Corredor Fronterizo: En defensa de Trump

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Opinión de Oscar Misael Hernández Hernández Doctor de El Colegio de la Frontera Norte

martes 8 de noviembre de 2016

Donald J. Trump es más que conocido. No sólo ahora que es candidato a la Presidencia de Estados Unidos por el partido Republicano, sino desde hace varios años, en particular desde el 2004 cuando empezó el reality show The Apprentice, en el que la frase que lo lanzó a la fama –y que reflejaba su hermoso narcisismo empresarial y mediático- fue: ¡Estás despedido! Hoy en día, todos odian a Trump, en especial los mexicanos, los latinos, bueno no todos… ¡oh, pobre de Trump!, ¡tan lejos de NBC y tan dentro de Estados Unidos! Nadie lo entiende, pero algo se puede decir en su defensa.

1. “Lo que no has de querer, en casa lo has de tener”. Empezó a ser odiado por la comunidad migrante mexicana cuando expresó que de México a Estados Unidos se enviaba gente que tiene muchos problemas, que llevan drogas, que son violadores, aunque suponía que algunos eran buenas personas. Hay que comprenderlo por dos razones: primero, porque él mismo es hijo de una mujer inmigrante, Mary Anne McLeod, de Escocia, que llegó a USA en 1930, con una visa de turista pero se quedó para siempre… como algunos mexicanos que se aprovechan; segundo, en Estados Unidos la gente no tiene problemas, sólo detalles de discriminación étnica, desigualdad social, crisis económicas, y no existe gente que lleve drogas, sólo las consumen (22.5 millones en 2011, según un reporte de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental), mucho menos hay violadores, sólo algunos ofensores sexuales como los que detiene la detective Olivia Benson de La Ley el Orden (346,830 abusos sexuales de menores en 2012, y en el 30% de los casos los perpetradores eran miembros de la familia, según The US Department of Justice).

2. “Al mal paso darle prisa”. Su visión político-binacional es fenomenal. La construcción de un muro en la frontera México-Estados Unidos generaría muchos empleos para los mexicanos, pues sería el gobierno de nuestro país el que tendría que pagar su construcción. Después de todo ya tenemos una frontera que en muchas partes tiene vallas metálicas, cámaras de video, agentes de la Border Patrol que en conjunto son un muro, ¿qué más da otro? Los migrantes indocumentados ni deberían preocuparse: llegará el momento en que se requiera mano de obra en los campos agrícolas, los restaurantes, etc., y entonces, los puentes entre el muro se abrirán y una voz dirá: You are hired!

3. “¡Ay, dolor, me traes de encargo!” Etiquetar a los mexicanos como lo peor de lo peor (salvo excepciones), pensar construir un muro en la frontera y demás, lo hemos tomado mal. ¿Cuál es el trasfondo, por qué tanto odio? En febrero de 2015, en un twitter Trump expresó: “Tengo una demanda ante el corrupto sistema judicial de México que he ganado, pero hasta el momento no puedo reclamar. No hagan negocios con México”. Esta expresión tiene un precedente: según El Financiero, se debió a un mal-negocio de 12 millones de doláres en el concurso de Miss Universo en 2007, y según El País, a otros negocios fallidos en desarrollos turísticos en Playas de Tijuana y Cozumel. Así, ¿Quién no estaría enojado? También, en parte, tenía razón respecto al sistema: en 2014, el INEGI señaló que de cada 10 mil habitantes, 365 dijeron haber sido víctimas de corrupción, mientras que en 2015, un informe del CIDE señaló que el 56% de los ciudadanos no confiaba en el sistema judicial…

Las elecciones presidenciales en Estados Unidos son la próxima semana. Trump seguirá siendo un showman en la política (¿o la política es un show?) y sólo restar confiar en la célebre frase de Abraham Lincoln: “No puedes engañar a todo el pueblo todo el tiempo”.

Dr. Oscar Misael Hernández-Hernández
El Colegio de la Frontera Norte