El Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios (SNITIS) «Movimiento 20/32», titular del contrato colectivo de Panasonic Automotive Systems, en Reynosa, con poco más de dos mil trabajadores, ha anunciado para el viernes 9 de junio, a partir de las 5.45 am, el estallamiento de huelga, en virtud de no llegar a un acuerdo en lo que refiere al reconocimiento como sindicato titular, ni aceptar las peticiones que se solicitan en la revisión contractual 2022. El día 8 de junio, los abogados del sindicato, asesorados por la abogada Susana Prieto, y los abogados de la empresa tendrán la última reunión para evitar el estallamiento de la huelga. De estallar el conflicto se convertiría en la primera huelga vinculada en la era TMEC. Si bien existieron las huelgas en Matamoros en enero de 2019, no fueron huelgas vinculadas solo al TMEC sino a distintas condicionantes históricas y regionales. En tanto que la huelga de Panasonic si tendría una relación directa con lo fijado por el TMEC. Primero porque la planta tiene una demanda ante las instancias del TMEC por obstrucción a la libertad a la sindicalización, que ya ha sido aceptada por el gobierno mexicano, https://www.business-humanrights.org/es/%C3%BAltimas-noticias/m%C3%A9xico-gobierno-acepta-la-queja-de-eeuu-por-presuntos-abusos-de-los-derechos-de-las-personas-trabajadoras-de-la-planta-de-panasonic-en-reynosa/, Segundo, porque está asociada a la rama más monitoreadas por el TMEC: la industria automotriz y tercero porque quien estaría emplazando sería uno de los sindicatos que ha logrado la titularidad contractual a través de las pautas de democracia impulsada por la reforma laboral de 2019 y el TMEC. Así pues, de estallar la huelga, habrá que seguirla muy de cercas en torno a cómo se comportan los actores laborales involucrados pero también la actuación del gobierno, en sus distintos niveles, y los actores internacionales. Incluso en el caso de no estallar la huelga había que analizar la forma en la que se conjuró y sobre todo los acuerdos a los que llegaron las partes para el desistimiento y que tanto estas acciones muestran la conciliación y el beneficio a los trabajadores.
En el pasado, la mayor parte de maquiladoras con problemas laborales, o conflictos huelguísticos, decidieron cerrar sus plantas, dejando en algunas ocasiones sin la indemnización correspondiente a sus trabajadores, en tanto que los sindicatos fueron incapaces de frenar la movilización de las empresas. Algunos sindicatos, como el SJOIIM de Matamoros, introdujo en sus contratos colectivos, el pago de una fianza para asegurar los pagos en caso de cierre, en otros, como en Ciudad Juárez, los trabajadores montaron guardias para evitar la salida de maquinaria, que muchas veces fue obsoleta y difícil de vender. De estallar la huelga, habrá que seguir el proceso para ver qué tanto cambian las viejas conductas laborales: es decir, visualizar si en esta nueva era laboral: las empresa demuestra una actitud con mayor responsabilidad laboral y empatía hacia los trabajadores y sus organización; y si el sindicato muestra tácticas de negociación renovadas, más allá de las prácticas tradicionales asociadas a la huelga, como sería cuidado de instalaciones, como podría ser estrategias para brindar la protección física y alimentaria a los huelguistas, etc, y encontrar los caminos legales para agilizar la resolución de la huelga, que debería preverse dentro de las eficiencias que busca el nuevo sistema laboral, y sobretodo conseguir acuerdos que beneficien a la mayor parte de los trabajadores y no solo a los interese económicos y/o políticos de los liderazgos o de un selecto grupo. Por otro lado, la resolución que se diera a este conflicto también sería un excelente termómetro en torno al respeto a la huelga que se podría esperar no solo de los empresarios sino de las autoridades laborales y gubernamentales, pues si no es atendida debidamente, y se rige por la búsqueda de la justicia laboral, el panorama para los trabajadores que decidieran usar esta recurso, se tornaría muy lúgubre, porque si en una industria clave para la economía internacional no se consigue este avance laboral en sectores clave menos podrían esperar otros sectores poco relevantes económicamente.
El respeto a la huelga, como uno de los preceptos centrales marcados por la Organización Internacional del Trabajo, es de los derechos fundamentales que recupero la reforma laboral del 2018, y también lo recupera, aunque en menor medida, el capítulo 23 del TMEC, sin embargo, a la fechas el respeto a ella, o la voluntad por resolverla, no ha existido en México, particularmente en sectores vinculados con el gobierno federal y locales, es de llamar la atención, los casos de la huelga de El Colegio de Posgraduados, que lleva más de tres meses en huelga, sin que alguna autoridad busque el acercamiento. Por el contrario, los trabajadores tuvieron que probar la legalidad de su huelga, misma que consiguieron por un tribunal https://www.sintcop.mx/historico-el-tribunal-da-el-fallo-a-favor-de-las-huelgas-en-el-colegio-de-postgraduados-de-la-sader . Otro caso emblemático ha sido el de NOTIMEX en donde los trabajadores llevan poco más de dos años sin resolución de su conflicto https://www.ifj.org/media-centre/news/detail/category/press-releases/article/mexico-se-cumplen-dos-anos-del-inicio-de-la-huelga-de-notimex.html., y no se vislumbra voluntad política para solucionar este conflicto.
Ahora bien, a pesar de la no atención a los conflictos huelguísticos en la administración actual e incluso la negación de las autoridades laborales a aceptar los pliegos petitorios de algunas organizaciones sindicales de centros de investigación y docencia, como el caso de mi institución, por considerarnos del Apartado B, violando con ellos nuestros laborales, los trabajadores gubernamentales no han renunciado a su derecho a la huelga para conseguir sus demandas laborales. El día de ayer, 8 de junio, el personal de 26 preparatorias de la ciudad de México estallaron su huelga https://www.eluniversal.com.mx/metropoli/estalla-huelga-de-trabajadores-en-26-prepas-del-iems-en-cdmx, ante la negación a aceptar 3.5% de incremento salarial, además de la exigencia de otras peticiones, la primera respuesta del gobierno estatal ha sido no hay presupuesto para un mayor incremento. La situación luce difícil y preocupante dado los miles de estudiantes de educación media superior que será afectados. Empero no solo se mueven y protestar el sector gubernamental sino sectores privados como Teléfonos de México que ha aplazado su estallamiento de huelga. Resulta paradójico que en una época que se ha enfatizado las bondades del nuevo sistema laboral, los estallamientos de descontento laboral y de huelga se están acrecentando. Una razón más para seguir de cerca la posible huelga en Panasonic: colocar los reflectores en la forma en que México está respetando el derecho a huelga de sus organizaciones sindicales en general y no solo las vinculadas al TMEC.
Dra. Cirila Quintero Ramírez
El Colegio de la Frontera Norte