El movimiento 20-32 de Matamoros y la huelga de la UAM

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Opinión de Cirila Quintero Ramírez Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 2 de mayo de 2019

El primero de mayo asistí a diferentes eventos que se realizaron en Matamoros con referencia al Día del Trabajo, como analista me resultaban muy  interesante los actos que se llevarían a cabo en esta fecha, después del conflicto laboral escenificado, y aún no del todo resuelto en esta ciudad.

Asistí al evento de la Federación Regional de Trabajadores de Matamoros, donde se congregaron los líderes sindicales y los Comités Ejecutivos de los 40 sindicatos, todos afiliados a la CTM.  En comparación con otros años, éste fue muy sencillo y con poca asistencia. Los sindicatos matamorenses viven un momento de incertidumbre tras el movimiento laboral, a pesar de ser sindicatos reales, algunos con una historia desde 1928, y con contratación colectiva vigente desde entonces, muestran mesura en su comportamiento, existe incertidumbre por parte de ellos en torno al gobierno actual por su filiación cetemista.

El Sindicato de Jornaleros, principal sindicato maquilador, ha optado por conducirse apegado a la ley, y trabaja en una operación cicatriz entre sus miembros, tiene como reto principal: una estrategia de reacercamiento directo, más que por delegados, a la base. El Sindicato en Plantas Ensambladoras, segundo sindicato maquilador, tiene un reto mayor, la recuperación de un porcentaje importante de sus trabajadores que se han involucrado en el apoyo al denominado Movimiento 20/32, dirigido por la activista Susana Prieto.

El segundo evento fue el seguimiento de la marcha realizada por el Movimiento 20/32,  conformado en una segunda etapa del movimiento obrero laboral de Matamoros, que partió de la entrada de Reynosa al centro de Matamoros.  El evento cobraba importancia por la visita de sindicalistas y activistas de la Ciudad de México, Aguascalientes y Jalisco a esta ciudad fronteriza, resultado de la visita que la abogada Prieto Terrazas hizo en marzo a la Ciudad de México.  Algunos medios de comunicación han señalado una marcha de alrededor de 5000 trabajadores, cálculos propios estiman unos 3000, aunque nutrida la marcha al final no tuvo la asistencia masiva, como la congregada en el inicio del movimiento cuando se llenó la plaza de Matamoros e incluso se extendió a calles aledañas, aunque sí fue una concurrencia mayor en comparación de las últimas reuniones que el movimiento 20/32 ha tenido, incluso Prieto Terrazas aludió a un regreso de obreros que se habían retirado.

En este evento, hubo algunas acciones que llamaron la atención por ejemplo: la forma de marchar,  más de tipo caravana, es decir en filas parecidas al recorrido que hacen los migrantes centroamericanos al cruzar el país, los mismos organizadores se definen como caravana obrera, en lugar del gran conglomerado en toda la calle que acostumbraban las marchas anteriores; la recuperación de anteriores práctica obreras, como desfilar con los hijos;  una participación femenina importante, así como el apoyo abierto de uno de los hijos de líder matamorense Agapito González.

Empero, lo que más llamó la atención fue el evento cierre de la manifestación en donde participaron distintos oradores invitados, entre los que estuvo una huelguista de la UAM, quien expresó que el movimiento de Matamoros “había sido una inspiración para que ellos, y el aumento salarial del 20% que solicitan tiene como referencia el aumento exigido en Matamoros y si el movimiento (20/32) lo obtuvo entonces también (la UAM) puede obtenerlo”.

El razonamiento resulta preocupante porque las demandas por aumento salarial responden a una lógica o a una historicidad en la negociación contractual y no por su vinculación con las demandas de otros sindicatos, sin conocer de dónde derivan estas peticiones. El caso de Matamoros, como lo he escrito en otras ocasiones, es una particularidad, las exigencias en su primera etapa fueron legales y enmarcadas en derecho. En su segunda fase, lo que podría denominarse propiamente movimiento 20/32, en donde se involucran los trabajadores del segundo sindicato maquilador, consiguieron el incremento a través de actos ilegales, en especial porque la cláusula y convenio del que se derivaron las demandas del aumento del 20% y el bono de 32,000 pesos no estaban en sus contratos; otros contratos ya habían negociado sus aumentos, obteniendo los 176 estipulados en la frontera, y fueron obligados a volver a negociar, otras empresas fueron obligadas a negociar en tiempos que no le correspondían; también para obligar al pago se recurrieron a paros, bloqueos de empresas, amenaza a los trabajadores que no se unieran al movimiento, es decir, efectivamente consiguieron en pago pero basado en una serie de ilegalidades y excesos laborales en donde ninguna autoridad hizo nada. Creo que eso debería estar claro para los compañeros sindicalistas de la UAM, en su referencia al movimiento de Matamoros, es decir, tener el panorama completo de donde emergen las demandas laborales de Matamoros y como fueron obtenidas, para luego argumentar su enlace y pertinencia con las demandas de su propio sindicato.

Cabe señalar que la participación de la oradora de la UAM  en el evento de cierre en Matamoros no es primera vez en la que coinciden ambos movimientos. Los huelguistas de la UAM y algunos de los participantes del Movimiento 20-32 coincidieron en una mesa de discusión que se realizó a mediados de marzo en el local del Sindicato Mexicano de Electricistas en la Ciudad de México, en donde también estuvieron presentes compañeros de la huelga de la Universidad de Chapingo y otros activistas. A este evento asistió la abogada Prieto Terrazas para buscar asesoría de la Nueva Central del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para la conformación del Sindicato Independiente 20-32, mismo que logró, al grado de mencionar que los estatutos del nuevo sindicato están inspirados en los estatutos del SME.  

Ayer, otro de los oradores fue un representante del SME quien manifestó todo su apoyo al  Movimiento 20-32 y a su dirigente de todo tipo legal y económico. La abogada Prieto ratificó el apoyo económico del SME para parte de los compañeros trabajadores que viajaron a Matamoros. Coincidentemente, hoy apareció una nota en El Financiero en donde se expresa que el Sindicato de la UAM ha recibido distintas donaciones, en apoyo a su movimiento, una de las cuales ha provenido del SME; otro punto de encuentro con el Movimiento 20-32 de Matamoros. Resulta interesante que un movimiento local se esté tocando tanto con un movimiento de corte nacional, como el de la UAM, y aún más interesante la relevancia que el SME está tomando en los movimientos laborales actuales.

Dra. Cirila Quintero Ramírez

El Colegio de la Frontera Norte