Tinta Fronteriza: Educación previsional para todos

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Opinión de Juana Isabel Vera López Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

lunes 13 de febrero de 2017

De acuerdo con el Banco Mundial, el sistema de pensiones de un país se encuentra constituido por bloques o pilares pensionarios. Tenemos cuatro pilares: el pilar cero no contributivo y universal, como el programa de pensión para adultos mayores; el pilar uno que se maneja por contribuciones y reservas financieras, como son las universidades, los gobiernos locales, PEMEX; el pilar dos de contribución definida, como lo son el IMSS e ISSSTE; y el pilar tres de ahorro voluntario, que es para todos los trabajadores del sector formal e independientes. Este último pilar, el de ahorro voluntario, es muy bajo y por ello se han creado mecanismos de incentivos para promoverlo. Ejemplo de ello son las contribuciones paripassu entre empleador y trabajador.

Un esquema paripassu es cuando los trabajadores realizan aportaciones voluntarias a algún plan previsional y, el Gobierno y/o el patrón contribuyen con una proporción de dicho ahorro.

La educación previsional es importante porque nos permite conocer nuestros derechos y obligaciones en materia de seguridad social.

Para fomentar los valores y principios de la cultura previsional, es necesario implementar instrumentos que puedan contribuir a ello, como las cuentas de ahorro, los materiales educativos y los programas de educación previsional.

En noviembre de 2016, el presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), Carlos Ramírez Fuentes, anunció la creación de las Afores para niños. La primera en entrar en operación fue Primer Afore XXI Banorte (primerafore.com), que es un instrumento de ahorro en donde el/la menor de 18 años, contando los padres con su acta de nacimiento y Clave Única de Registro de Población (CURP), pueden abrirle una cuenta.

Otra medida anunciada es llevar la educación previsional a los libros de texto, lo cual será con apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) [El Universal, 27 de septiembre de 2016]. En Uruguay, y próximamente en República Dominicana, también existe esta iniciativa.

Otro instrumento que podríamos aplicar en México es la realización de concursos que otorguen financiamiento para implementar programas de educación previsional, dirigidos a diversos segmentos poblacionales, teniendo por objetivo crear replicadores de la información, para que de esta manera el ciudadano que reciba la capacitación sea un monitor en su comunidad. Esta medida la ha realizado Chile con bastante éxito. El Fondo para la Educación Previsional (https://www.previsionsocial.gob.cl/sps/fep/) de 2009 a 2015, ha financiado 249 proyectos beneficiando a 1,678,073 personas [Subsecretaría de Previsión Social (2015). Fondo para la educación previsional. Chile: Ministerio del Trabajo y Previsión Social].

En México, debemos consolidar la educación previsional, involucrando a los trabajadores y a la sociedad, creando conciencia mediante campañas informativas, ferias de educación financiera, entre otros. El incentivar la cultura previsional debe ser a partir de la infancia, para que los niños, posteriormente, los jóvenes y más adelante, los adultos en edad laboral, tengan un mayor conocimiento financiero y previsional, que les permita tomar decisiones adecuadas para garantizar un ahorro voluntario constante, que permita ser complemento a su pensión.

Juana Isabel Vera López
El Colegio de la Frontera Norte sede Piedras Negras