunicación. Algunos otros, claramente reconocidos por su activismo en pro del respeto de los derechos humanos y a favor de los derechos de las minorías o por la reivindicación de las luchas por la paridad de género.
Me refiero a las organizaciones Ahora y Nosotros que han surgido en la actual coyuntura preelectoral y con la mira puesta en el año entrante, cuando habrá de disputarse la “madre de todas las elecciones”, los comicios presidenciales; pero también se renovará el Congreso de la Unión y habrá elecciones concurrentes en varias entidades. Sería un error no entender que dichas organizaciones surgen en esa coyuntura política y no antes. Sobre todo en el caso de Ahora, ese objetivo es explícito, un poco menos evidente en el de Nosotros.
La brecha entre ciudadanos y clase política se ha venido ampliando en los últimos años. El rechazo hacia los actores políticos, antes que al sistema político, ha crecido. Lo preocupante es que ese rechazo abre la puerta también hacia alternativas regresivas, autoritarias, que cuestionan lo poco que hemos ganado en el terreno democrático, sobre todo en el ámbito procedimental. Pero también, surgen propuestas desde el flanco de la llamada sociedad civil reivindicando derechos sociales, civiles y políticos, que llevados al extremo, cuestionan cualquier tipo de representación política porque estaría manchada por la corrupción. Es decir, la brecha entre sociedad civil y sociedad política amenaza seriamente nuestra endeble democracia. No puede haber un sistema político moderno, incluyente, que prescinda de los partidos políticos y otras formas de representación política.
En su página de Internet (http://www.ahora.si/quienes-somos.php), la organización Ahora, sostiene claramente sus objetivos: “Pensamos que en la disputa electoral que se avecina en 2018, se abre la posibilidad histórica de enfrentar el pacto de impunidad y redefinir el proceso democrático del país. Esto es posible sólo a condición de que una nueva mayoría que surja desde la sociedad, sea capaz de organizarse e irrumpir frente a una clase política que tiene secuestrada la representación popular, las instituciones y la democracia misma”. Para ello ha presentado a su fundador, Emilio Álvarez Icaza, como candidato independiente a la Presidencia de la República. En su consejo nacional promotor sobresalen algunos nombres: Alfredo Figueroa, Denise Dresser, Javier Sicilia, Carlos Heredia o Luis Vaquero.
Por su parte, Nosotros, cuyo promotor principal es el académico del CIDE, Mauricio Merino, dice en su cuenta de Twitter (@NosotrxsMX), “Somos un movimiento político de ciudadanos organizados. Usaremos nuestras leyes para exigir el cumplimiento de nuestros derechos”. Entre otras personalidades, el grupo original está compuesto por Juan Villoro, Jorge Javier Romero, Ricardo Raphael o Jacqueline Peschard. Surge también en esta coyuntura para “empoderar a los ciudadanos” a través de una estrategia de educación cívica, pero se inscribe claramente en la coyuntura electoral. Ignoro si en el caso de Nosotros terminen apoyando alguna candidatura independiente (por ejemplo al mismo Emilio Ávarez Icaza) o partidista –lo veo más complicado-. Sin embargo, dado el momento en el que surgen, no puedo dejar de ligarlo a su interés por incidir directamente en proceso electoral que se avecina.
Sin duda, en los meses que siguen veremos una fuerte polarización entre los partidos políticos y sus candidatos, por una parte, y las organizaciones de la llamada sociedad civil, por el otro. Una división bipolar de malos y buenos, que en nada sirve para transitar a una nueva transición democrática que ponga en el centro la transformación del sistema político. Lo grave sería que se pierda la oportunidad, como en el año 2000, y que por esa división se le niegue el voto útil al candidato que ponga en el centro de su estrategia la transformación de nuestro vetusto régimen político… y todo a nombre de la sacrosanta sociedad civil.

Victor A. Espinoza Valle 
El Colegio de la Frontera Norte