Novena Cumbre de las Américas. La hora de los acuerdos

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Opinión de Eliseo Díaz González Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 26 de mayo de 2022

Introducción

En la primera década la Cumbre de las Américas estuvo orientada a alcanzar un acuerdo de libre comercio en todo el continente americano. La feroz resistencia de Cuba, Venezuela, Brasil y Argentina, Ecuador más otros países que se fueron adhiriendo a la corriente socialista del siglo XXI impulsada por Hugo Chávez, desbarrancó esa iniciativa y en 2005 fue abandonada, en la cuarta cumbre celebrada en Argentina.

Viene una segunda etapa en la que la Cumbre se llena de temas a tratar. Aquí se dan los avances más importantes entre EEUU y el eje Cuba-Venezuela, en la que ocurren reuniones del presidente norteamericano Barak Obama con Raúl Castro y Hugo Chávez, que anteceden al levantamiento de algunas de las sanciones en contra de Venezuela y la histórica visita de Obama a Cuba en el 2016. 

Esta etapa termina con la Octava Cumbre, celebrada en Lima, Perú, en donde las delegaciones debaten acerca de un solo tema, el problema de la corrupción gubernamental. Además, se fortalece el área de seguimiento de acuerdos, en la que los países deben presentar reportes de avances de cumplimiento o ejecución de los acuerdos de la cumbre en sus países. Estos documentos, que están en el portal http://www.summit-americas.org/previous_summits_sp.html, muestran que solo 15 de los 35 países han entregado reportes de avances sobre la conformación del sistema anticorrupción. En esto no están por supuesto ninguno de los países aludidos, lo que hace evidente el desinterés en el tema corrupción y, en el caso de Nicaragua, en particular, este país se excusó de cumplir la resolución relativa a la presentación del informe, alegando que no participó en la sesión en la que fue debatido.

Conforme se avanzó en las cumbres, poco a poco progresó la idea de promover la participación de grupos sociales. Esto se vio particularmente favorecido en el caso de la Octava Cumbre en Perú, en donde hubo ya mayor participación, reconociendo en forma implícita que es imposible diseñar mecanismos anticorrupción sin la participación de sociedad, empresas, academia, etcétera.

Llegamos así a la novena edición de la Cumbre de las Américas, que será sin duda la más importante que se haya realizado por el actual contexto internacional. El mundo que parece estar superando la más grave pandemia, quizá de todos los tiempos, al menos desde la antigüedad; la invasión rusa a Ucrania y la extensión de esa amenaza en contra de los países de la Organización para el Tratado de Atlántico Norte (OTAN), considerando además la opción nuclear que parece aumentar a medida que crece el conflicto; el problema de la inflación por el desabasto de productos básicos, hidrocarburos y la desorganización de las cadenas de suministro que alimentan a la industria manufacturera mundial; finalmente, el  riesgo de una recesión económica mundial que hará retroceder en muchos países los avances sociales y de superación de la pobreza alcanzados hasta 2019.

De libre comercio al combate a la corrupción

Las Cumbres de las Américas reúnen a los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados Miembros del continente americano, para debatir sobre aspectos políticos compartidos, afirmar valores comunes y comprometerse a acciones concertadas a nivel nacional y regional con el fin de hacer frente a desafíos presentes y futuros que enfrentan los países de las Américas.

Hasta ahora se ha realizado ocho ediciones además de la reunión extraordinaria realizada en 2004 en Monterrey, N. L. Desde el principio el tema que definió a esta reunión fue la decisión de avanzar un proceso de integración económica regional y constituir un área de libre comercio en el continente americano.

La Primera Cumbre de las Américas se celebró en Miami, Florida, en diciembre de 1994. Esta Cumbre aprobó 59 mandatos basados en 23 temas. La Declaración de Principios de esta Cumbre estableció un pacto para el desarrollo y la prosperidad basados en la conservación y el fortalecimiento de la comunidad de las democracias de las Américas.

En esta edición se proponía promover la prosperidad a través de la integración económica y el libre comercio. Se entendía que el progreso económico continuo depende de políticas económicas sólidas, del desarrollo sostenible y de un sector privado dinámico y definía como una clave para la prosperidad al comercio sin barreras, subsidios y prácticas desleales y con un creciente flujo de inversiones productivas. La eliminación de los obstáculos para el acceso al mercado de los bienes y servicios entre estos países promovería, se consideraba, el crecimiento económico de los países americanos.

Como consecuencia de esta definición, se decidió iniciar de inmediato el establecimiento del «Área de Libre Comercio de las Américas» en la que se eliminaran progresivamente las barreras al comercio y la inversión. Asimismo, resolvieron concluir las negociaciones del «Área de Libre Comercio de las Américas» a más tardar en el año 2005.

La propuesta de integración económica, que provocó una fuerte reacción de los países del “nuevo socialismo latinoamericano”, promovida fuertemente por Hugo Chávez, de Venezuela, continuó en la agenda de las siguientes ediciones hasta que llegó la cuarta reunión de 2005, efectuada en Argentina y presidida por el presidente de ese país Nestor Kirchner. 

La 2ª. Cumbre se realizó en Santiago de Chile, en 1998. El resultado de las deliberaciones fue la Declaración y Plan de Acción de Santiago, el cual contiene 27 iniciativas, cada una reflejando las preocupaciones de los diferentes países. Estas iniciativas se agruparon de acuerdo con los siguientes temas: Preservación y fortalecimiento de la democracia, justicia y derechos humanos, integración económica y libre comercio; erradicación de la pobreza y discriminación.

La tercera Cumbre se realizó en la Ciudad de Quebec, Canadá, 20 al 22 de abril de 2001. El tema más importante de la declaración política fue la preparación de la Carta Democrática Interamericana, la cual reforzó los instrumentos de la Organización de Estados Americanos (OEA) para defender activamente la democracia representativa.

Del 12 al 13 de enero de 2004 se realizó la Cumbre Extraordinaria de las Américas Monterrey, México. Los gobiernos firmaron la Declaración de Nuevo León, la cual concentró la atención en tres áreas: crecimiento económico con equidad para reducir la pobreza, desarrollo social y gobernabilidad democrática, y resultó en 72 mandatos.

Cuba no había sido invitada en las seis primeras (Kurmanaev y Jack Nicas, 2022), pero sí fue invitado en los dos últimas y asistió. En la cumbre extraordinaria en México, en 2004, el anfitrión trató de conciliar entre el rechazo del presidente de EEUU George Bush a que el país caribeño participara y la decisión del presidente de México Vicente Fox que se veía presionado a invitar a Cuba en un intento por conservar una buena relación con el líder socialista, Fidel Castro. El resultado fue el famoso “comes y te vas” que reveló días después de celebrada la cumbre el eterno comandante cubano, cuando difundió la inocente y absurda invitación que la hiciera Fox. Recordemos que Fox había visitado la isla dos años atrás, en 2002, tratando de recomponer una relación bilateral que se había vuelto hostil durante el gobierno de Ernesto Zedillo y agitada en los dos primeros años del gobierno que había logrado sacar al PRI de Los Pinos (Aznáres, 2002).

La Cuarta Cumbre fue celebrada en noviembre de 2005, en Mar del Plata, Argentina, que adoptó un enfoque más concentrado en los principales desafíos que enfrenta la región, en materia de creación de empleos y fortalecimiento de la gobernabilidad democrática. Los 52 mandatos emanados de la Declaración y Plan de Acción de Mar del Plata se agrupan en las siguientes áreas:

Crecimiento con empleo, crear trabajo para enfrentar la pobreza, formación de la fuerza laboral, micro, pequeñas y medianas empresas como motor de crecimiento del empleo, marco para crear trabajo decente y fortalecimiento de la gobernabilidad democrática.

El Plan de Acción de Mar del Plata considera cada una de estas áreas de la Declaración desde tres perspectivas: Compromisos nacionales, cooperación hemisférica y organizaciones internacionales.

Se definieron acciones específicas para promover el desarrollo a través de la generación de empleo, el incremento de la participación ciudadana en la esfera del empleo, alentando la cooperación entre los gobiernos, fomentado el diálogo social incluyente y promoviendo las inversiones en áreas clave para la creación de empleos.

Desapareció la integración económica, la globalización y el acuerdo de libre comercio en la temática de la reunión.

Además, en un discurso muy fuerte, el presidente de la República de Argentina, Dr. Néstor Kirchner (https://www.oas.org/es/centro_noticias/discurso.asp?sCodigo=05-0263) argumentó que Argentina venía superando la crisis de 2001 y culpaba al Consenso de Washington del irresponsable endeudamiento y el pésimo manejo de la crisis económica hecha por el gobierno argentino. Desde la primera sesión en 1994 se había fijado que sería esta cumbre cuando entraría en vigor el ALCA.

De esa manera, la iniciativa de integración económica para la prosperidad que enarboló la Cumbre de las Américas desde su primera reunión se vino abajo por la fuerte oposición de países como Argentina, Brasil, Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia, que entonces integraban el bloque socialista de América Latina.

Después de esa edición el contenido de las siguientes cambió en forma drástica, perdiendo su sustancia inicial y fueron introducidos ahora una amplia variedad de temas y sectores económicos que integraban planes de acción que era difícil de poner en práctica. La cumbre dio un giro del tema de la integración económica a través del libre comercio, hacia su utilización “para tender puentes” para un nuevo enfoque de las relaciones entre los países.

Estados Unidos continuó asistiendo a las siguientes sesiones destacando en forma especial la intervención del presidente Barak Obama. Fue en la 7ª. Reunión efectuada en Panamá en 2015, donde se concretaron los acuerdos que llevaron al acercamiento de Estados Unidos y Cuba, que culminó con la visita de Estado que Obama hiciera a este país en 2016. La reunión tuvo un enfoque más sectorial, rehuyendo los temas complejos de la cooperación e integración económica, y el presidente panameño Juan Carlos Varela reconoció en su discurso de clausura que “La decisión que anunciaron los presidentes de Cuba y Estados Unidos para avanzar en un nuevo enfoque de las relaciones entre sus países creó una legítima expectativa de que situaciones, antiguas y recientes, que han tensado las relaciones hemisféricas puedan ser solventadas.” Concluyó en que “Esta Cumbre ha servido para tender puentes en esa dirección.” Es posible que este haya sido el principal logro.

La siguiente Cumbre

La novena sesión había sido propuesta para celebrarse en 2021, pero se decidió posponer hasta el año siguiente.

La reunión anterior se celebró en Lima, Perú, donde se trató de regresar el ímpetu original de las cumbres, la democracia y el crecimiento económico, reconoció M. G. Kozak (2020), secretario adjunto interino de la Dirección de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EE. UU., en su discurso en la ceremonia de cambio de la presidencia del proceso de Cumbres de Las Américas efectuado en 2020. Perú fue la primera sesión en la que la Cumbre abordó un solo tema, en este caso el de “la gobernabilidad democrática frente a la corrupción”. Como resultado de los debates, se adoptó por consenso el llamado Compromiso de Lima.

Cabe decir que es el gobierno del país sede quien decide los temas a tratar en las reuniones de la Cumbre que se realicen en su país, y decide también quienes serán los países invitados, basado en parte en la Carta Democrática Interamericana aprobada en Quebec en el 2001. Perú, por ejemplo, no invito a Venezuela por el conflicto migratorio que entonces enfrentaban esos países. En el caso de la próxima reunión, entre lo poco que se ha adelantado acerca de los temas que serán discutidos, Kozak anunció que ésta tomará como punto de partida los principios de transparencia y lucha contra la corrupción derivados del Compromiso de Lima. Asimismo, dado que en 2021 fue el vigésimo aniversario de la Carta Democrática Interamericana, esa efeméride sirve al gobierno de Estados Unidos para reafirmar el compromiso de la región de proteger las instituciones democráticas y al mismo tiempo fortalecer sus economías, que se proponen como temas para la agenda de la Novena Cumbre. Esto explica en parte la decisión de excluir a los tres países con regímenes no democráticos (Venezuela, Nicaragua y Cuba).

Otros de los temas avanzados por Kozak para nutrir la agenda de Los Ángeles, es el problema de la recuperación del Coronavirus y el papel de Estados Unidos. Al mismo tiempo, adelantó que EE. UU. reconoce que los gobiernos latinoamericanos no serán capaces de impulsar solos la recuperación de sus economías, necesitarán la ayuda de inversionistas y ciudadanos, siempre que, afirmó, se haya creado el entorno adecuado. En esa razón y siguiendo la tendencia reciente en estas cumbres de promover la participación de organismos civiles, Kozak también ofreció en su discurso que “los Estados Unidos garantizarán la participación de dirigentes democráticos e instituciones eficaces, así como de diversas voces del sector privado y de la sociedad civil, incluidos los grupos marginados y en situación de vulnerabilidad”.

La propuesta de abrir más espacios para la participación de la sociedad civil en la Novena Cumbre se refuerza con el reconocimiento de que en todas partes de las Américas, “los ciudadanos exigen cada vez más una gestión pública más responsable y eficaz. Las prioridades de la Cumbre deberán dar testimonio de las necesidades prácticas de la industria y de los pueblos de las Américas”, sentenció Kozak.

Si esto no fuera suficiente para los gobiernos latinoamericanos que han optado por mantener sociedad cerradas, anunció que, como anfitrión de la Cumbre, EE. UU. espera ofrecer a los líderes independientes de la sociedad civil la oportunidad para que interactúen directamente con los representantes de los gobiernos. Además, junto con la OEA ofreció defender la democracia como prioridad máxima del hemisferio, lo que incluye la restauración democrática en Venezuela y Nicaragua y “responsabilizar al régimen cubano de sus abusos”.

En resumen, hasta ahora la Novena Cumbre propone abrir más espacios a la sociedad civil de los países miembros, además, promover el diálogo entre estas organizaciones y los gobiernos de sus países y hacer de la democracia la prioridad en el hemisferio americano, buscando restaurar la democracia en Venezuela y Nicaragua, y el tema de Cu.

Por supuesto que son temas que incomodan y mucho al gobierno mexicano. Hacer que el presidente se reúna con los principales líderes de las organizaciones civiles defensoras de la democracia y las que luchan en contra de la corrupción en México, o dar vida al languideciente Sistema Nacional Anticorrupción creado en 2017 y que ahora está atado de manos por la falta de recursos y de apoyo del gobierno en México, es algo para lo que López Obrador ni está mentalmente preparado y además no forma parte de su agenda de gobierno.

Edna Jaime, de la organización México Evalúa[1], señala que el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) nació a mitad de un gobierno con múltiples señalamientos de corrupción, e intenta ahora desarrollarse con un ejecutivo federal que lo ignora. El combate a la corrupción es poco funcional debido a que se ha combinado la captura de algunas instituciones, nombramientos con perfiles inadecuados, falta de profesionalización, capacitación inadecuada y falta de inversión en recursos humanos y económicos, además de falta de independencia, de capacidades y eficacia en la procuración de justicia.

Una cumbre de diseño

La Novena Cumbre tiene una agenda que está diseñada especialmente para aquellos que gobiernos que han excluido a las organizaciones civiles de las tareas de gobernar y que han roto todo dialogo con ellas. Pareciera en ese sentido estar pensada especialmente para México. Porque Nicolás Maduro como sea sostiene conversaciones con sus opositores, aunque en forma irregular. En Nicaragua simplemente se encarcela a todo opositor y su presidente ya advirtió que no asistirá a la Cumbre, aunque lo inviten. En Cuba el asunto no es tema y tampoco pareciera tener interés en asistir. Para López Obrador tampoco en un tema en su agenda de gobierno y de sto ya ha dado muestras sobradas.

El esfuerzo de libre comercio que inspiró inicialmente la Cumbre de las Américas fracasó finalmente en 2005, en Argentina. Sin embargo, se avanzó en la firma de tratados bilaterales con una tercera parte de los países de América Latina, México, Chile, Costa Rica, entre otros. según se puede consultar en la página del Departamento de Estado norteamericano (https://www.state.gov/trade-agreements/existing-u-s-trade-agreements/. El desarrollo de ventajas comparativas reveladas en estos países ha sido mayor que las que muestran los países que rehuyeron estos acuerdos de integración comercial, según datos de UNCTAD.

Conclusión

América latina se encuentra ahora ante un gran desafío. Los pronósticos económicos del Fondo Monetario Internacional predicen un bajo crecimiento para 2022 y 2023, inferior al que se espera para el continente africano. Según la última estimación del FMI América Latina puede crecer un 2.3% 2022 contra 2.5% en el mundo, un resultado peor incluso al que se espera para el África subsahariana que crecerá 3.8%; y en el 2023 continuará ese desequilibrio.

La IX Cumbre puede ser un buen momento para relanzar el esfuerzo de recuperación económica de la región latinoamericana en el nuevo orden económico mundial configurado por la recuperación de la pandemia y la invasión rusa a Ucrania.

Si queremos distinguir entre ganadores y perdedores de las diferentes ediciones de la Cumbre de las Américas podemos decir que este ha sido el bloque de países del nuevo socialismo latinoamericano, porque lograron frenar lo que era el principal tema que animaba estas reuniones. Además, han aprovechado este importante foro para atacar los Estados Unidos dado el constante conflicto con Cuba y los frecuentes y constantes roces con la Venezuela de Chávez y Nicolás Maduro, y en su momento con Ecuador y Bolivia.

En el 2009 en Trinidad y Tobago, Barak Obama dijo “No he venido aquí para debatir acerca del pasado; he venido aquí para tratar del futuro”. Esto refleja el tono que había dominado las reuniones de la Cumbre y el predominio que habían alcanzado los países opuestos a las políticas estadounidenses.

Joe Biden busca respaldo continental en su política hacia Rusia por la invasión a Ucrania, además hay otros temas que es urgente que aborden todos estos países. El tema de la crisis económica mundial, el reencauzamiento de los flujos comerciales en materias primas y alimentos agrícolas, y el tema de la cooperación energética global, luego de las presiones en el precio del gas natural y el petróleo por el mismo conflicto. Los países latinoamericanos pueden alcanzar en esta cubre acuerdos que les ayudan a combatir la inflación y mejoren las expectativas de crecimiento económico, para no hablar ya de los temas de cooperación económica e inversión extranjera. Particularmente, México no puede aislarse en estos momentos en los que se tomarán decisiones en la esfera de la cooperación internacional que pueden ayudar enormemente a su dilatada recuperación económica.  

Cumbre de las Américas ha sido un escenario de permanente conflicto entre los países del bloque del nuevo socialismo latinoamericano y Estados Unidos. Pero a esto ya estamos acostumbrados. Pareciera que, ahora, de cara a la Novena Cumbre, lo que busca es remover el foco del conflicto, suponemos que para concentrarse en los temas que es urgente resolver. Además, las últimas ediciones revelan que tratan de abrir el dialogo con la sociedad civil de los países latinoamericanos, un poco emulando la experiencia que han tenido con Venezuela, donde han tratado de encontrar un entendimiento con las fuerzas opositoras al gobierno. En este sentido, la opción para México parece ser pasar del “come y te vas” del 2004, al “vas porque vas” del 2022.

Dr. Eliseo Díaz González

El Colegio de la Frontera Norte

Referencias

Michael G. Kozak (2020), Discurso en la Ceremonia De Cambio De La Presidencia Del Proceso De Cumbres De Las Américas.  Secretario Adjunto Interino, Dirección De Asuntos Del Hemisferio Occidental. https://www.state.gov/Ambassador-Kozak-Remarks-at-Summit-of-Americas-Chair-Transition-Ceremony

Aznárez, Juan Jesús (2002), Fox visita a Cuba para romper el hielo con el régimen de Castro. Diario El País, Internacional, 4 de febrero de 2002. https://elpais.com/diario//2002/02/04/internacional/1012777210_850215.html 

Anatoly Kurmanaev y Jack Nicas. La Cumbre de las Américas de Biden se ve amenazada por boicots y confusión. New York times, 12 de mayo de 2022.


[1] Edna Jaime, Cómo relanzar la lucha anticorrupción (sin ingenuidades). Periódico El Financiero, mayo 2 2022. https://www.elfinanciero.como.mx/opinion/edna-jaime/2022/05/20/como-lanzar-la-lucha-anticorrupcion-sin-ingenuidades/

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