Migrantes desaparecidos: una compleja problemática en aumento

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Opinión de Artemisa López León Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 19 de mayo de 2022

La desaparición de personas es una grave problemática que se vive en México y, en las últimas semanas, los medios de comunicación han dado cuenta de diversos informes y reportes de colectivos, organizaciones ciudadanas y organismos internacionales que muestran esa realidad que se ha vuelto centro de atención cotidiano.

Cuando las personas desaparecidas son migrantes indocumentados que transitan por México, la complejidad de la problemática se recrudece porque la misma dinámica migratoria entraña dificultades para la protección y la localización de los migrantes.

En términos cuantitativos, la desaparición de migrantes es una cifra que se contabiliza por decenas y cientos y se acumula por miles. Por ejemplo, el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional de las Migraciones estima que, en los últimos ocho años, han desaparecido casi tres mil cuatrocientos migrantes y el Programa de Búsqueda de Personas Migrantes Desaparecidas del Servicio Jesuita a Migrantes México, entre 2007 y 2021, atendió casi mil trescientos casos de personas migrantes desaparecidas, 71% de ellas centroamericanas.

De acuerdo con la información del portal periodístico independiente Pie de Página, los reportes oficiales de 23 de las 32 fiscalías estatales muestran que va en aumento la desaparición de migrantes, en su ruta hacia Estados Unidos. En términos geográficos, Pie de Página ubica a Ciudad Juárez como el municipio donde más migrantes han desaparecido: 121 en los últimos dos años y solamente se han localizado a 47, sin especificar si la localización fue con vida. 

Sin embargo, en cualquier punto de la frontera norte pueden desaparecer los migrantes, basta recordar que, a mediados de abril pasado, en Playas de Tijuana desapareció un cubano que intentaba cruzar a Estados Unidos por el mar y, hoy por hoy, sus posibilidades de sobrevivencia son mínimas. 

Hace unos días, La Jornada Baja California, daba a conocer que la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos (Movimiento Migrante Mesoamericano) solamente ha encontrado a trescientos setenta migrantes con vida, desde 2006 que inició ese movimiento.

Esos datos duros, en perspectiva, por un lado, muestran lo que ya sabemos pero aún no resolvemos satisfactoriamente: hay poblaciones vulnerables que transitan por lugares peligrosos y, en la última década, esas poblaciones se han visto muy afectadas porque, como lo ha documentado Simón Pedro Izcara para el noreste de México, los migrantes son secuestrados por el crimen organizado para reclutarlos.

Por otro lado, estos datos duros nos dan una idea de esta compleja problemática porque no se trata sólo de cifras y lugares sino de personas que un día salieron de sus terruños con la idea de llegar a los Estados Unidos y vivir el sueño americano y no sabemos si lo lograron porque parece que se esfumaron, aunque eso es humanamente imposible.

A partir de la presión y sensibilización que han logrado hacer los colectivos de búsqueda de desaparecidos y los de migrantes, hay dos acciones que vale la pena destacar. Por un lado, la Primera Brigada Internacional de Búsqueda de Personas que tuvo lugar, en febrero pasado, en Sonora y Baja California y a la que se sumaron personas de Sinaloa. Por otro lado, el Acuerdo SNBP/007/2021 por el que se crea la Mesa de Búsqueda de Personas Migrantes Desaparecidas que fue publicado, el pasado 4 de mayo, en el Diario Oficial de la Federación. Esa mesa estará bajo la coordinación de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas y tiene la finalidad de contar con un espacio de coordinación, intercambio y actualización continua de información, promoción de buenas prácticas y seguimiento.

Ambas acciones aún son primeros intentos de sumar esfuerzos de la ciudadanía y las autoridades gubernamentales para encontrar caminos que nos lleven a una solución duradera e intentar revertir una problemática que no sólo atañe a las autoridades ni a quienes tienen un ser querido desaparecido sino a todos. En un México de migrantes y con una problemática de desapariciones de tanta magnitud, cualquiera podemos ser susceptibles de sumarnos a esos datos duros, ya sea como migrantes, desaparecidos o buscadores.

Dra. Artemisa López León

El Colegio de la Frontera Norte