La decisión de cambio del puerto fronterizo por donde cruzará el ferrocarril del corredor T-MEC: ¿Amenaza o realidad?

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Opinión de César Fuentes Flores Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 6 de octubre de 2022

Recientemente llamó la atención de algunos medios nacionales e internacionales la decisión del gobierno mexicano de cambiar la ruta del ferrocarril del llamado Corredor T- MEC en territorio nacional y que en lugar de que cruce la frontera entre México y Estados Unidos por Texas, lo haga por Nuevo México. Lo anterior, en respuesta de la decisión política del gobernador de Texas Greg Abbott de realizar una doble revisión a los camiones de carga que cruzan la frontera de México a Texas, al argumentar que en éstos se transportaban migrantes y drogas prohibidas. Dicha acción, forma parte de su campaña de relección como gobernador del estado de Texas, así mismo busca llamar la atención a nivel nacional en Estados Unidos, con el objetivo de ser considerado como un potencial candidato a la Presidencia. Las dobles revisiones causaron largas filas de camiones de carga, que en algunos casos llegó a ser de hasta 20 horas, generando grandes pérdidas económicas en ambos países.

Por otra parte, es importante señalar el contexto en la que surge la propuesta del corredor T-MEC. El cual es una obra logística en el marco del T-MEC, que busca ampliar las conexiones ferroviarias de México con el Este de Estados Unidos y Canadá. La propuesta no es nueva, ya que, desde el TLCAN se propuso utilizar los puertos mexicanos del Pacífico, para que los barcos provenientes de Asia pudieran descargar las mercancías, debido a la saturación de los puertos del Pacífico de Estados Unidos y transportar las mercancías por tren a Estados Unidos y Canadá, pero nunca se concluyó.

A partir de la renegociación del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, se volvió a retomar el proyecto por inversionistas de Estados Unidos y México. Dicho proyecto incluirá la construcción de parques industriales, centros logísticos, puertos marítimos, aeropuertos y secciones del ferrocarril en etapas durante los próximos 15 años.

En marzo de 2021 se presentó el Plan Maestro en donde se señaló que la ruta del ferrocarril estaba planeada iniciar en el puerto de Mazatlán Sinaloa, pasar por Durango, Monterrey para cruzar a Estados Unidos por Laredo, para continuar por Dallas, Tulsa y Chicago hasta Winnipeg en Canadá. Sin embargo, la Secretaria de Economía informó que se cambiaría el puerto fronterizo por donde estaba planeado que cruzará la frontera, lo que implica cambiar la ruta en territorio nacional. Es decir, en iniciar en Sinaloa continuar por Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, se cambiará a la ruta que inicia en Sinaloa y continúa por Durango y Chihuahua hasta llegar a cruce fronterizo de San Jerónimo Santa Teresa, en la frontera de Chihuahua con Nuevo México.

Lo anterior, parece ser más una amenaza que realidad, ya que la decisión no parece tener en cuenta al menos cuatro factores. El primero, tiene que ver con que el gobierno mexicano no consideró, que el proceso de planeación de la infraestructura de movilidad transfronteriza entre México y Estados Unidos es muy largo, en donde participan muchas dependencias del gobierno federal de ambos países. Lo anterior, es un ejemplo clásico de un modelo de gobernanza transfronteriza con un enfoque de planeación territorial- Estado-céntrica (Peña, 2021). El proceso es comandado en la parte diplomática por la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Departamento de Estado, y en la parte técnica por la Secretaría de Comunicaciones y el Departamento de Transporte de Estados Unidos, por lo que sin la autorización de ambas dependencias la propuesta de cambio no se podría realizar. Es decir, un solo país no puede de manera unilateral tomar la decisión de modificar un proyecto de infraestructura de movilidad transfronteriza, como sería en este caso vías de ferrocarril.

Un segundo factor, es que decisión no considera que el proyecto del Corredor T-Mec sea a mediano plazo, es decir, se espera que su última etapa esté finalizada en 2035. Periodo en el cual posiblemente ninguno de los actores políticos actuales, estén en sus puestos y las decisiones sobre el punto del cruce del tren corresponda a otras administraciones públicas.

Un tercer factor, el trazo de la ruta del tren también tiene un componente técnico que busca lograr la máxima eficiencia y el menor costo posible. El transporte ferroviario de carga cuenta con factores a considerar; el volumen de la carga, la rapidez, la eficiencia de la ruta, la urgencia de la entrega de la mercancía, etc. En este caso el proyecto busca conectar a México con el Este de EUA y Canadá, por lo que cambiar el cruce del tren por el puerto fronterizo de Santa Teresa, incrementaría los costos de transporte.

Dr. César Fuentes Flores

El Colegio de la Frontera Norte