Las elecciones intermedias de este martes 8 noviembre han sido las más competidas de las historia de los Estados Unidos. En estas elecciones se renovaron un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes y 36 gubernaturas de 50 estados.
El presidente Biden y el ex presidente Obama afirmaron que la elección era la más importante para el futuro de la democracia estadounidense, en un contexto en el que, históricamente, el partido en el gobierno suele perder posiciones en el Congreso.
La elección tuvo lugar en un contexto en el que los dos principales partidos políticos tienden a tener las opiniones más negativas entre los estadounidenses, aunque la opinión sobre el Partido Republicano es un poco mejor que la del Partido Demócrata. De ahí su triunfo en la Cámara de Representantes.
El contexto económico y social reflejaba la tasa anual de inflación llegó a 9.1% en junio de 2022, el nivel más alto desde el año de 1981; para el mes de septiembre se ubicó en 8.2%. Este escenario es crítico para los electores, porque los comicios representaban la evaluación de los dos primeros años del presidente Biden.
Dos factores de polarización política son las investigaciones contra el expresidente Trump por sus negocios y el asalto al Capitolio a principios de enero del 2021. Estos dos factores tuvieron cierta influencia en la evaluación de candidatos republicanos por parte de votantes indecisos.
Otro factor es el revés de la Suprema Corte a la sentencia Roe vs. Wade (aborto). El acontecimiento impulsó la disminución de la brecha entre los republicanos y los demócratas en las encuestas, y movilizó al electorado demócrata progresista. Igualmente hay que destacar la polarización en los temas de armas, migración y aborto.
El control migratorio fue un tema central en la elección. Los republicanos cuestionaron el incremento histórico de detenciones de migrantes irregulares en estos dos años de la administración Biden –cerca de tres millones de detenciones – y por ello están a favor de un mayor control de la inmigración en la frontera sur.
Se estima que la mitad de los migrantes detenidos han sido con base el Título 42 -razones de salud pública- establecida en el gobierno de Trump. Es de destacar que las detenciones de migrantes fueron de cerca de medio millón de migrantes bajo la administración del presidente Trump.
El impacto electoral del tema migratorio se refleja en el hecho de que las acciones del gobernador de Texas, Greg Abbott, subieron cuatro puntos en las encuestas al enviar autobuses con inmigrantes a ciudades con gobiernos demócratas (El País, 2 noviembre, 2022). En agosto, un sondeo de Ipsos para la radio pública estadounidense reflejó que el 54% de los ciudadanos percibe que se está produciendo una “invasión” de extranjeros en los Estados del sur (El País, 2 noviembre 2022).
Tradicionalmente la inmigración ha polarizado las elecciones. Los republicanos favorecen políticas de contención. Por su parte, los demócratas, promueven un control de la frontera, con reformas migratorias que regulen las entradas y acorde con los principios de la ONU: procesos migratorios seguros, ordenados y coordinados.
El presidente Biden presentó un proyecto de ley de reforma migratoria, el cual no se ha gestionado políticamente. Estas políticas demócratas les ha permitido el voto de las minorías. La mayoría republicana bajo el liderazgo de Kevin McCarthy, que presidiría la Cámara de Representantes ha planteado un programa con un mayor control de la inmigración.
Los resultados de estas elecciones pueden definir los siguientes escenarios:
• No está claro si el presidente Biden será el candidato para reelegirse en un marco de creciente polarización en temas de desempeño económico, justicia social, igualdad, derecho al aborto y control migratorio.
• Evaluación al desempeño del presidente Biden, quien tiene bajos índices de aprobación (entre 30 y 40%).
• La visión de la sociedad estadounidense respecto al futuro de su país, en un escenario mundial de cuestionamiento del liderazgo internacional, por no haber detenido la invasión rusa en Ucrania, con lo cual aumenta los riesgos de acciones nucleares rusas en el contexto bélico.
• Una discusión política asociada a ciertos temas del ámbito legislativo y la integración de comités estratégicos —como el presupuesto, la política exterior, energética, migratoria y medioambiental para el combate al cambio climático y la transición energética.
• La correlación de fuerzas en las gubernaturas, principalmente en estados considerados Swing States (sin una preferencia partidaria única) como: Nevada, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, cuyos resultados darán mayor visibilidad e impulso al partido que resulte ganador hacia las elecciones presidenciales del 2024.
La población latina constituye 34.3 millones de votantes en Estados Unidos, lo cual se estima en cerca del 14.0% del padrón de las elecciones de este 8 de noviembre, superando a la población afroamericana y asiática.
El voto latino generalmente ha sido importante. Desde la elección legislativa de 2018, más de 4.5 millones de latinos se han incorporado al registro electoral, lo cual representa el 62% del total de nuevos votantes en Estados Unidos.
Por ejemplo, en el estado de Texas, más de un millón de nuevos votantes se han registrado en los últimos dos años y la mayoría son hispanos jóvenes.
La población latina representa el 40,2% de los 29,5 millones de habitantes en Texas, lo que implica el mayor segmento demográfico. No obstante, tiene los niveles de participación electoral más bajos. Lo cual explica la influencia de la agenda del gobernador Abbott en temas de seguridad fronteriza, uso de armas y restricciones al derecho al aborto.
En general las encuestas reflejan a una comunidad latina con una agenda en común al resto de los estadounidenses: economía, salud y educación, pero que no es homogénea respecto al predominio en un tema en común.
Dr. José María Ramos García
El Colegio de la Frontera Norte