El acelerado envejecimiento de la población mundial resulta como consecuencia de la disminución de la fertilidad y el aumento en la esperanza de vida, lo que ha caracterizado la transición demográfica, la cual se encuentra asociada al desarrollo económico y social de los países.
De acuerdo con el artículo 3 de la Ley de los derechos de las personas adultas mayores, las personas adultas mayores son “aquellas que cuentan con 60 años o más y que se encuentran domiciliadas o en tránsito en el territorio nacional”.
Si se toma como referencia, para conocer acerca de la evolución y desafíos que presenta el envejecimiento poblacional, se puede consultar el reporte publicado por Naciones Unidas, Envejecimiento de la población mundial 2017 [http://www.un.org/en/development/desa/population/publications/pdf/ageing/WPA2017_Report.pdf].
En sus estadísticas, se puede observar cómo ha evolucionado la población mundial de 60 años y más. Se tiene que en 1980 esta población representó un 8.5%, de la población total; para 2017 fue de un 12.7% y, se espera que para 2030 y 2050, sea de un 16.4% y 21.3%, respectivamente. Estas cifras permiten percibir el proceso acelerado de envejecimiento que se está presentando y que requiere atención por parte de los gobiernos para prever escenarios en donde la población pueda contar con los servicios requeridos para una vejez digna.
Para el caso de México y EE.UU., se tiene que en 2015, México registró un 9.6% de población adulta mayor; mientras que en EE.UU., fue de 20.7%. Se estima que para 2030, México contará con una población de 14.9% de adultos mayores, en tanto que en EE.UU., serán 26.1%. En 2050, las cifras de ambos países muestran porcentajes similares: en México se espera que su población adulta mayor sea de un 24.7%; mientras que en EE.UU., sea del 27.9% (Global AgeWatchIndex 2015).
Al observar estas estadísticas, uno se debe detener a reflexionar, ¿qué estamos realizando para que a futuro nuestra población pueda contar con mejores niveles de vida y desarrollo? Esta pregunta se relaciona con el tema del desarrollo sostenible y, en particular, con la Agenda 2030, porque es relevante considerar el envejecimiento de la población dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Respecto al tema del envejecimiento en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se tienen los siguientes: erradicación de la pobreza (Objetivo 1); asegurar vidas saludables y bienestar en todas las edades (Objetivo 3); promover la igualdad de género (Objetivo 5); empleos productivos y trabajo decente para todos (Objetivo 8); reducir las inequidades entre y dentro de los países (Objetivo 10); así como el crear ciudades y comunidades sostenibles (Objetivo 11).
Si se consideran en conjunto estos desafíos que enfrentan los gobiernos respecto al tema del envejecimiento y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), desde un enfoque del desarrollo de las capacidades, resulta importante formular políticas que incentiven el aumento de los niveles de productividad, empleo y fomenten la innovación tecnológica; mejorar el acceso a los recursos y servicios básicos; disminuir la desigualdad y promover la inclusión económica de todos(as); mejorar la planificación y gestión urbana para que sea participativa e inclusiva.