Toda explicación parte de una pregunta. Y una pregunta bien planteada nos proporciona posibilidades de explicación sobre una realidad determinada. En su levantamiento de 2024, la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), incluyó la pregunta: ¿en qué estado de la República o país nació? La relevancia de incluirla en el cuestionario, está dada por las posibilidades de análisis que plantea, pues la ENIGH es la fuente de datos fundamental para medir la pobreza en México.
Esta encuesta se levanta los años pares, tiene representatividad nacional y estatal. Su objetivo es medir los ingresos y gastos de los hogares, tanto en su composición y procedencia, como en su distribución. Dichas propiedades de la encuesta son las que permiten medir la evolución de la pobreza a través del tiempo; además de que permite hacer la distinción por sector laboral.
Al incluir en el levantamiento de la ENIGH 2024, la pregunta sobre el lugar de nacimiento , se puede construir la categoría de migrante interno o internacional. Si a ello sumamos que ya de por sí, la encuesta nos permite conocer la actividad laboral, podemos conocer cuántas personas jornaleras agrícolas son migrantes. Pero no sólo ello, pues también permite hacer el planteamiento -otra vez la importancia de hacer una pregunta que derive en análisis- cómo se asocian la migración y la pobreza, particularmente entre las personas jornaleras agrícolas.
A partir de un modelo estadístico, llevamos a cabo esta medición de pobreza para las personas jornaleras, considerando aspectos como el género y la etnicidad. Nuestros resultados arrojan que las personas jornaleras migrantes tienen hasta 15 puntos porcentuales menos de pobreza que sus pares no migrantes, lo que refleja que la migración incide en la reducción de la pobreza. Cuando separamos los efectos por género y etnicidad, encontramos que las personas jornaleras indígenas migrantes reducen más de 20 puntos porcentuales su probabilidad de pobreza respecto a sus pares no migrantes. Es interesante observar lo que sucede entre las personas jornaleras no indígenas migrantes el efecto es de menos de 7 puntos porcentuales respecto a sus pares que no migraron. El hecho de que el efecto causal de la migración en la pobreza sea más grande en personas jornaleras indígenas se debe a que ellas, al ser en promedio más pobres, recurren a la migración laboral como estrategia familiar para enfrentar la pobreza.
Esta es una de las primeras indagaciones que permite la variable lugar de nacimiento, que se construyó a partir de la pregunta incluida por primera vez en la ENIGH. Sin embargo, hace falta seguir profundizando en: ¿por qué, a pesar de que es una de las ocupaciones más precarias, las personas migran a lugares tan lejanos para trabajar como jornaleros agrícolas? ¿Cuáles son las condiciones reales de existencia en sus lugares de origen? La respuesta requiere de un trabajo profundo de investigación in situ en las regiones expulsoras de los estados del sureste de México que, coincidentemente, son los estados más pobres del país: Chiapas, Guerrero, Oaxaca; donde el empleo es escaso y con salarios muy bajos. Porque puede ser que, de no migrar, corran el riesgo de caer en pobreza extrema y la migración entonces, más que una estrategia para enfrentar la pobreza, es una estrategia de sobrevivencia.
Ésta, forma parte de aquellas realidades que es imprescindible transformar ¿desde dónde? Desde los múltiples ángulos donde, histórica y estructuralmente, se le ha conducido a este grupo de población a tener como opción para enfrentar la pobreza, un trabajo extremadamente precario y lejos de sus lugares de origen.
Omar Stabridis Arana, Cecilia Salgado Viveros.
El Colegio de la Frontera Norte.
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