*Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien escribe. No representa un posicionamiento de El Colegio de la Frontera Norte.
El 24 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros funcionarios públicos del Gobierno de México recibieron a una delegación estadounidense encabezada por la asesora de Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood-Randall, el subsecretario de Estado de Gestión y Recursos, Richard Verma, la fiscal general adjunta, Lisa O. Monaco, y la subsecretaria interina de Seguridad Nacional, Kristie Canegallo, para avanzar en la cooperación y lucha lucha global contra el fentanilo y las sustancias químicas de uso dual, el combate al tráfico de armas, la gestión de la migración y la modernización de nuestra frontera compartida.
El fentanilo es un opiáceo sintético que es extremadamente potente, hasta 50 veces más fuerte que la heroína y hasta 100 veces más fuerte que la morfina. Incluso pequeñas cantidades de fentanilo –2 gramos– pueden causar efectos letales, lo que aumenta significativamente el riesgo de sobredosis y muerte. La gran cantidad de casos de sobredosis en la sociedad estadounidense están vinculados al fentanilo fabricado ilícitamente, que se distribuye en mercados de drogas ilegales por su efecto similar al de la heroína. Con frecuencia se añade a otras drogas debido a su extrema potencia, lo que disminuye el precio del fentanilo, y con más potencia, adictivas y peligrosas.
Desde 2019 a 2021 las muertes por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos aumentaron un 94 %, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Los CDC han revelado que, sólo en 2021, más de 71.000 personas murieron en Estados Unidos por sobredosis causadas por opioides sintéticos. En 2020, las muertes por sobredosis crecieron un 20%, hasta los 91.799 casos. En 2021, se registraron 106.699, según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, un 16% más. Y en 2022, la Administración de Control de Drogas -(DEA por sus siglas en inglés) incautó de 50,6 millones de píldoras falsas y de 4.500 kilos de polvo de fentanilo, el equivalente a “más de 379 millones de dosis potencialmente mortales” (El País, 20 mayo 2023).
Los funcionarios de ambos países discutieron en la reunión del 24 de julio el compromiso de continuar los esfuerzos conjuntos bajo el marco del Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras de México y Estados Unidos (diciembre 2021) para combatir a los narcotraficantes; interrumpir el suministro de los productos químicos utilizados para fabricar fentanilo ilícito; prevenir el tráfico de estos narcóticos mortales a través de nuestra frontera compartida; y promover los servicios de salud pública para reducir el daño y la demanda e incrementar los servicios de tratamiento. También se reconoció que descubrir, interrumpir y desmantelar las redes de tráfico de armas de fuego es fundamental en nuestros esfuerzos conjuntos para combatir el fentanilo ilícito, y existe el interés de abordar el tráfico de armas de fuego que contribuye a la violencia (Departamento de Estado, 25 julio 2023).
Estos objetivos se plantean en el marco de la ineficacia de la Iniciativa Mérida (2008-2020) suscrita entre México y Estados Unidos, que ha dado pie a una crisis de la oferta y demanda del fentanilo desde el año de 2014. En tal contexto, el papel de la DEA -por sus siglas en inglés- también ha sido ineficaz para reducir a los grupos delictivos asociados a la distribución del fentanilo.
El 25 de julio de 2023 la secretaria de Seguridad de México, Rosa Icela Rodríguez, recibió a la asesora de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Dra. Elizabeth Sherwood-Randall y a la asesora de Seguridad Nacional e Inteligencia de Canadá, Jody Thomas (virtualmente) en la segunda reunión del Comité Trilateral sobre el fentanilo para impulsar y ampliar acciones de combatir el tráfico de drogas sintéticas.
El presidente Joe Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro Justin Trudeau establecieron este Comité trilateral, integrado por representantes de alto nivel de los tres países, durante la Cumbre de Líderes de América del Norte, los días 9 y 10 de enero de 2023, para orientar las acciones prioritarias a fin de hacer frente a la amenaza del fentanilo ilícito. El desafío de estas iniciativas es trascender al ámbito diplomático de los buenos deseos y promover una mayor efectividad de la política.
Los tres copresidentes reafirmaron sus compromisos de hacer frente a las drogas sintéticas y reiteraron las medidas: 1) intensificar y ampliar la persecución de los narcotraficantes y desmantelar las redes delictivas; una estrategia que enfatiza el enfoque policial y de manera secundaria, una política integral de reducción de la demanda; 2) combatir el suministro de precursores químicos utilizados para fabricar fentanilo ilícito e instar a las empresas químicas y de transporte privadas a que actúen para evitar su desvío; esto implica una eficaz estrategia multidimensional, multinivel y multiactor, hasta ahora ausente; 3) impedir el tráfico de drogas a través de nuestras fronteras; ha aumentado las estrategias policiacas, pero no se ha reducido la corrupción multiactor; y 4) promover los servicios de salud pública para reducir los daños y la demanda, educar a las personas sobre los riesgos del consumo de sustancias y proporcionar tratamiento. Estas estrategias han sido insuficientes y limitadas para reducir de manera sustancial el alto consumo de fentanilo.
En el año 2021 el gobierno estadounidense cambio su enfoque priorizando la salud pública. Los resultados han sido escasos. Existe una mayor demanda de fentanilo desde entonces y el número de muertes por consumo de opiáceos se ha incrementado en especial en Estados Unidos. El gobierno mexicano debe de exigir una mayor responsabilidad a Estados Unidos para reducir el alto consumo de drogas sintéticas con una estrategia multidimensional más eficaz. El problema no se asocia sólo a la relación entre México y Estados Unidos, sino un problema de dimensión global y con una participación destacada de China.
Las tres delegaciones se comprometieron a crear un grupo de trabajo de expertos para identificar los retos relacionados con los marcos legislativos y reglamentarios asociados a los precursores químicos, y equipos relacionados. Los tres países acordaron establecer un mecanismo ágil para compartir con prontitud las nuevas tendencias en materia de drogas ilegales y narcotráfico. El reto de estas iniciativas es el enfoque. El desafío de estas iniciativas es su viabilidad con base de enfoques integrales, según una eficaz integración de la gestión, gobernanza y políticas multidimensional, multinivel y multiactor con criterios de eficacia y efectividad.
Los tres países se comprometieron a seguir trabajando juntos para ampliar el apoyo internacional para hacer frente a la amenaza de las drogas sintéticas, basándose en la sólida colaboración de Canadá, México y Estados Unidos, y trabajando a través de la nueva Coalición Global para Abordar las Amenazas de las Drogas Sintéticas. A tal fin, los tres países se comprometieron a presentar los avances en el marco del Comité Trilateral sobre el Fentanilo a los socios de la Coalición en la próxima reunión de la Coalición Global, que se celebrará al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas (La Casa Blanca, 27 julio 2023).
El problema de estas iniciativas es su viabilidad y considerando la influencia de China como un actor clave de la gobernanza global delictiva y el papel activo de la Asociación Nacional del Rifle en Estados Unidos, que legitima y cabildea que se mantenga la influencia de las armas en el marco de la legitimidad legal. El país asiático también estuvo ausente en la reunión global convocada a principio de julio por el Secretario de Estado Anthony Blinken con 84 países para diseñar una estrategia global contra el fentanilo.
La crisis de consumo y abuso de fentanilo en Estados Unidos es una problemática compleja que requiere una estrategia integral y multidisciplinaria. La prevención, educación, tratamiento y control del mercado ilegal son pilares fundamentales en esta estrategia, con el objetivo de reducir el consumo de fentanilo, proteger la salud de la población y mitigar los riesgos asociados al uso de esta sustancia. Estos aspectos están ausentes de los acuerdos de la semana pasada en la ciudad de México. La implementación efectiva de estas medidas -24 y 25 julio- requerirá una coordinación estrecha entre gobiernos, profesionales de la salud, comunidades y organizaciones de la sociedad civil.
Por la complejidad del problema bilateral y global de la gobernanza delictiva del fentalino y por el mayor impacto político-electoral que implica la movilidad laboral irregular, se considera que el gobierno estadounidense promoverá una mayor atención a gestionar la seguridad fronteriza y de manera particular la migración irregular. Por ello se comprende que en el marco de la reunión binacional pasada se dio a conocer un espacio internacional multipropósito que el Gobierno de México planea establecer en el sur de México para ofrecer opciones de refugio y trabajo a las personas más vulnerables que actualmente se encuentran en México. También el gobierno estadounidense aceptará referencias de reasentamientos de refugiados de migrantes calificadas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que ya se encuentran en México (Casa Blanca, 28 julio 2023).
Una estrategia basada en el tratamiento es una opción efectiva y fundamentada para reducir el alto consumo de fentanilo en Estados Unidos. Al abordar la dependencia de manera integral, proporcionar acceso a atención médica especializada, enfocarse en la salud mental, prevenir la reincidencia y ofrecer una alternativa al encarcelamiento, esta estrategia podría reducir la dependencia estructural. El problema es que esta estrategia sigue siendo poco prioritaria en la agenda gubernamental estadounidense.
Dr. José María Ramos
El Colegio de la Frontera Norte
