Marca Propia: Leche y Harina, Cerveza y Gastronomía

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Opinión de Araceli Almaraz Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

viernes 25 de agosto de 2017

El primer cultivo de trascendencia para la agricultura de Baja California fue sin duda el algodón. Gracias a la primera guerra mundial el despegue del valle de Mexicali suscitó una dinámica sin precedentes. Este proceso se acrecentó después de 1945 y se prolongó por dos décadas más, hasta la caída estrepitosa que el algodonero experimentó en 1968. A pesar de ello, la producción de la fibra se ha recuperado, logrando una nueva etapa de reposicionamiento a escala nacional. En el periodo de 1920 a 1970, las industrias paralelas al procesamiento del algodón fueron en esencia la harinera, la lechera y la cervecera. En la actualidad la revolución agrícola continúa en nuestros valles y está cada vez más ligada a la gastronomía regional. De 1980 al 2015, los cultivos de nuestra entidad han experimentado una dinámica diferente en donde se combinan tradiciones, cultura gastronómica y exploración de mercados.

Impactos del algodón en la industria de Baja California

Técnicamente en 1914 se contaba con uno de los sistemas de irrigación más avanzados, que permitieron la siembra de más de 60,000 has. de algodón y la instalación de más de 25 despepitadoras, así como fábricas de manteca, aceites, glicerinas, y jabón. Las primeras procesadoras de algodón en hueso instaladas en nuestra región fueron: La Colorado River Land Co. (1907), La Compañía Algodonera de la Baja California (1916), La Mexican Chinnese Ginning Company S. A. (1919) y La Lower Colorado River Ginning Company S.A. (1922).

 

Nuevas industrias alimenticias en Baja California (1920-1970)

A la par del despepite y el empaque de algodón se fueron desarrollando otras industrias del ramo alimenticio. Destacan la industria harinera, la cervecera y la lechera. La característica en los primeros dos segmentos fue el vínculo con cultivos regionales como el trigo y la cebada. En la industria lechera, los productos primarios siguen siendo la alfalfa y los forrajes vinculados a la producción ganadera.

Las empresas pioneras de la industria harinera fueron: La Compañía Harinera de Baja California (1924), La Molinera Del Valle (1939)​,​ y los Molinos Harineros El Rosal (1950) y El Clavel (1954). En la producción de cerveza de 1920 a 1940 destacaron La Cervecería del Norte S. A. (1919), La Cervecería de Mexicali (1923), La Aztec Brewing Company S.A. (1923), La Compañía Cervecera de Tijuana, S. A. (1925), La Compañía Mexicana de Malta, S. A. (1929), La Compañía Cervecera La Fortuna S. A.  (1931), La Compañía Industrial Mexicana S. A. (1931) y Cervecería de Anza (1935).

Por su parte, la pasteurización de leche entre 1920 y 1950 estuvo a cargo de las industrias Lechera la Suiza de Tijuana (1926-1950) -posteriormente convertida en Pasteurizadora Jersey del Noroeste-, Lechera Mexicana S. A. (1939-1940) antecedida por la Asociación Lechera Mexicana, S. C. R. L. (1934), Productores de Leche S. R. L. (1944), Lechería de Tijuana S. A. (1949), Distribuidora Roa, S. A. de C. V. (1950), Productora de Leche S. A. de C. V. (1957), Forrajería de Productos de Leche S. A. (1958)​,​ Establo Hermanos Alonso, S. A. (1959), Lechera Industrial Santa Martha, S. A. (1960), Establera Mexicana, S. A. de C. V. (1961), Alimentos de Baja California, S. A. de C. V. (1966) Lecheros Unidos de Tijuana (1967) y Pasteurizadora Ejidal de Tijuana, S. A. de C. V. (1968). Cabe señalar que a todos estos registros se unió en la década de 1950 otra industria igualmente emblemática de nuestra industria alimenticia: Productors Kern´s.

Los cultivos actuales y la gastronomía

La configuración del escenario agrícola en Baja California de 1980 a 2015 se ha modificado siguiendo la demanda externa e interna de hortalizas, la evolución de la gastronomía regional y el gusto por el buen vino. La producción de vino local elevó la superficie de vid sembrada a más de 7 mil has. entre 1980 y 1993 pero con ganancias moderadas. De 1994 a 2015 el promedio de siembra apenas rebasa las 4,200 has. pero con un mayor valor agregado. Este comportamiento está ligado de alguna manera a la evolución de la gastronomía regional. Por su parte, los mercados externos de hortalizas han motivado que productos como el tomate, la fresa, la cebolla, la frambuesa, el arándano, la col de bruselas y el espárrago se ubiquen en el top ten, al lado de cultivos como el trigo, la alfalfa y el algodón, que tradicionalmente han ocupado los primeros lugares en valor agregado a nivel estatal.

En los próximos segmentos de marca propia hablaremos de cómo la gastronomía regional ha tenido un impacto en la introducción de nuevos cultivos en las regiones agrícolas de Baja California y y aquellos que dejaron de ser rentables

Fuentes: RPPC, inscripciones de actas constitutivas en las secciones Comercio y Sociedades y Poderes (1914-1970).

Araceli Almaraz

El Colegio de la Frontera Norte