Política, acetaminofeno y autismo

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Opinión de Felipe Javier Uribe Salas Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

lunes 10 de noviembre de 2025

El 3 de octubre del año en curso el editor de la revista British Medical Journal inició una nota en la sección editorial con la siguiente pregunta: ¿Están los metodólogos de MAGA fuera de control? Se refería por metodólogos a Donal Trump y Robert F. Kennedy Jr., a MAGA por el famoso eslogan del primer personaje y respecto a estar fuera de control aludía a la pretensión de saber mucho sobre ciencia y medicina.

El 22 de septiembre pasado los dos “metodólogos” manifestaron que el Tylenol era factor de riesgo de autismo. Pero, ¿con qué bases científicas se lanzaron a expresar dicha afirmación? Se profirió que sus asertos se fundamentaban en un aumento de las tasas de autismo lo que, ciertamente, se han incrementado durante los últimos 30 años. Sin embargo, ¿no será que ello ha ocurrido porque hay mayor conciencia sobre la afección, mayor capacidad clínica para detectarla y una definición más amplia para identificar casos? Incluso se ha afirmado que más que una epidemia de autismo hay una epidemia de diagnósticos.

El problema es que no está clara la causa del autismo ya que no es un trastorno unicausal sino multicausal, es decir, se trata de un evento complejo que resulta de la combinación de factores genéticos y ambientales. Respecto a la exposición al acetaminofeno (Tylenol) durante el embarazo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos acompañó los dichos de los “metodólogos” citando artículos (DOI: 10.1001/jamapsychiatry.2019.3259; DOI: 10.1186/s12940-025-01208-0), que mostraron una asociación significativa entre consumo de acetaminofeno durante el embarazo y autismo. Sin embargo, dichos trabajos recibieron críticas de especialistas en epidemiología sobre cumplir cabalmente con los criterios de causalidad, particularmente por el manejo de los factores confusores, ya que se desconocen las razones de consumo del medicamento, factores familiares y de trabajo de las mujeres.

En contraste, un estudio realizado en una cohorte de 2,480,787 binomios madre-hijo nacidos entre 1995 y 2019 en Suecia y seguidos hasta el 31 de diciembre de 2021 no encontró la hipotética relación entre exposición a acetaminofeno y autismo (DOI: 10.1001/jama.2024.3172). Es decir, no hay resultados conclusivos que fundamente causalidad entre exposición y evento.

Otros “metodólogos” involucrados fueron el Dr. Baccarelli, decano de la Escuela de salud Pública de Harvard quien fungió como experto y asesor del Dr. Makary de la Comisión de Alientos y Medicamentos. El primero afirmó, en su calidad de perito, que en base a las evidencias existentes se justificaba evitar el uso de acetaminofeno durante el embarazo. La declaración de Baccarelli no es trivial, sino que, en su calidad de asesor de la actual administración, su opinión “experta” puede ser suficiente para que, ante un juez, se apruebe la limitación del uso de acetaminofeno durante el embarazo bajo la regla 702(d)´s bar, de las reglas federales de evidencia, que regula el testimonio de testigos expertos. Es decir, no se trata de probar causalidad sino seguir una línea marcada por los “metodólogos” desde lo más alto de la administración.

Felipe Javier Uribe Salas
El Colegio de la Frontera Norte, Unidad Monterrey.


Las opiniones expresadas son responsabilidad de quien las emite y no reflejan necesariamente una postura institucional de El Colegio de la Frontera Norte.

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