Negros nubarrones en el escenario laboral

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Opinión de Cirila Quintero Ramírez Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 20 de abril de 2023

Cuando la Nueva Ley Federal del Trabajo (NLFT) fue proclamada el 1 de mayo de 2019, las expectativas sobre la democratización sindical e impartición de justicia eran muy grandes. La posibilidad de impulsar sindicatos democráticos y que los conflictos laborales fuesen solucionados de manera expedita, sin embargo, a casi cuatro años de su instauración, la realidad dista mucho de ser exitosa, y más aún prometedora, para los trabajadores. Menciono algunos ejemplos. 

El reconocimiento de sindicatos independientes no ha sido fácil, muchos de ellos han enfrentado una serie de problemáticas burocráticas de parte del centro de conciliación y registro que les han impedido obtener el derecho al recuento para convertirse en sindicato titular, como sería el caso de los trabajadores de 3M.  Otros como el caso de Tridonex, les llevó casi tres años ser reconocidos. La rapidez y eficacia no ha distinguido a estos nuevos centros, en donde la inexperiencia de los nuevos funcionarios ha sido un factor importante para que la resolución expedita de los conflictos. Por otra parte, si bien se puede haber incrementado los sindicatos independientes habría que hacer un análisis cualitativo detallado de las características y su funcionamiento. Conozco casos de algunos de estos sindicatos independientes recién registrados y son escisiones de sindicatos corporativos. Otros son sindicatos de empresa. Además, en los nacientes sindicatos, no es clara la mayor participación de la base obrera, por ejemplo, recientemente, el SNITIS, sindicato surgido del movimiento de Matamoros en el 2019, cambió liderazgo y no existe claridad de cómo se eligió.  Entonces no necesariamente que se hayan incrementado los sindicatos independientes significa que haya mayor democracia sindical. 

El otro procedimiento central ha sido la legitimación de contratos, considerado como nodal para que los trabajadores conozcan y reconozcan su contrato colectivo. El proceso ha sido muy lento, en enero de 2023, se expresaba que solo el 8.6%, a 100 días de que finalizará el tiempo para legitimación, había hecho este procedimiento, y estimaba que lo más que podría alcanzar sería el 13%, https://www.gob.mx/stps/prensa/100-dias-para-concluir-el-plazo-de-legitimacion-de-contratos-colectivos?idiom=es. Lo que constituiría un resultado nada favorable de este procedimiento, dada la escasa participación, mucho se ha dicho que serían los contratos colectivos de los sindicatos de protección los que desaparecerían, sin embargo, existen otros sindicatos  no lo han hecho por su falta de información y capacitación para hacerlo. Si bien, se prolongó la fecha para el procedimiento hasta el 31 de julio, la STPS ha dejado claro que solo será válido el proceso para quien haya iniciado sus trámites a más tardar el 1 de mayo. En torno a lo que vendrá después, reina la total incertidumbre, legalmente todo contrato no legitimado dejará de tener validez, la pregunta sería ¿cuántos de estos sindicatos eran reales y por una falta de información o su no cumplimiento de trámites burocráticos se les desconocerá?

Empero, el punto que enciende las alarmas es la forma en la que se están tratando los despidos, las movilizaciones de los trabajadores, asociado con la impartición de justicia laboral. El movimiento de Matamoros en donde participaron más de 90,000 trabajadores, fue dejado a la resolución de los actores locales, las instancias laborales estatales y laborales se hicieron a un lado, en lugar de brindar posibles escenarios de solución del conflicto. Los despidos por quiebra de empresas como Aeromar o Interjet ha sumido en la total incertidumbre a los trabajadores, quienes no vislumbran con claridad un camino para ser escuchados y que se les pague sus indemnizaciones correspondientes. Más preocupante aún es la afectación, reestructuración, desaparición que el gobierno federal está haciendo de instancias gubernamentales, paraestatales o instancias en donde el  estado es el patrón, y que está propiciando el desempleo de cientos de trabajadores, como sería el caso del INE, o podría ser el caso del  IFAI, el caso más extremo sería el de  Notimex, en donde el ejecutivo ha declarado su extinción, después de una huelga de tres años en donde no hubo ninguna voluntad para negociar, y que sigue vigente, y que plantea si realmente se está apegando a derecho esta decisión (orden) para desaparecerla, estando en huelga, (https://lasillarota.com/opinion/columnas/2023/4/18/notimex-la-huelga-rota-intencionalmente-424656.html).  Otras propuestas de fusiones, desapariciones que parecen estar en camino causan alarma en torno al número de desempleados que a lo que esto puede conducir https://twitter.com/ZETATijuana/status/1648498529311289344. Más allá fr no estar de acuerdo con las instituciones, más bien sería con su funcionamiento, habría que valorar que detrás de cada transformación, afectación o cierre de una instancia hay cientos de trabajadores y familias que son afectadas en sus ingresos de la noche a la mañana. Ciertamente, el gobierno, en todos sus niveles, nunca ha sido buen patrón en cuánto a salarios o prestaciones, sin embargo, no se recuerda el recorte de cientos de trabajadores a raíz de las decisiones gubernamentales o justificadas por una supuesta austeridad; los despidos se han registrado durante los cambios de gobierno, especialmente de funcionarios de mediano y alto nivel, pero los trabajadores de base habían sido respetados. Habrá que hacer un balance del comportamiento de la plantilla laboral al servicio del gobierno para conocer qué sectores fueron los perdedores y quienes los ganadores de empleo gubernamental.  En este último, pareciera que la SEDENA y Marina fueron unos de los sectores beneficiados. 

Para cerrar, mientras la implementación en materia de registro de sindicatos, legitimación de contratos parece haber avanzado, hay otros procedimientos en donde los Centros de Registro y Conciliación Laboral y el personal operando en ellas aún no saben cómo tratarlos baste un ejemplo, después de la huida de la planta de Componentes Universales en Matamoros, y de un estallamiento de huelga, por parte del sindicato, para poder acceder a los bienes de la empresa para indemnizar a los trabajadores, el Centro de Registro,  a través del sindicato, les está solicitando a  los trabajadores llenar un formato de conciliación individual, ¡cuando es un conflicto colectivo!, imagine el lector lo que son 600 solicitudes de conciliación en un centro de registro y conciliación laboral de reciente creación, y sin experiencia para litigar en estos casos, y que además arrastra cientos de expedientes de conflicto no solucionado por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, que fueron cerradas pero se supone que aún están dirimiendo casos pendientes. Aunque la pregunta central sería ¿con quién van a conciliar los trabajadores, que más bien debería ser el sindicato, si la empresa se fue?  Estos ejemplos, de los muchos que se podrían citar, evidencian nubarrones muy negros en un escenario que se esperaba sería esplendoroso para los trabajadores; los cuáles pueden desembocar en una fuerte tormenta laboral y social, si es que los encargados de la impartición de justicia laboral no se aplican a la atención de estos conflictos laborales. Los trabajadores están cansados y se manifiestan rebasando a autoridades y líderes, ayer, los obreros de esta planta, hicieron una manifestación al frente de las instalaciones de la Presidencia Municipal exigiendo una reunión con el Presidente Andrés Manuel López Obrador ante su posible visita a Matamoros, la pregunta sería ¿serán escuchados?.

Cirila Quintero Ramírez

El Colegio de la Frontera Norte