Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Valle investigador del Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colef de El Colegio de la Frontera Norte

viernes 12 de septiembre de 2014

El 1 de septiembre pasado, la revista Alcaldes de México, celebró su quinto aniversario. Un proyecto original que incluye también otros proyectos editoriales para informar y promover a los municipios mexicanos, que no son pocos, 2 mil 440, según el INEGI.

Por cuarta ocasión y como parte medular del aniversario, se entregaron los Premios a las Mejores Prácticas de Gobiernos Locales 2014. Un total de 12 alcaldes y 3 alcaldesas recibieron la distinción. No se premia la labor general de los presidentes municipales, sino aquellas acciones que resultan positivas para la comunidad en temas puntuales: ordenamiento ambiental, eficiencia en agua potable, ahorro de energía, e-gobierno, por mencionar algunos. Se trata de una distinción no monetaria, que persigue estimular las acciones de los gobiernos locales y que son escogidos sin mediar convocatoria, como sucede con otros premios.

Además, la ceremonia anual sirve para reunir a funcionarios de los tres ámbitos de gobierno y a algunos políticos y académicos interesados en los problemas de la administración pública local. Es buena oportunidad para palpar el ambiente político, sobre todo ahora que nos acercamos aceleradamente al inicio del proceso electoral, cuya fecha de arranque formal es el día 7 de octubre y que culminará el 7 de junio del año entrante.

Ese domingo 7 se celebrarán elecciones para renovar la Cámara de Diputados federal, quinientos diputados, de los cuales 300 podrán reelegirse hasta por 12 años. Asimismo se desarrollarán elecciones concurrentes en 17 estados, en nueve de los cuales, además de elegirse diputados y alcaldes, se renovarán las gubernaturas.

Una de esas gubernaturas en disputa es la de Michoacán. El actual gobernador sustituto, el ex rector de la universidad local, Salvador Jara Guerrero, sólo durará en su encargo dos años. Después del desastre del gobierno encabezado por el priista Fausto Vallejo Figueroa, los panistas consideran que es su turno. Nunca el PAN ha podido ganar la elección; los hermanos Calderón Hinojosa, Felipe y Luisa María, mejor conocida como Cocoa, perdieron en 1995 y 2012, respectivamente.

Pues bien, una vez concluida la ceremonia de premiación de la revista Alcaldes, el senador Salvador Vega Casillas, me comentó que estaba dispuesto a contender por la gubernatura de su estado natal.

Efectivamente, Vega Casillas es originario de Apatzingán de la Constitución, y ha sido diputado local, federal y actualmente senador. Durante el gobierno calderonista se desempeñó como secretario de la Función Pública. Aseveró que estaba dispuesto a renunciar a la tranquilidad y beneficios del Senado, justo antes de terminar la mitad de su mandato. Me dijo: “va a ser muy aburrido lo que sigue; ya sacamos las reformas” y se reconoció como un eficiente operador de los acuerdos. Me dijo también que utilizaría su alias para ganar votos. Le encanta que le llamen “el Gallo”. Le cuestioné sobre su decisión y me dijo que como michoacano sabía cómo resolver los problemas, pues para eso era “muy gallo”. Al final le pregunté si podía hacer pública la exclusiva: “Desde luego”, me contestó y soltó una fuerte carcajada. ¡A que gallo tan madrugador!