Panasonic Reynosa: el cuestionamiento al modelo de paz laboral

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Opinión de Cirila Quintero Ramírez Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 21 de abril de 2022

Los días 21 y 22 de abril de 2022, los trabajadores de Panasonic Automotive System en Reynosa elegirán al titular de su contrato colectivo entre el Sindicato industria Autónomo de Operarios en General de Maquiladoras de la República Mexicana, CTM (SIAMARM) y El Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y de Servicios, Movimiento 20/32 (SNITIS). Los trabajadores llegan a este recuento después de una serie de denuncias y protestas sobre la imposición de un contrato colectivo, con el SIAMARM, aun cuando la mayoría de los trabajadores no legitimaron su contrato en octubre del año pasado; el subsecuente cobro de cuotas sindicales y el despido de trabajadores que han protestad. Estas demandas fueron planteadas en una queja ante las instancias del TMEC, a principios de abril. La elección, a diferencia de Silao y Matamoros, se prevé que no será tersa, en Silao y Matamoros, los sindicatos cetemistas eran de escasa relación y debilidad entre los trabajadores, en Reynosa, el SIAMARM , constituye una de las piedras angulares en donde descansa un modelo laboral que pregona la paz laboral, es un sindicato fuerte, no por su trayectoria histórica como el Sindicato de Jornaleros de Matamoros, sino por la relación de larga data, desde los noventa, que ha entablado con las empresas, con las que llega a acuerdos en torno a qué demandas laborales exigir y cuáles no, a cambio del pago de cuotas para el sindicato (más bien líder)  y sus delegados,  además del descuento de cuotas a los trabajadores. El sindicato refuerza su poder al contar con el apoyo constante de las autoridades locales y estatales a través de nombramientos políticos para sus líderes, quienes cambian de filiación política según les convenga, con la complacencia de los partidos políticos,

Reynosa es considerada por los empresarios maquiladores de Tamaulipas como el ejemplo exitoso de lo que es la maquila en cuánto a creación de empleos. En enero de 2022, esta industria generaba 141,893 empleos. El gobierno y los empresarios de Reynosa consideran que este éxito maquilador descansa en la paz laboral de Reynosa, en comparación de su vecina Matamoros, en donde la protesta laboral ha estado presente desde el inicio maquilador, y no solo a raíz del denominado Movimiento 20-32 en enero de 2019.  Mis estudios en Reynosa, desde los noventa, dan cuenta de una historia diferente el crecimiento maquilador descansó en un apoyo del gobierno estatal, a finales de los ochenta, que prefirió apoyar a Reynosa como castigo a Matamoros por su beligerancia obrera; en la alianza entre empresarios de Mc  Allen y Reynosa, promocionando las ventajas de la región Reynosa-McAllen, y una precarización y explotación de los trabajadores, que fueron mantenidos con un salarios apegados a los mínimos, con escasas prestaciones y controlados por líderes sindicales, a los que solo les importaba el dinero cobrado a las empresas. A cambio de estos pagos, el sindicato somete y controla salarios y prestaciones y también la protesta laboral. Esa es una de bases en donde descansa la supuesta paz laboral de Reynosa.

La otra base de modelo de paz laboral, la constituyen las empresas y empresarios que aceptan estos acuerdos monetarios con el sindicato, a cambio de la precarización de los trabajadores. Las empresas que carente de toda responsabilidad social firman convenios y contratos laborales con estos sindicatos subordinados. Desde mi investigación en los años ochenta, en Tijuana, lo comenté este tipo de sindicalismo no prosperaría si las empresas realmente fueran responsables con las comunidades a las que llegan, si extendieran sus estándares laborales vigentes en sus países de origen, sin embargo, para los empresarios ha sido más fácil esgrimir una serie de excusas que regirse por las leyes laborales.  Durante mis entrevistas con empresarios, al preguntar ¿porque aceptan sindicatos no representativos?, me han respondido: “firmamos los acuerdos con el sindicato para evitarnos problemas”, “firmamos para evitar que sindicatos conflictivos entren a la empresa”, hasta declaraciones, por demás preocupantes, como el de un empresario nórdico: “la empresa ya eligió sindicato, y no queremos otro”. Esta conducta empresarial, que se supone debería estar desterrada durante el TMEC, se ha hecho evidente en el caso de PANASONIC cuando los trabajadores han denunciado la existencia de un contrato colectivo firmado por sindicato y empresa, aún cuando no lo legitimaron, por su parte la empresa ha negado que eso haya acontecido. La situación será dirimida ante las instancias correspondientes del TMEC. Resulta fundamental que durante las controversias no solo se considere al sindicato como el actor a sancionar sino también a las empresas que están coaligadas en este modelo laboral, de no hacerlo se asiste a una impartición de justicia parcializada.  La sanción económica a trasnacionales sería una señal positiva que realmente se está llegando a una nueva fase de la democracia sindical. 
Las sanciones deberían extenderse a las partes gerenciales de las empresas en México, que contribuyen a la continuidad de esta forma sindical.

La tercera base de la paz laboral han sido las autoridades gubernamentales que privilegian lo económico sobre lo social, que buscan solo que “lleguen más empleos”, sin importar su calidad de vida de esto trabajadores o la afectación laboral  afectados por estas crisis, por ejemplo, poco se habla de la sujeción de la maquila de Reynosa a los ciclos internacionales, se menciona el crecimiento acentuado del año 2003 al 2007, cuando paso de 60,000 empleos a  poco más de 90,000 empleos, pero ¿quién menciona la crisis en la que se sumió de 2007 al 2009, cuando perdió los mismos 30,000 empleos que había ganado en los cuatro años anteriores?. Los costos de esa caída abrupta de empleos, los asumieron los miles de migrantes, especialmente, veracruzanos que habían llegado a Reynosa, quienes perdieron sus empleos, sus casas y otros beneficios, sin que hubiese habido un plan gubernamental que los apoyara.  La recuperación de empleos de la maquila en Reynosa a partir del 2010, nuevamente, ha hecho resurgir la idea del modelo exitoso de esta ciudad, sin embargo, detrás del mismo existe mucho descontento obrero, que no se quiere reconocer.

Los obreros y obreras de Reynosa se han movilizado, quizá no con la misma fuerza que Matamoros, debido al férreo control de sindicato-empresarios, que existe en la localidad, pero lo han hecho desde los ochenta, uno de los movimientos más emblemáticos de la maquila, lo constituyeron los trabajadores de Zenith en los años ochenta, de manera que, a la par de la historia de éxito maquilador existe una historia de movilización obrera que aún debe ser contada. Los movimientos de Reynosa han sido por demandas económicas, incrementos salariales, pago de bonos, pagos de horas extras, pero también por mejores condiciones laborales en sus empresas, extractores, seguridad, y mejor trato de supervisores. Los trabajadores de PANASONIC no han sido la excepción desde el 2015 se han manifestado por la inconformidad en pago de utilidades, por falta de seguridad en el cuidado de sus pertenencias, y rechazo del sindicato por no representarlo. En ese sentido, decir que la movilización viene de fuera, es negarse a reconocer que hay un descontento obrero fermentado no solo contra el sindicado, sino contra la empresa, contra las autoridades gubernamentales que no los han protegido. Así pues, la elección en PANASONIC no solo es una elección sindical sino el cuestionamiento abierto al corazón de un modelo laboral construido por empresa-sindicato-gobierno. El proceso y el resultado de la votación en esta empresa puede ayudar a delinear el impacto limitado o estructural que podemos esperar la reforma laboral que se está implementando, y sobre todo de lo que los trabajadores pueden esperar de esta nueva legislación.

Dra. Cirila Quintero

El Colegio de la Frontera Norte