¿Por qué los ricos son más ricos y los pobres más pobres?

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Opinión de Belem Vásquez Galán Profesora-Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte de El Colegio de la Frontera Norte

martes 23 de octubre de 2012

Durante esta semana que se está realizando la Feria Internacional del Libro en Monterrey tuve la oportunidad de escuchar a un expositor que estaba presentando su libro sobre cómo Vivir mejor. Realmente mi asistencia se debió a la casualidad y no a un hecho planeado. Durante la exposición de quien se dedica a dar pláticas sobre superación a empresas, preguntaba a la audiencia por qué la gente rica se hacía cada vez más rica, mientras que los pobres permanecían en ese estado de miseria. La gente se apresuraba a dar diferentes respuestas, hasta que alguno mencionó que era porque los ricos invertían su dinero. A esto el mencionado conferencista afirmó: “En efecto, al parecer en la cultura popular se promueve y mantiene el mito de que los ricos son ricos porque son emprendedores, talentosos y siempre están motivados a invertir. Por el otro lado, los pobres lo son, porque así lo decidieron, es decir, mantienen una actitud pasiva”.

Al parecer es difícil considerar que la pobreza no necesariamente está relacionada con el deseo o virtud de las personas, sino con las condiciones socioeconómicas en las cuales nacieron y crecieron. Es decir, se requiere mucho más que ganas o talento para dejar de ser pobre y poder invertir. En principio, la gente con más recursos económicos o ricos pueden invertir porque pueden ahorrar, y si puede ahorrar es porque tiene un exceso de ingreso sobre sus gastos más básicos. Situación que no ocurre con la clase pobre y media baja, que en muchos casos carece de educación y recursos financieros para volverse autosuficiente. Al contrario las clases altas, en su mayoría provienen de familias que siempre han contado con fortunas heredadas que les ha permitido adquirir educación empresarial y financiera para poder emprender nuevos negocios. En recientes crisis económicas, los ricos se han vuelto más ricos y los pobres más pobres porque generalmente son las clases más bajas las que pagaron el costo de las malas decisiones económicas de los gobiernos a través del aumento de precios, pérdida de sus patrimonios y reducción de los salarios reales. Por el otro lado, a los ricos se les rescató de la deuda.

El conferencista mencionado procedió a nombrar con cierto orgullo que México tenía a uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, quien no satisfecho con tener una sola empresa había incursionado en multitud de proyectos empresariales. Quizás lo que le faltó mencionar es que esa fortuna fue creada no sólo con el talento del señor Slim, sino gracias a prácticas desleales de comercio que establecen precios poco competitivos para el consumidor y que impide la libre competencia con los monopolios de Slim. Fue lo último que pude tolerar de las sandeces de dicho conferencista, me levanté y retiré.