¿Por qué un país debe contar con una agenda ambiental? En primera instancia para atender los problemas que dañan al ambiente y por ende a las poblaciones humanas y todos aquellos recursos que nos brindan un servicio ecosistémico (agua, suelo fértil, aire, paisaje, etc.). Otros motivos son de índole de acuerdos y políticas internacionales, así como aspectos económicos globales.
Por ejemplo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, indica una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 Estados Miembros entre los que se encuentra México, que suscribieron que la Agenda será la guía de referencia para el trabajo de las instituciones en pos de esta visión sustentable durante los próximos 15 años, (Cepal, 2018).
Dicha Agenda está constituida por 17 objetivos entre los que destacan en materia ambiental: agua limpia y saneamiento; energía asequible y no contaminante, industria, innovación e infraestructura; ciudades y comunidades sustentables; producción y consumo responsables; acción por el clima; vida submarina; vida de ecosistemas terrestres y alianzas para alcanzar los objetivos, que a su vez cuentan con 169 metas y 231 indicadores, que están interrelacionados en pro de una mejora en la calidad de vida humana y del medio ambiente.
Al ser nuestro país un Estado miembro, debe considerar dicha Agenda como una herramienta de planificación y seguimiento de políticas internacionales y nacionales en materia medio ambiental con una visión a largo plazo, que sea el apoyo para que podamos seguir nuestro desarrollo sostenido, inclusivo y en armonía con el medio ambiente, a través de políticas públicas e instrumentos presupuestarios, de monitoreo y evaluación. Dicha consideración son los pilares que la próxima administración de gobierno ha considerado y refiere como: a) Mitigación y adaptación al cambio climático; b) Manejo integrado de cuencas hidrográficas y agua: c) Manejo integral de zonas costeras (MIZC) y marinas; d) Manejo integral de territorio insular mexicano (TIM); e) Manejo integral forestal y de suelos y f) Áreas naturales protegidas.
Sin embargo y acorde con lo referido por los expertos de la UNAM (2018), los problemas y retos en temas ambientales que tiene nuestro país son tantos que ir desentramando esta complejidad para darle solución. Por ejemplo: hay problemas de pérdida de los ecosistemas y biodiversidad; creciente ilegalidad en el aprovechamiento forestal; movilidad que se liga con la contaminación y vulnerabilidad de las ciudades; falta de inversión en energías renovables; agotamiento pesquero y destrucción de manglares; agotamiento de hidrocarburos convencionales; erosión de suelos y la pérdida de seguridad alimentaria y falta de acceso al agua de calidad.
Lo anterior es consecuencia de políticas ambientales sectorizadas; disminuido el presupuesto y la separación de políticas que no ha atendido la salud ambiental y social. Todo esto, ponen en riesgo a corto y mediano plazo la calidad de vida de grandes grupos sociales y procesos productivos, en que se ha basado nuestra economía y el acceso a servicios ecosistémicos básicos. A lo que se suma la necesidad de contar con una adecuada gobernanza y evitar la corrupción, afrontar una creciente demanda de dichos recursos ecosistémicos por parte de la población y la subsecuente generación de residuos que genera ésta.
El esquema de problemas referido, nos lleva a preguntar si las metas que propone el próximo gobierno, no parecen buenos deseos a cumplir no sólo para el 2019 sino para más allá del sexenio de competencia. A lo que se suman otras preguntas a resolver: ¿Cómo lograr dichas metas socio ambientales?; ¿Se cuenta con información básica, recursos humanos capacitados y recursos económicos suficientes, entre otras cosas para cumplir las metas?; ¿Quiénes tendrían que participar y cómo se haría dicha participación?, entre otros cuestionamientos que surgen ante el panorama de problemas y metas a cumplir. Así, me permito preguntarle querido lector ¿Cree que las metas ambientales del próximo gobierno son alcanzables o sólo son buenos deseos a cumplir? o ¿Las metas a cumplir serían regalos que se pretenden solicitar a los reyes magos o Santa Claus?
Dra. María Eugenia González Ávila, El Colegio de la Frontera Norte.