Hace poco más de dos años con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos se especuló sobre un posible retorno masivo de mexicanos desde ese país, ya sea deportados o retornos voluntarios, incluso en el segundo debate presidencial para las pasadas elecciones en México, uno de los temas fue precisamente sobre las acciones que cada candidato proponía para atender a los migrantes. Desafortunadamente más que por las propuestas, el debate destacó por el desconocimiento de la situación actual de la migración de retorno, y por posturas contrapuestas sobre si ha disminuido o ha aumentado el retorno y sobre si ha cambiado o no el perfil de los migrantes expulsados desde Estados Unidos.
Un escenario sobre la migración de retorno –forzado y voluntario- se puede obtener de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (enadid). Esta encuesta se realizó en 2014 y 2018, y ofrece información sobre la población residente en México en cada uno de esos años. Para 2014 se estima que había 556 mil mexicanos que cinco años atrás residían en Estados Unidos, es decir que regresaron entre 2009 y 2014 a vivir en México. En ese periodo la mayoría de migrantes regresó por reunificación familiar (53.8%) y por deportación (17.3%); mientras que para 2018 se estima que entre 2013 y 2018 regresaron al país 301 mil mexicanos, es decir casi la mitad respecto al periodo anterior. Además sabemos que nuevamente poco más de la mitad regresó por reunificación familiar (52.9%) y cerca de la quinta por deportación (18.4%) (porcentajes similares entre ambos años pero el número de personas mucho menor).
Los datos anteriores permiten afirmar que en términos generales el fenómeno de la migración de retorno está en descenso, pero no son suficientes para afirmar que durante el gobierno de Trump hay o no un incremento en el retorno, ya que su administración inició en 2017. Para tener un acercamiento a lo sucedido a partir de ese año se puede utilizar otro dato que ofrece la enadid que es el número de mexicanos que regresaron durante el año anterior, y resulta que para 2018 fueron 131 mil, si se compara está cifra con lo observado en 2014, se identifica un leve incremento de cerca de 30 mil personas. Si se toma este dato como parámetro se pude sugerir que con la llegada de Trump hubo un incremento en el retorno.
Aunque habrá que analizar los datos de la enadid con mayor detalle y compararlos con otras fuentes de datos, se puede adelantar que en términos generales el retorno de mexicanos desde Estados Unidos no sólo no ha aumentado sino que incluso ha disminuido en la última década, además el número de migrantes retornados que indican haber regresado por deportación también ha disminuido. Y aunque con la llegada de Trump a la presidencia hubo un incremento, todavía se está lejos de lo observado durante la administración anterior y difícilmente alcanzarán esos niveles en el corto plazo.
Por la dimensión del retorno de los últimos años, se puede afirmar que el reto -en términos de volumen- que afronta el actual gobierno en México es menor respecto a lo observado en sexenios pasados, pero eso no implica disminuir los esfuerzos ya que la atención a las y los migrantes no ha sido satisfactoria. Entre los aspectos que deben atenderse destaca, hacer eficiente el trámite de documentos de identidad, eliminar barreras burocráticas que dificultan la formación o continuidad educativa de las y los estudiantes, ofrecer accesoria para la reunificación para el caso de familias separadas por una deportación, pero sobre todo se debe garantizar a las y los retornados que al llegar a México encuentren un contexto adecuado para su inserción y desarrollo económico, social y cultural, al igual que para cualquier otro residente en México.
Dr. Luis Enrique Calva
El Colegio de la Frontera Norte