Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Valle Profesor-Investigador del Colegio de la Frontera Norte de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 24 de enero de 2013

Prácticamente en la mitad del territorio nacional habrá elecciones el 7 de julio del presente año. Son 14 entidades que vuelven a tener actividad electoral luego del 1 de julio pasado. Pese a los avances en esa dirección, la concurrencia electoral de procesos federales y locales todavía se ve lejana. Es otra asignatura pendiente en el terreno de la reforma política.

El 7 de julio estarán en disputa 930 ayuntamientos (1348 si sumamos 418 que se gobiernan por usos y costumbres en Oaxaca) y 441 diputaciones locales; pero resalta que, a diferencia del 1 de julio pasado donde se eligieron 7 nuevos gobernadores, en esta ocasión sólo estará en juego la gubernatura de Baja California.

Los comicios de 2013 tendrán lugar en 10 entidades gobernadas por el PRI, (es decir, con gobernadores de ese partido), 3 por alianza PAN/PRD/otros y uno por el PAN. Ese es un indicador importante del mapa político mexicano.

La geografía política es muy interesante. La entidad con mayor concentración urbana es la de Baja California, donde en sólo 5 municipios vive toda su población. Pero en estados como Puebla, se contabilizan 217 ayuntamientos; en Veracruz 212 o Oaxaca donde hay 152 cabildos a los que se suman 418 gobernados por usos y costumbres.

Es muy probable que el mapa político se modifique relativamente poco después del 7 de julio. Lo que sucedió en la elección del año pasado es indicativo de los cambios y permanencias en las localidades del país. El PRI había iniciado la recuperación de los espacios que había perdido en 2000; de los pocos habrá que decirlo, pues nunca se fue del todo y en algunas entidades como Coahuila o Tamaulipas nunca perdió nada.

La atención este año la concentra Baja California. Es la entidad donde el PAN se ha mantenido en el poder del gobierno del estado por casi 24 años; en ningún otro estado donde hubo alternancia ha sucedido así. Pero es además la primera elección para gobernador que enfrenta el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto. El PRI en boca de su máximo dirigente nacional, César Camacho, ha dicho que es una elección emblemática y que van con todo. El PRI está haciendo su trabajo; el PAN lucha contra la corriente; su amenaza más peligrosa proviene del fuego amigo. No es lo mismo ir a una elección con el apoyo de la presidencia de la República que en contra de ella. Ya veremos; eso sí, será un proceso sumamente vigilado.

Las expectativas en este momento están centradas en las probables alianzas que los principales partidos han venido anunciando. El plazo para formalizarlas vence el 31 de este mes. Por un lado, el PAN y el PRD han hecho pública su intención de postular a un candidato común a la gubernatura. Sostienen que quien pudiera encabezar la alianza con posibilidades de éxito sería Gastón Luken Garza. La lógica es que el PRD obtuvo un caudal de votos importante en la elección presidencial de 2012. Para muchos militantes de izquierda y panistas, no es una buena idea: las distancias ideológicas son infranqueables; se trataría de una coalición electorera. Pero hay quienes piensan que es la única posibilidad de ganarle al PRI. De último momento se ha sumado a esta alianza el Partido Estatal de Baja California.

El PRI ha tejido una red a la que ya se han sumado tres partidos: el PVEM, el PT y el Partido Encuentro Social. Es quizá con este partido con el que más distancia existe: se trata de una organización de origen cristiano que mantiene posiciones conservadoras respecto a temas como el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ya veremos cómo resuelven estas posiciones ideológicas. Lo cierto es que la candidatura común de esta coalición no parece otra que la de Fernando Castro Trenti.

Ante escenarios de elecciones cada vez más competidas, los actores y los partidos políticos saben que es necesario sumar aliados si realmente quieren resultar ganadores. Se trata de la disputa por las clientelas electorales, independientemente de los principios y programas.

Pronto la mitad del país se movilizará por la lucha del poder local. En 2012 la contienda federal concitó los reflectores; en 2013 las localidades. La temperatura pronto empezará a subir y dejaremos atrás los gélidos vientos invernales.