[:es]Los gobiernos locales suelen tener ya direcciones de protección ambiental para vigilar, principalmente, que las industrias y los negocios dispongan apropiadamente sus desechos tóxicos y así no pongan en peligro a la sociedad.
Son, sin embargo, las responsabilidades de los gobiernos locales, respecto al medio ambiente, mucho más amplias.
Por ejemplo, deben vigilar no sólo a los negocios y empresas, sino a la población en general, para que no tire residuos peligrosos, digamos, los aceites domésticos o de motor automovilístico ya usados. Es más, la tarea no es buscar un basurero apropiado para tirar cada desecho, sino muchas veces consiste en saber aprovecharlos. Por citar un caso, la doctora Alicia Rodríguez, especialista en medio ambiente de la UANE, propone que Limpieza Pública recoja en tambos, casa por casa, el aceite de cocina usado para, con un simple procedimiento, convertirlo en combustible diésel para los vehículos del ayuntamiento. Con esa simple acción no sólo se reciclaría el aceite sino se ahorraría el ayuntamiento miles de pesos en compra de combustible.
Ricardo Zolezzi, Presidente de la Fundación Ecológica del Bajo Bravo (FEBBAC), tiene una lista extensa de tareas que los gobiernos locales deben desempeñar.
Dice, entre otras cosas, que distintas dependencias de los gobiernos locales deben trabajar conjuntamente para proteger y promover la flora de la región. Lo pueden hacer, agrega, cultivando en los viveros municipales las especies locales, y sembrándolas luego en escuelas y en parques y jardines. La tarea exigiría, explica, no sólo la siembra sino la educación. En las escuelas, con pies de jardines botánicos, afirma, los estudiantes se familiarizarían con las especies de la región, y en los parques y jardines, con la apropiada siembra de lantana, cenizo y otras plantas que atraen a la mariposa monarca, se permitiría que la población local conociese y disfrutase la migración de esta mariposa, en su paso por estas tierras.
Ricardo Zolezzi se alegra que los gobiernos locales del Bajo Bravo ya se preocupen por el saneamiento de los esteros y lagunas de la región. Remarca que este saneamiento debe ser integral, y no sólo cosmético.
Una tarea más que propone es el hacer efectivo el derecho de vía de los drenes que cruzan nuestras ciudades. No hay otra manera, dice, para mantenerlos limpios y prevenir así catástrofes tras el paso de huracanes.
Señala que se deben además identificar y aprovechar los lunares de capa arable en las zonas urbanas para sembrar árboles grandes; en el caso de Matamoros, se debe recuperar, preservar y poner a disposición de la población la acequia que existe entre la Pedernal y 1ª y la calle Bravo entre 1 y 2; se debe identificar y dar protección a especies de árboles escasos actualmente, pero nativos a ella, como por ejemplo el sabino; y, por supuesto, se debe prohibir cortar estos árboles tan especiales, remarca.
Las responsabilidades no acaban allí, precisa, pues debe regularse el desarrollo urbano sustentable de la playa, vigilar el cumplimiento de las disposiciones federales respectivas a las reservas naturales del río Bravo y laguna Madre, incorporar al desarrollo sustentable el arroyo del Tigre y otros pertenecientes al delta del río Bravo, y preservar sus cauces.
Este esfuerzo no se opone necesariamente al desarrollo económico y sustentable, pues, según ejemplifica, se puede aprovechar el derecho de vía del dren de Las Vacas para construir una alternativa de acceso a la playa y al puerto, buscando preservar el dren mismo.
Otras responsabilidades de los gobiernos locales consisten, según Zolezzi indica, prohibir, controlar y penalizar la contaminación auditiva, ampliar la ordenanza municipal referente al perifoneo a toda la mancha urbana, y el hacer respetar los reglamentos de emisiones vehiculares.
Arturo Zárate Ruiz
El Colegio de la Frontera Norte
Reynosa [:]