Hace apenas una semana se festejó a las madres. Quizás la celebración más extendida en la cultura mexicana. Buena ocasión para rendirles tributo a las “autoras de nuestra vida”, como reza el lugar común. El mejor día para muchos…comerciantes. Se trata de un festejo que se instituyó, según una de las versiones, como producto de la lucha de una mujer pacifista norteamericana, llamada Julia Ward Howe, en 1873. Otra versión le concede a otra estadounidense la maternidad: Ana M. Harvis: “Anna nunca se casó ni tuvo hijos, y fue honrada por la iglesia el 10 de mayo de 1908 fecha en la que iniciaron las celebraciones por el Día de las Madres, aunque la primer declaración oficial se realizó en 1910 y ya para 1911 todo Estados Unidos celebraba el día especial”.
En México las mamás mexicanas celebraron su día por primera ocasión en 1911, pero fue hasta 1922 que se institucionalizó esta celebración que fue impulsada por Rafael Alducín, periodista de Excélsior, que retomó la iniciativa estadounidense argumentando que en México se preocupaban más por los valores familiares que los norteamericanos.
“El objetivo de Alducín era reflexionar sobre el papel que desempeñaban las madres con los hijos y a través de estas relaciones, reforzar los valores y generar una cohesión social. Esta idea fue aceptada principalmente por los vendedores ya que representaba un incremento en sus ventas y es así que desde hace muchos años en México se ha celebrado el Día de las Madres el 10 de mayo con mariachi cantándoles las mañanitas, festivales en las escuelas, comidas familiares en el lugar que más le agrada a mamá, flores coloridas y uno que otro obsequio”.
En el calendario electoral el 10 de mayo adquiere gran relevancia. Los candidatos y las candidatas, (635 para cargos federales y 1467 para estatales y municipales) han establecido una estrategia para desde los festejos tratar de ganar las simpatías de las mujeres (madres o no). Y claro que es un voto determinante. Del listado nominal nacional (quienes son electores potenciales), que suma 79 millones, 595 mil 394; el 51.83%, es decir, 41 millones 257 mil 775, son mujeres. Tres por ciento más que nosotros, los hombres. En Baja California, sin apartarnos radicalmente de esa distribución porcentual, el 49.80% son mujeres, es decir, 1 millón 159 mil 605.
En lo que resta de campaña (aproximadamente cinco semanas) deberemos ser testigos de una estrategia directa para ganar el voto de las mujeres. Según algunas encuestas, las mujeres están perfilando sus preferencias por el candidato Enrique Peña Nieto. Paradójicamente, al parecer las mujeres se están distanciando de la única candidata presidencial. Cuando Josefina Vázquez Mota compitió por la candidatura de su partido, su imagen como representante de las mujeres creció. Sin embargo, ese capital político se fue desvaneciendo en la disputa presidencial. Ignoro por qué razón, pero los estrategas de la candidata descuidaron la importancia de incluir la perspectiva de género. Incluso, en su cuarto de guerra, las mujeres son franca minoría. Es muy probable que pensaron que sólo con presentarse como mujer ya tenía ganadas las simpatías de las votantes. Me llama más la atención que en su estrategia se priorizara su rol de madre, al margen de una problematización donde quedara claro lo que implica ser mujer en una sociedad como la nuestra. Se presentaba como la mamá de todos los mexicanos.
El tiempo se agota; veremos si un viraje en su campaña que incluya respuestas para la problemática y aspiraciones de las mujeres, le es útil para ganar esa mayoría. Desde la izquierda la perspectiva de género tiene mayor raigambre, pero tampoco ha sido central en el discurso del abanderado presidencial; en el caso del PRI no ha habido una definición clara sobre el compromiso con la lucha de las mujeres. Pronto veremos si se dan cuenta que las mujeres cuentan y mucho.