Las fiestas de las ciudades gemelas

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Opinión de Xavier Oliveras Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

miércoles 15 de noviembre de 2017

Muchas ciudades gemelas a lo largo del mundo comparten y celebran conjuntamente festividades. Las ciudades gemelas son los pares de ciudades que se hallan una frente a la otra y separadas por una frontera. Originalmente, este concepto se refería a cualquier par de ciudades, pero con éste actualmente se designan las ciudades separadas por una frontera internacional.

En la frontera México-Estados Unidos, como es ampliamente conocido, hay varios pares. Las más conocidas a nivel mundial son Tijuana y San Diego, en la frontera entre Baja California y California, y Ciudad Juárez y El Paso, en Chihuahua y Texas. Además de éstas, también se pueden nombrar Matamoros-Brownsville, Reynosa-McAllen, Nuevo Laredo-Laredo, Piedras Negras-Eagle Pass, Ojinaga-Presidio, Nogales-Nogales, Mexicali-Calexico y otras más, incluso algunas de pequeñas como Nuevo Progreso, Tamaulipas y Progreso, Texas.

Como decía, muchas de las ciudades gemelas comparten festividades, con las que celebran la buena vecindad y la amistad, la paz entre los dos países fronterizos o buscan posicionarse como destinos turísticos o para atraer inversiones, entre otros motivos.

En la frontera México-Estados Unidos se da un fenómeno particular, específicamente en varias de las ciudades gemelas de la frontera con Texas; es decir, en aquellas donde el límite fronterizo coincide con el río Bravo (o Grande, como es denominado en Estados Unidos). Se trata de la “Ceremonia del Abrazo”, con la que se arrancan las festividades. En esta ceremonia se reúnen los alcaldes de cada ciudad en los puentes internacionales que las unen. La comisión de cada lado se acerca hasta el guardarraya, es decir, hasta la línea exacta donde pasa el límite fronterizo, y allí se encuentran. Como indica el mismo nombre, los alcaldes proceden a abrazarse; así como también otras autoridades reunidas y parejas de niños y niñas de cada lado. Igualmente se da un intercambio de regalos y de banderas: banderas mexicanas para las autoridades estadounidenses, y banderas estadounidenses para las mexicanas.

La ceremonia se celebra en 10 pares de ciudades, cada una con sus particularidades. En este sentido, por ejemplo, destaca la celebrada en Nuevo Laredo-Laredo, donde se abrazan también el padre Miguel Hidalgo y George Washington –o, más bien dicho, dos personas que encarnan estas dos figuras históricas–.

El motivo de esta ceremonia, además de dar inicio a las fiestas de la buena vecindad y de la amistad, es reafirmar anualmente la frontera entre México y Estados Unidos. Con el abrazo y el lugar donde se lleva a cabo, los puentes internacionales, los alcaldes y demás autoridades confirman que ese límite marcado es la frontera incuestionable entre ambos países. En este sentido, tanto el abrazo como el puente vienen a simbolizarla.

Este tipo de reafirmación fronteriza no es exclusiva de México y Estados Unidos; se da también en otras fronteras, aunque con rituales distintos. Tampoco se trata de una práctica reciente, sino que históricamente ha habido muchos ejemplos, como la Terminalia, una festividad romana por la cual se reafirmaban las fronteras del Imperio.

Pero en la Ceremonia del Abrazo también hay lugar para la subversión de la frontera. Así, los alcaldes de un lado y otro expresan que, más allá de la adscripción a un país u otro, comparten una región, que está articulada precisamente por las ciudades gemelas y el río Bravo o Grande. De nuevo, el abrazo y los puentes vienen a simbolizar esta unidad transfronteriza.

Es decir, y en resumen, que tanto el gesto corporal como el lugar significan a la vez la reafirmación de la frontera como su subversión, y ello se representa mediante esta ceremonia.

Dr. Xavier Oliveras

El Colegio de la Frontera Norte