Panorama incierto del agua en la región norte de Coahuila

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Opinión de Juan Parra Ávila Investigador de El Colegio de la Frontera Norte de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 8 de mayo de 2014

En la región norte de Coahuila, la población no tiene problemas por el abasto de agua debido a las aguas superficiales y subterráneas que existen en la zona. Sin embargo, un panorama no muy alentador se cierne sobre el agua que existe en la región.
Piedras Negras es una de las principales ciudades de la región norte de Coahuila. La población de este puerto fronterizo siempre ha contado con agua suficiente para su consumo y demás actividades. Esto gracias al río Bravo cuyas aguas nunca han dejado de fluir; a pesar de fuertes sequías acaecidas en los últimos años.
En el norte del estado de Tamaulipas, también existen otros cinco municipios (Allende, Villa Unión, Zaragoza, Morelos y Nava) que forman la región conocida como cinco manantiales. En su subsuelo hay un acuífero de donde extraen el agua para abastecer a la población, la explotación agrícola y ganadera, así como las demás actividades económicas.
El punto es que en la región, además de las actividades agropecuarias, existen empresas que necesitan mucha agua para sus procesos productivos como las generadoras de energía, la industria cervecera y refresquera, minería del carbón y otras. Con la explotación del gas shale se incrementará considerablemente la extracción de este líquido.
Esto ha venido a crear incertidumbre y preocupación entre la población urbana y rural, por el gran volumen de agua que demanda la explotación del gas mencionado. En realidad no se sabe exactamente la cantidad de agua que se necesita para la fractura de un pozo de gas shale, pero se estima que se requiere entre 9 y 29 millones de litros.
Se manifiesta que podrían ser alrededor de mil los pozos de gas que se explotarán en la región (aunque podrían ser mucho más), por lo que es enorme la cantidad de agua que se requerirá; aunada a la que ya se extrae y las sequías que se están presentando con más frecuencia, el escenario en el mediano y largo plazo no es nada alentador.
Pero no solamente es esa preocupación, diversos estudios indican que la fractura hidráulica (método utilizado para la extracción del gas) puede traer efectos de contaminación del agua subterránea, de la flora y la fauna. Además, se señala que puede ocasionar graves problemas de salud debido a las sustancias utilizadas.
Se prevé una situación difícil, por un lado está el peligro de escasez de agua originada por la gran cantidad que se necesitará para la explotación del gas shale y demás actividades económicas de la región y por el otro, los problemas de salud que en el largo plazo pudieran afectar a los habitantes de la región.
Ante esta situación nos preguntamos: ¿Qué pasará con el agua? ¿Qué problemas de salud se generarán en el mediano y largo plazo? ¿Cuál será el efecto sobre la vida animal y vegetal? ¿Qué sucederá con las actividades agrícolas y ganaderas de la región? Si se presentan problemas para abastecer de agua a la población: ¿Dónde se conseguirá?