El baile como expresión de independencia femenina

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Opinión de Martha del Carmen González Reyes Estudiante de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 20 de abril de 2023

La música nos ha remitido desde tiempos inmemoriales al sentir del ser humano, gracias a ella podemos “sentir” lo que las personas piensan, sienten y creen. Es un engrane social donde se conjugan creencias, mitos, fe y realidad. 

Ha servido para expresar lo que tangible o intangible; todos los géneros musicales han expresado algo, la música clásica que abarca siglos de historia, aún nos transmite una exacerbación de los sentidos, nos trasmite duelo, pesar, amor, desencanto, pasión, tristeza, alegría, euforia… Todo en una sola composición. 

Con el pasar del tiempo, los géneros musicales se han diversificado, abarcando estratos sociales localizados, que han manifestado sus desventuras a través de su forma particular de música. 

Así tenemos el surgimiento del jazz como medio de protesta del pueblo africano ante la esclavitud de su gente por Estados Unidos. O, en el caso mexicano, los narco corridos fotografiando el surgimiento de personajes antihéroes, hombres bravos desafiando la ley viviendo al filo de la muerte. 

Pero, es el género del reggaetón, surgido en los barrios de Puerto Rico y Panamá, el que domina el espectro musical del momento. Y su mayor exponente actualmente es Benito Martínez, conocido por su nombre artístico «Bad Bunny» cuyos videos cuentan con más de 800 millones de visualizaciones, lo que lo convierte en el artista urbano con mayor éxito en la historia moderna. 

Quien en estos tiempos no conoce la influencia que ha causado Bad Bunny, no solo como artista sino como” influencer” en las redes sociales. Puede o no gustarte su estilo musical, su forma de expresarse, de vestirse o de actuar, pero no puede cuestionarse la gran influencia que ejerce sobre sus seguidores y sobre quienes no lo son. 

En su video “Ella perrea sola” Bad Bunny rompe estereotipos, no solo en la letra de la canción, cuya letra relata una mujer que fuma, que se divierte y que solo llamara a un hombre si lo necesita, que exige que ningún hombre se le pegue porque ella perrea sola. 

Hace referencia a no necesitar un hombre para perrear, ni creer en el amor, ni necesitar a un hombre para divertirse, pues tiene a sus amigas, es soltera por gusto, tanto así que un hombre se vuelve un accesorio que llama cuando necesita, no es su razón de vida. 

Haciendo eco en que la música de Bad Bunny es escuchada no solo por hablantes castellanos, el video es en sí mismo una serie de mensajes de empoderamiento y ruptura de estereotipos; así vemos al artista vestido de mujer con ropa entallada, con senos falsos y vestido de rosa. Lo acompañan modelos con cuerpos reales, tanto hombres como mujeres, con peso normal y rollitos en la cintura, como la mayoría de nosotros. 

Con mensajes contundentes escritos en la pared como “NI UNA MENOS”, un lema fuerte, que ha encabezado las protestas feministas ante los múltiples, sádicos y recurrentes feminicidios que ocurren a diario por todo lo largo y ancho de América Latina.

A su lado, la frase “LAS MUJERES MANDAN” haciendo referencia al poder de decidir, según la letra de la canción y la temática del video, de mandar sobre su propia diversión, ser el alma de la fiesta y perrear sola. Finaliza el video con la frase, “si no quiere bailar contigo, respeta. Ella perrea sola” 

La canción habla sobre lo que las feministas hemos sostenido durante años; no necesitamos un hombre para divertirnos, nuestro cuerpo no está sujeto a estándares ridículos y peligrosos, exigimos respeto, no estamos solas, nos tenemos a nosotras mismas.

Quizá para la mayoría no sea más que una canción de reggaetón pegajosa, pero para nosotras cualquier intento de romper estereotipos y visualizar nuestra lucha es bien recibida. Así que baila, muévete, vístete para ti, para sentirse linda y sexy, llama la atención y disfruta porque estás rompiendo estereotipos y eso sin duda cautiva ¡Vamo’ a perrear la vida es corta!

Martha del Carmen González Reyes

Estudiante de la Maestría en Desarrollo Regional. El Colegio de la Frontera Norte