Mayo finalizó con una fuerte apreciación del peso como no se había visto en los últimos meses. Al 31 de mayo la cotización alcanzaba ya los 19. 69 MXN$ por dólar, un nivel que no se había observado desde principios de junio de 2021.
La prensa y las redes sociales buscan explicar la razón de esta apreciación del peso, pero no encuentran una razón para este fortalecimiento repentino y anticlimático de la moneda nacional. En esta nota trataremos de explicar este comportamiento de nuestra moneda en función de algunas variables que se relacionan con la coyuntura económica que vive tanto México como los Estados Unidos, en el escenario de una economía internacional a la baja. Todas las economías están decisivamente marcadas por el conflicto bélico desatado por la invasión rusa a Ucrania y la reacción de las economías occidentales ante la amenaza mundial que representa la agresión de la Rusia de Putin.
El conflicto vino a agravar las deterioradas condiciones económicas dejadas por dos años de pandemia marcadas por escasez de algunos insumos importantes para la producción manufacturera, el estrangulamiento de las cadenas de suministro y la parálisis o esclerosis en las operaciones logísticas del comercio internacional, que ya se observaban anterior al conflicto bélico.
Para explicarlo tenemos que entender cómo actúan en este contexto los factores de oferta y demanda que influyen tanto en el peso como en el dólar. Si vemos esto advertimos que hay algunos factores determinantes que están influyendo en ambas monedas y que conducen a esta situación, de apreciación del peso y el debilitamiento y depreciación del dólar.
Por el lado de nuestra moneda se sabe que la principal demanda de pesos se presenta en el mercado internacional. De acuerdo con el Banco Internacional de Pagos, cerca de un 70 por ciento de la demanda de pesos ocurre fuera del país, este es un efecto por supuesto de la presencia creciente y determinante de firmas multinacionales operando en México y que demandan pesos para efectuar sus transacciones en el interior del país. En este periodo ocurren dos fenómenos importantes que tiene que ver con la demanda de pesos en el mercado internacional, Una es el pago del reparto de utilidades que conocemos en México y que se realiza en el mes de mayo. Por otra parte, la presentación de la declaración anual del impuesto sobre la renta, que para el caso de las personas morales y que, si bien se realiza en el mes de marzo, representa para las empresas internacionales una demanda rezagada de pesos para cumplir esas obligaciones.
El reporte más reciente de la Secretaría de Hacienda sobre el estado de la recaudación de ingresos públicos para el primer trimestre del 2022 reporta un incremento muy importante, y más que importante contradictorio, en la recaudación de ingresos públicos particularmente en impuesto sobre la renta. Como ha sido reiteradas veces y divulgado en los medios de comunicación y en las redes sociales, el mismo reporte así lo indica, este aumento en la recaudación se debe en particular a partir del esfuerzo de fiscalización realizado por el SAT en el pago del impuesto sobre la renta, que en lenguaje llano se traduce en mayores presiones a las empresas, incluso amenazas para resolver este diferendo fiscales que tengan con las autoridades y que se han traducido en incrementos importantes en el pago de los impuestos.
Creemos que este es un factor muy importante que está pesando la demanda de pesos y por tanto que su factor que influye en la apreciación de nuestra moneda.
Por otra parte, coinciden aquí las condiciones de oferta en las cuales, como el mismo reporte de la Secretaría de Hacienda lo muestra, hay cierto control del déficit público en un esfuerzo por mantenerlo en un rango de 3% del PIB, al mismo tiempo existe una política monetaria restrictiva que se basa en el incremento constante de la tasa de referencia del Banco de México. Esta política restrictiva implica una disminución en la oferta monetaria que, junto con la mayor demanda de monedas qué ocurre por estos factores señalados, crean las condiciones por el lado del mercado del peso que empujan a la apreciación.
Por el lado del dólar, encontramos algunos rasgos también similares, desde el punto de vista de la oferta monetaria. La Reserva Federal en los Estados Unidos también emprendió dentro de la política de normalización monetaria que había sido puesta en marcha y que se vio interrumpida y agravada por el problema de la pandemia, con la amplia dispersión de recursos en apoyo a la población que hizo el Gobierno norteamericano en 2020. La Reserva Federal impulsó con mayor determinación incrementar la tasa de interés de forma nunca vista. En la última sesión, se presentó un incremento de 50 puntos base en la tasa de interés de los Estados Unidos que provocó más tarde una situación cercana al colapso de los mercados financieros, con el desplome de las bolsas y el deterioro de prácticamente todos los índices bursátiles, incluyendo Standard and Poor´s y Nasdaq, que crearon una fuerte salida del mercado accionario. Por otra parte, antes había provocado también el colapso de las criptomonedas con el Bitcoin cayendo más del 30%, sin embargo, hacia fines del mes empezaron a recuperar valor. Creemos que esto es uno de los factores que están incidiendo en que los inversionistas se deshagan de sus a en dólares y eso provoca el debilitamiento de la moneda.
Por otra parte, la situación geopolítica que se ha generado a partir de la referida invasión rusa a Ucrania suscitó una fuerte reacción de las economías occidentales por sancionar a Rusia como una forma para contener el conflicto y forzar el alcance de la paz en Ucrania. Las medidas, sin embargo, no han tenido el impacto de corto plazo que se buscaba, en las últimas semanas ha habido una revaluación del rublo en parte debido a la habilidad que ha mostrado Putin para presionar a los obligados socios comerciales que le queda todavía el mercado del gas y el petróleo en Europa, para utilizar el rublo para realizar los pagos. Al mismo tiempo, muchas fuentes citan que Rusia ha logrado eludir el efecto de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y los países europeos, en gran medida por el acceso al mercado de criptomonedas. Como quiera que sea, esto es uno de los factores que han incidido en debilitar el dólar en parte porque, así como Rusia no ha sido capaz de lograr su triunfo contundente en el conflicto con Ucrania, los Estados Unidos tampoco han sido capaces de ver coronado con el éxito las sanciones económicas impuestas al antiguo imperio ruso de forma que logre detener el conflicto.
No deja de sorprender los resultados en el mercado cambiario dada la situación que enfrenta la economía del país. Si bien el último reporte del INEGI muestra un crecimiento económico anualizado de 1.8% en el último trimestre, y esto pareciera una buena noticia en medio de los pronósticos que pesan sobre la economía del país, en el que se espera un crecimiento alrededor del 2% para este año 2022, algunos analistas hablan con insistencia de que estamos en una situación de estancamiento con inflación. El crecimiento de los precios se encuentra en niveles no vistos en casi dos décadas. Insisto este panorama económico desalentador no pareciera ser o justificar una apreciación de la moneda, dada la actual situación de incertidumbre acerca del crecimiento económico.
Finalmente, como es sabido una apreciación del tipo de cambio favorece a las importaciones y desalienta las exportaciones. Esta situación pudiera inducir una condición de aumento en el déficit de la balanza comercial y del déficit en cuenta corriente, lo que podría tener impactos importantes y en sentido contrario sobre el tipo de cambio.
En la frontera norte, sin embargo, la cotización del peso fortalecida implica para los habitantes una mayor oportunidad para acceder a bienes en los Estados Unidos a un mejor precio y esto puede crear una situación de mejoría económica por un incremento en la capacidad de compra de los salarios en las ciudades fronterizas de México. Como consecuencia, los consumidores locales cruzan la frontera para demandar bienes a precios más accesibles, incrementando el saldo del comercio transfronterizo, que es una parte importante de la demanda de importaciones del país.
El régimen cambiario particular que se tiene en la frontera ayuda a que la fortaleza del peso se convierta ahí en una super fortaleza de nuestra moneda. El costo de captación de las casas de cambio locales, que hacen una mezcla de divisas compradas a precio preferente en el sistema bancario y la captación al menudeo de turistas y visitantes procedentes de Estados Unidos y los mismos trabajadores de la frontera mexicana que trabajan en los Estados Unidos y que cobran sus salarios en dólares, contribuye a que la cotización de la divisa norteamericana sea más baja que en las operaciones spot en el mercado internacional y el tipo de cambio en los bancos.
Una cotización por debajo de los 20 pesos por dólar en el mercado cambiario nacional implica para la frontera que el tipo de cambio que rige en las ciudades de esa región llega a bajar de los 19 pesos por dólar, acercándose incluso a los 18 pesos por dólar, lo cual pues es una muestra de la súper fortaleza de la divisa mexicana.
Por último, la situación actual del mercado cambiario responde a situaciones coyunturales que afectan tanto al peso como al dólar, por diferentes causas. No existen condiciones económicas para asegurar que esto se extienda más allá del corto plazo como ocurrió entre 2000 y 2006 cuando los altos precios del petróleo llevaron al prepago de la deuda externa. En los próximos días veremos que la cotización regresará a los niveles habituales, fluctuando entre los 20 y 21 pesos por dólar, regresando a esa situación de normalización del tipo de cambio en un contexto de elevada incertidumbre.
Dr. Eliseo Díaz
El Colegio de la Frontera Norte