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Entre 1919 y 1943 se inscribieron 336 sociedades mercantiles en el Registro Público de la Propiedad y Comercio de Tijuana. Este periodo de gran dinamismo empresarial fue alentado por capitales estadounidenses y nacionales. En otros segmentos hemos recuperado la historia de inventores y el peso de ciertas actividades productivas, donde el comercio y los servicios se ven complementados por sociedades mineras, que van a destacar por un importante número de registros. ¿Quiénes voltearon sus miradas y dirigieron la inversión a Tijuana en este periodo?. En este segmento de Marca Propia hablaremos de los banqueros y su interés en la exploración de minerales, la construcción y otras actividades en Tijuana, las cuales abrieron nuevas sendas de acumulación y robustecieron las redes empresariales en ambos lados de la frontera.
Las empresas
De las 336 empresas registradas entre 1919 y 1943 en Tijuana, 13 tuvieron la participación de banqueros como accionistas. El 23 % correspondió a sociedades de responsabilidad limitada y el 77% a sociedades anónimas. El 46% de dichas empresas tuvo como objeto la exploración y / explotación de minerales y fundos mineros, aunque no fue en este segmento donde se invirtió más. Las demás sociedades mercantiles tuvieron dedicaciones diversas. Algunas se orientaron a la construcción de obras (15%), otras más a los servicios recreativos (15%) y a la compra y venta de bienes raíces (15%), y el 8% a la elaboración de vinos.
La “Mexican Development and Finances and Co. S. A.”, tuvo como accionista -en 1923- a William F. McAllister, quien declaró en ser banquero. La “Compañía Minera Fidelia”, registrada públicamente en 1924, contó con el banquero Lewis J. F. Jaeger, quien era originario de San Diego. La “Compañía Minera El Rey S. A.”, de 1926, tuvo como accionista al banquero Jack H. Brahm quien era originario de Brooklyn, New York, pero residía en San Diego. Wirt G. Bowman también reportó ser banquero –del First National Bank- en 1927 al momento de registrar en Tijuana a la “Compañía Mexicana del Agua Caliente, S. A.”. sociedad encargada del «Hotel y Casino de Agua Calitente». En el mismo año, Bruno Pagliar, de origen italiano y residente de San Francisco, declaró ser banquero al registrar la Cali-Juana Club S. A. El banquero del First National Bank of San Diego, Godfrey Leonard Strobeck, fue accionista de la “Compañía Constructora Mexicana del Pacífico S. A.” registrada en Tijuana en 1930. En ese mismo año, la “San Fernando Compañía Mexicana de Cobre” se registró con la participación de David Franklin Garrettson banquero del First National Bank.
Un personaje destacado en esta etapa fue John Salvatore Alessio, quien antes de dedicarse por completo a las actividades de recreación en Tijuana, representó al Banco del Pacíficoen cuatro sociedades que se registraron en esta ciudad: “Compañía de Fomento e Inmuebles del Pacífico Sociedad de Responsabilidad Limitada”, 1939, “Compañía Minera el Tono y Anexas S. A.” 1940, y las sociedades “Guadalupe Milling Minnig Co. S. A.” y “Compañía Minera del Gran Oeste, S. A.” ambas de 1942. En este mismo año aparece Roberto Iturbide como representante del Banco de Baja California en dos sociedades: “La Victoria” como en el de “Bodegas Cetto” (ambas sociedades de Responsabilidad Limitada). Vale la pena comentar que este banco tuvo sucursales en Mexicali, Tijuana y Ensenada.
Los banqueros
Estos registros nos confirman el gran dinamismo e interés por parte de inversionistas extranjeros en Baja California y también nos permiten iniciar una radiografía de las oleadas de pobladores que migraron a las Californias y alentaron actividades empresariales en el territorio. La mayoría de los banqueros estadounidenses que invirtió en Tijuana se había establecido en San Diego, siendo algunos originarios de la costa Este o el centro de Estados Unidos. La red de negocios para estos momentos ya era muy amplia y se extendía por varias ciudades de California y Arizona.
Sobre el origen de los banqueros y sus socios es evidente que la migración hacia California y Baja California nutrió el desarrollo empresarial. Estados como Pensilvania, Virginia, New York, Ohio y Kansas se encuentran como referencias de este pequeño grupo de inversionistas vinculados a sociedades en Tijuana. A finales de la década de 1940 las redes empresariales en California se volvieron más densas y el tejido empresarial más fuerte. Mientras que en ciudades como Tijuana comenzó a fortalecer de manera paralela los vínculos con California y una red de empresarios mexicanos. De este proceso nos encargaremos puntualmente en otro espacio.
Como era regular desde aquellas décadas, la mayoría de los inversionistas foráneos de este grupo no se estableció en Tijuana. Los banqueros cuyas sucursales se encontraban en la localidad, si encontramos continuidad y amplificación de la red de negocios. Esta afirmación se sostiene con trayectorias tan importantes como la que hoy día sigue la familia Cetto. Otro ejemplo de relevancia es el de Juan Salvatore Alessio M., cuyo legado prevalece en construcciones públicas. Y será a éste último personaje a quien dedicaremos el próximo segmento de Marca Propia.
Dra. Araceli Almaraz
El Colegio de la Frontera Norte[:]